Getty Images
El Levante se hizo con los tres
puntos en un partido soso en el que no abundaron los estilismos, un
escenario en el que los hombres de JIM se manejan a la perfección. El
Getafe tuvo el balón y el dominio del partido, pero sin apenas peligro.
La muralla defensiva granota, comandada a la perfección por Sergio
Ballesteros, fue suficiente para frenar al cuadro azulón y ese buen
hacer tuvo su recompensa con el golazo de Míchel, que rompió un partido
que olía a 0-0 desde el pitido inicial.
La primera parte del partido discurrió
como el ambiente del Coliseum, frío, aburrido, vacío de emoción y de
fútbol. Y es que se juntaron un Levante sin alardes técnicos, que se
conformaba con mantener el orden y la seriedad defensiva, frente a un
Getafe que intentaba jugar al fútbol, pero que pocas veces lograba una
jugada elaborada.
Con una pareja de medios de contención,
los azulones confiaban su suerte al trío de mediapuntas formado por
Lafita, Gavilán y Pedro León. Precisamente este último fue el único que
se diferenciaba del resto de sus compañeros y rivales y, primero en
banda derecha y luego por la izquierda, monopolizaba el juego ofensivo
de su equipo. Con apenas una ocasión clara para cada equipo, bien
atajadas por ambos guardametas, se llegó al descanso.
El paso por vestuarios no cambió el guión
del partido, el Levante se sentía cómodo en ese escenario y el Getafe
lo intentaba sin conseguir nada. El trabajo táctico de los hombres de
JIM era impecable, mantenían el orden y sus constantes ayudas defensivas
no dejaban respirar al Geta, que seguía contando con Pedro León como
hombre más destacado. Sin embargo, no encontraban hueco en la muralla
levantada por Ballesteros y Navarro en el centro de la zaga granota.
Los cambios fueron los que iban a dar los
tres puntos al Levante, en concreto la salida de Míchel. Tanto él como
Pedro Ríos dieron un poco de presencia ofensiva a su equipo, pues
Martins apenas apareció en todo el encuentro. Así, con el Getafe
buscando la victoria, Michel recogió un balón en tres cuartos de campo y
desde 30 metros se sacó un disparo seco que sorprendió a Moyá. Faltaban
cinco minutos para la conclusión y el Levante conseguía marcar en su
tercer tiro a puerta del partido. El oficio y veteranía de los de JIM
fue suficiente para matar el encuentro y hacer volar los puntos del
Coiseum hacia tierras levantinas.
Mundo-deportes es un foro, si quieres opinar sobre esta noticia, respectando la opinión de los demás, regístrate, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis.