La marcha de Javi Martínez al Bayern Múnich aún no ha escrito el capítulo final y sigue dando coletazos, el último de lo más grotesco.
Según explica la web eldesmarquebizkaia.com, el centrocampista protagonizó este pasado fin de semana una escena de lo más surrealista. Y es que el sábado, hacia las dos de la madrugada, intentó acceder a las instalaciones de Lezama como si de 'Spiderman' se tratara.
La repentina marcha a Múnich había impedido a Javi Martínez despedirse de sus compañeros y recoger sus enseres personales. Aunque en su día anunció a través de su cuenta de Twitter que quería despedirse del Athletic y de su afición, ahora es consciente de que no es prudente dejarse ver por Bilbao.
Pero lo último que podían pensar los vigilantes de seguridad de las instaciones rojiblancas es que se íban a encontrar de golpe con el jugador -acompañado por otras personas- en su ronda nocturna. Se había colado en las instalaciones de Lezama saltando una verja.
El destino de los intrusos era el vestuario del primer equipo y más concretamente la taquilla de Javi Martínez. Allí estaban su pertenencias, que quería recuperar.
El encuentro con los empleados del Athletic, lógicamente, no fue precisamente amistoso y derivó en un pequeño incidente.
me habian comentado conocidos suyos que el chabal estaba un poco tocado del ala pero no pensaba que llegaria a tanto
Según explica la web eldesmarquebizkaia.com, el centrocampista protagonizó este pasado fin de semana una escena de lo más surrealista. Y es que el sábado, hacia las dos de la madrugada, intentó acceder a las instalaciones de Lezama como si de 'Spiderman' se tratara.
La repentina marcha a Múnich había impedido a Javi Martínez despedirse de sus compañeros y recoger sus enseres personales. Aunque en su día anunció a través de su cuenta de Twitter que quería despedirse del Athletic y de su afición, ahora es consciente de que no es prudente dejarse ver por Bilbao.
Pero lo último que podían pensar los vigilantes de seguridad de las instaciones rojiblancas es que se íban a encontrar de golpe con el jugador -acompañado por otras personas- en su ronda nocturna. Se había colado en las instalaciones de Lezama saltando una verja.
El destino de los intrusos era el vestuario del primer equipo y más concretamente la taquilla de Javi Martínez. Allí estaban su pertenencias, que quería recuperar.
El encuentro con los empleados del Athletic, lógicamente, no fue precisamente amistoso y derivó en un pequeño incidente.
me habian comentado conocidos suyos que el chabal estaba un poco tocado del ala pero no pensaba que llegaria a tanto