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Se presentaba una intensa jornada liguera en la Serie A. Ocho
partidos simultáneos en los que destacaba la lucha por el liderato entre
Inter y Juventus, eso sí, en la distancia. En el Giuseppe Meazza, el
Inter necesitaba ganar a la Sampdoria y esperar un pinchazo de la Juve
en casa para acercarse a la cabeza. La Juventus miraba de reojo a Milan.
Ya en el minuto 16, Paul Pogba vaticinó lo que sucedería al final
del partido y avisó con un remate al palo. Se guardaba lo mejor para el
final. La Juventus dominó la primera parte sin premio, y nos fuimos con
dos roscos al descanso.
Bastaron diez minutos del segundo tiempo
para que Quagliarella hiciera el primero de los locales a pase de
Giaccherini. El gol espoleó al Bologna y metió atrás a la Juve, que
esperaba que la media hora que quedaba de partido pasara sin
consecuencias.
No obstante, Taider tenía otra idea del encuentro y
envió al fondo de las mallas un balón en el minuto 71. Entonces la
Juventus vió peligrar su hegemonía en la Serie A y en el partido, pues
el Inter mandaba con comodidad en su compromiso.
Giovinco y
Vucinic entraron para sumer al ataque juventino. Y cuando toda esperanza
parecía perdida, el propio Giovinco le puso un balón en la cabeza a
Paul Pogba para que empatara en el minuto 91. La Vecchia Signora sigue
su implacable paseo en Italia, eso sí, sufriendo como nunca.
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