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Joaquín Caparrós es un hombre que por siempre estará ligado al
Sevilla. El entrenador de Utrera, pueblo muy cercano a la capital
hispalense, empezó a destacar como técnico en el club blanquirrojo, el
que el mismo confiesa, sin pudor, que es el "equipo de sus amores".
Su figura ha quedado como un símbolo para el sevillismo, ya que dejó
una huella imborrable cogiendo a un equipo modesto, sin identidad ni
dinero en segunda división, y se marchó dejándolo cinco años después a
las puertas de la Champions League. Por sus manos pasaron jugadores
históricos como Javi Navarro, David Castedo, Pablo Alfaro o Dani Alves,
quien confesó que este fue su mejor entrenador situándolo por encima
hasta del vanagloriado Pep Guardiola. Además de ser el técnico que dio
la alternativa a canteranos como Sergio Ramos, ahora en el Real Madrid, o
Antonio Puerta, e hizo despuntar a José Antonio Reyes, que ha vuelto a
Nervión después de pasar por el Arsenal o el Real Madrid, jugador al que
ningún otro técnico ha sacado el mismo potencial que cuando coincidió
con su paisano como preparador.
En el verano de 2005, Caparrós abandonó el Sevilla, después de no
ponerse de acuerdo con Del Nido para renovar su contrato, algo que
muchos le reprocharon al dirigente nervionense. Ambos separaron sus
caminos. Joaquín empezó un ilusionante proyecto en el Depor que tras dos
temporadas terminó en fracaso, mientras que Juande Ramos aprovechó la
herencia que le dejo Caparrós para firmar en el banquillo de Nervión la
mejor etapa del club sevillano en toda su historia.
Después
de dejar La Coruña, el de Utrera se marchó al Athletic de Bilbao, un
club que le iba como anillo al dedo teniendo en cuenta sus cualidades
como entrenador. Allí recuperó a un equipo rojiblanco en decadencia, y
lo devolvió a la élite, jugando una una final de Copa del Rey, y colocó
entre los mejores jugadores de España a jugadores como Llorente, que
antes de su llegada era suplente y pitado por la grada de San Mamés;
Iraola, Javi Martínez, que explotó como futbolista bajo su mando, o
Muniain al que hizo debutar con tan solo 16 años. Estos jóvenes sacaron
gracias a su confianza toda la magia que atesoraban en sus botas.
Mientras Caparrós triunfaba en el Athletic el Sevilla empezaba a decaer y
a dar continuos bandazos en lo que se refiere a los ocupantes de su
banquillo, por el que pasaron Manolo Jiménez, Antonio Álvarez y Gregorio
Manzano.
En el verano de 2011, Josu Urrutia decide prescindir
de Caparrós y ficha para el Athletic a Marcelo Bielsa. Durante todos los
años en los que el Sevilla no encontró el inquilino adecuado para su
dirección técnica, sonaba el nombre de "Jokin", como cariñosamente se le
conocía en Bilbao, para que volviera a entrenar a "su" equipo. Pero
para cuando el sevillano dejo Bilbao, el Sevilla ya había contratado a
Marcelino García Toral para que ocupará el puesto.
En la
pasada temporada, el Sevilla cosechó una de las peores temporadas de la
última década quedándose fuera de los puestos europeos, y ni Marcelino
ni Míchel fueron capaces de dirigir con éxito al equipo. Por su parte,
Caparrós tuvo una extravagante y fugaz aventura en el Neuchatel suizo,
del que se marchó en noviembre para intentar salvar a un desahuciado
Mallorca. Y vaya si lo salvó. Con el nuevo técnico, el equipo
"bermellón" hizo una de las mejores segundas vueltas que se recuerda, e
incluso tuvo opciones de meterse finalmente en los puestos que dan
acceso a jugar la Europa League.
En verano parecía que era el
momento idóneo para el regreso a Sevilla del hijo pródigo. Pero
finalmente, Del Nido decidió darle una segunda oportunidad a Míchel y el
ex del Athletic siguió en Mallorca. Míchel defendió con uñas y dientes
su continuidad en Nervión, e incluso mandó algún dardo envenenado a
Caparrós en sus declaraciones, haciendo referencia a los rumores de su
posible vuelta.
No se puede dejar de contar la maldición que persigue al ex sevillista
cuando visita el campo de Nervión, en el que como visitante solo ha sido
capaz de ganar en una ocasión, fue en 2004 dirigiendo al Deportivo
cuando se impuso 0-2. Desde ahí en liga ha cosechado cinco derrotas, y
dos más en copa, dirigiendo tanto a los gallegos, como al Athletic y al
Mallorca. Joaquín solo consiguió puntuar una vez más, cuando en la
temporada 2009-2010 sacó un empate a cero dirigiendo a los bilbaínos.
Ahora, tanto Sevilla como Mallorca han empezado muy bien la temporada, y
se enfrentarán el próximo lunes en el Sánchez Pizjuán, donde Caparrós
volverá a vivir el partido desde el bando visitante. Aunque quien sabe
si algún día está relación de amor que mantienen el Sevilla y Joaquín
Caparrós volverá a unirlos profesionalmente.
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