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Afrontaban los jugadores del Manchester City un partido en el
Etihad Stadium clave para recobrar la confianza perdida después del
enésimo descalabro en Europa. Lo tenían todo a favor tras 33 partidos
imbatidos en su feudo. Mancini quería dar otro aire a su equipo y
realizó algunos cambios. Lescott fue castigado después de su fallo del
miércoles y Tévez salía con Agüero de titular, dejando a Balotelli en el
banquillo. Edin Dzeko volvía a la suplencia, donde rinde mucho más que
cuando sale de titular.
Empezó el partido con clara dominación del City llegando a dominar
alcanzando un 70% de posesión. Los hombres de Michael Laudrup dejaban
hacer a los Citizens sin mostrar apenas ambición en ataque. Se limitaron
a no dejar espacios a los veloces Tévez y Agüero. Esa buena presión
hacía infructuosa tanta posesión local que se quedaba en agua de
borrajas.
Poco a poco fueron los galeses haciéndose con el control del partido,
con la iniciativa. Llegaron los visitantes a superar en posesión a su
rival, dejándole el papel de espectador esperando un fallo de los
galeses. El City sólo acertaba a desplegar su ataque en ráfagas
saltándose el centro del campo. Otro partido más que la falta de David
Silva pesaba a los de Mancini como una losa.
El Swansea jugaba muy bien situado, con un gran trabajo colectivo y
siendo muy solidario, se hacía con el balón cada vez que el City llegaba
a territorio enemigo. En una jugada de tiralíneas, con cuatro pases
largos se plantó Michu mano a mano con Joe Hart. El increíble portero
inglés de 26 años hizo una vez más honor a su fama e intuyendo el último
pase al español salió de su área proporcionándole los segundos que
salvaron a su equipo en lo que fue la oportunidad más clara de la
primera parte.
El segundo acto empezó con Mario Balotelli en cancha, sustituyendo a
Kolarov. Le funcionó el cambio a Mancini y sus chicos jugaron con otra
marcha metida. Daba la impresión de que incluso querían jugar al fútbol.
Tévez pasó a jugar un poco más retrasado, haciendo de media punta y en
ocasiones empezando la jugada. Cuando se juntan Mario y Carlitos Tévez
se contagian el uno al otro y la agresividad competitiva crece
exponencialmente en todos sus compañeros. Sólo le hicieron falta cinco
minutos al italiano para quedarse mano a mano con Michel Vorm. El
experimentado portero holandés le cerró bien la puerta y Balotelli no
pudo encontrar el hueco regateándose a si mismo sin solución.
Corría el minuto 60, lo que a la postre sería el minuto más
importante del partido. Michu, que como nueve fijo se mueve como pez en
el agua, se tiró de cabeza en una estirada tremenda rematando un centro
haciendo que Hart se tuviera que emplear a fondo consiguiendo abortar lo
que todo el Etihad vio como gol. Acto seguido, a modo de réplica, Tévez
avisó a Vorm. Y ni un minuto después ya no perdonó. El 32 del City
chutó ajustadísimo al palo desde fuera del área, haciendo inútil la
estirada del arquero.
Como resultado, el Swansea no solo se llevaba un gol en contra sino
que además el portero holandés se lesionó pidiendo de inmediato su
sustitución. Fue el alemán Gerhard Tremmel el encargado de finalizar el
encuentro. 1-0 para los citizens. Sin duda Mancini había acertado con el
cambio y esquivaba una vez más la sombra del despido.
Cuando llegaba el minuto 90 y debido a las diversas lesiones el
cuarto arbitro mostró la tablilla con nada menos que ¡12 minutos de
descuento! En las islas no es la primera vez que esto sucede ya que
aunque no es habitual, los árbitros suelen ser escrupulosos con el
tiempo a añadir. Nada cambió y el conjunto de Mancini se coloca segundo,
presionando a sus rivales, los cuales juegan entre sí esta jornada.
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