El Sporting ha vencido al Villarreal en un duelo entre ex Primeras.
Un triunfo condicionado por la expulsión del internacional Bruno Soriano
a la media hora de juego y por la falta de puntería del 'submarino
amarillo'. Los rojiblancos, en ocasiones nerviosos y expectantes,
aprovecharon su oportunidad proporcionada por la superioridad numérica.
Las trayectorias de Sporting y Villarreal están siendo opuestas,
mientras que los asturianos afrontan con miedo cada jornada desde una
alarmante posición de descenso. En las antípodas de la clasificación
están los castellonenses quienes han cogido la estela del intratable
Elche, que ha vuelto a sumar una nueva victoria en esta jornada, con la
intención de escaparse de los perseguidores, dado que los dos primeros
acceden directamente a la ansiada Primera división.
A la
trayectoria negativa del equipo local se le sumaban las bajas, una
enfermería que contaba con el incombustible Alberto Lora, el talento de
Miguel De Las Cuevas, la clase de Nacho Cases y la veteranía de Sergio
Fernández, cuatro piezas claves cuyo concurso siempre es necesario en un
conjunto que está herido en el pozo de la tabla.
El público del
Molinón, el estadio más antiguo del fútbol profesional español, asistía
expectante y temeroso. Las primeras acometidas del Villarreal fueron
vividas envueltas en un respetuoso silencio, a veces roto por tímidos
silbidos. Los castellonenses hacían gala de su juego combinativo en la
medular y en la zona de tres cuartos, encontrando en el centro de la
defensa rojiblanca los primeros huecos por donde Manu Trigueros, Hernán
Pérez, Cavenaghi y Cani se movían con soltura, aunque sin terminar de
remachar. El 'submarino amarillo' navegaba plácidamente por Gijón, en
los primeros instantes del encuentro, con el comandante Marcos Senna
llevando la brújula.
La mejor noticia para los asturianos era el
empate en el marcador. Los nervios y el contrincante estaban pudiendo
con los ánimos del equipo: los centrales salían perdiendo en cada
envite, Mandi en la contención sufría en exceso, condicionado por la
tarjeta recibida, y arriba Trejo ponía algo de chispa y presencia, pero
sus individualidades no ayudaban nada más que a soliviantar al público.
De Sangoy y David Rodríguez, apenas se habían tenido noticias.
Con
este panorama, Bruno Soriano fue expulsado a los 34' por una infantil
acción. El Villarreal pasaba de tener un partido controlado a tener que
reestructurar un equipo que estaba distraído y sorprendido,
circunstancia que aprovechó, poco después, Carmona para desarbolar por
el lado derecho y poner el balón en franquía para que David Rodríguez,
ex del Celta, se adentrara a la zaga amarilla y marcara el primero. El
choque cambiaba, el gol daba tensión y confianza al Sporting que
alcanzaba el final del primer tiempo con otra cara, la de alguien que se
ha quitado un peso de encima y ha llegado sano a la superficie.
El
segundo acto siguió el esquema esperado, con los gijoneses aguardando a
su rival y los castellonenses moviendo el balón con las mismas
intenciones que en el primer tiempo, dentro de un choque que era algo
más trabado y menos vistoso que en los cuarenta y cinco minutos
iniciales. El cuadro amarillo adolecía de la misma falta de puntería
exhibida en toda la mañana mientras que un disparo de Sangoy era
repelido por la cepa del poste, advirtiendo del peligro local.
La
frescura en los hombres del Villarreal se fue perdiendo para ceder
terreno y espacio a los rojiblancos que empezaban a controlar más el
balón, manejando el tempo del encuentro por vez primera con un
Sangoy más participativo y auxiliado por el senegalés Mendy o por las
incorporaciones de un inagotable Carmona que se estaba mostrando como
uno de los mejores del equipo astur.
Con superioridad numérica,
acrecentada por la lesión momentánea de un jugador villarrealense,
Sangoy colocaba el segundo en el electrónico para los sportinguistas. Un
triunfo balsámico que hacía respirar a un aliviado público que
abarrotaba el Molinón.
El Sporting sale con este triunfo de las
inquietantes posiciones de descenso a Segunda B. Por su lado, el
Villarreal suma su primera derrota en la categoría de plata y cede
distancia con el invicto Elche, que ahora se queda en 5 puntos del
líder, aunque conserva su privilegiada plaza de ascenso, un objetivo
pretendido también por los rojiblancos, a pesar de su titubeante inicio
de temporada. Pero si algo tiene la categoría de plata es que es larga y
permite enmendar errores o desperdiciar ventajas.
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