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MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
España se ha marchado de Londres con un
botín de 17 medallas (tres oros, diez platas y cuatro bronces), aunque
también con otro buen puñado de sinsabores, sobre todo los ocho cuartos
puestos que dejaron el podio a escasos centímetros, donde la diferencia
entre la medalla y el anonimato fue una cuestión microscópica.
La delegación española estrelló su primer balón a la madera
con el judoca vasco Sugoi Uriarte. Tras alcanzar la pelea por el bronce y
ser mucho más agresivo que su rival, el representante coreano Jun-Ho
Cho, se llevó la gloria del metal por una decisión arbitral.
"Una injusta decisión", explicó el vitoriano tras el combate,
que le impidió dedicar a su madre --fallecida un año antes--, el bronce
de la categoría -66kg. "No me rindo, volveré en Río 2016 para ganar la
medalla y poder dedicársela".
Al cuarto lugar de Uriarte se añadieron los tres que firmó el
piragüismo español, que estuvo sensacional en la capital británica. El
primero en acariciar la gloria olímpica fue Ander Elósegui. El irundarra
no falló, pero sus rivales hicieron gala del favoritismo para dejarle
pasmado, a escasos segundos del bronce.
Además, en la penúltima jornada de competición Teresa Portela y
el jovencísimo Sete Benavides --que habían arrasado en sus respectivas
series-- entraron en cuarto lugar en C-1 200 y K-1 200. Un duro
resultado que valorarán dentro de unos años, pero que fue un jarro de
agua fría en el canal de Lee Valley.
Uno de los primeros reveses para España llegó mucho antes,
hace justo una semana en el All England Club, con el doble de tenis
David Ferrer-Feliciano López, quien sorprendió por su eficacia. El
alicantino y el toledano tuvieron cuatro bolas de partido para jugar la
final, pero acabaron obligados a jugar por el bronce ante Gasquet y
Benneteau.
Tras las casi cuatro horas del duelo de semifinales, también
siendo víctimas de los franceses, Ferrer y Feliciano pagaron caro el
cansancio y poco pudieron hacer para dar continuidad a la buena relación
entre tenis y Juegos. Desde Seúl'88 España siempre había ganado presea
en este deporte.
El 3 de agosto, en el ecuador de los Juegos, llegó el turno de
Lidia Valentín, también cuarta en los 75kg de halterofilia. La berciana
erró en su último levantamiento y se quedó muy cerca de llevarse la que
hubiera sido primera medalla olímpica de su carrera.
BEITIA DIJO ADIÓS A LO GRANDE.
Por su parte, el tartán de Stratford fue testigo del último
gran salto de Ruth Beitia, que dijo adiós a las grandes competiciones
con 2 metros. La cántabra, que debía llegar a esta distancia para tener
opciones, se quedó con la medalla de chocolate. "Me quedo con esto y me
la voy a comer", dijo la española tras la prueba.
Se agarró a este cuarto puesto, esperanzada en que el resto de
rivales no superase el listón a la primera. Pero no sólo fue esto, sino
que la rusa Anna Chicherova elevó el nivel del concurso y lo disparó
hasta los 2.05, inaccesibles para la saltadora de Piélagos.
Y el último día, cuando todo apuntaba a un nuevo metal, José
Antonio Hermida acabó cuarto la prueba de moutain bike, a nueve segundos
del bronce, y el equipo español de gimnasia rítmica, formado por
Alejandra Quereda, Lidia Redondo, Sandra Aguilar, Lourdes Mohedano,
Elena López y Loreto Achaerandio, repitió idéntica fortuna en su
despedida de los Juegos de Londres.
Al final hay maquillaje y nunca mejor dicho 11 de las medallas son para mujeres, y 4 a hombres, habra que mirar que pasa en atletismo que no se vio ninguna, y alguna de las medallas, ese deporte no estara en Rio, Vela la clase en que se gano el oro, Winsurf y alguna mas no estaran en las proximas.