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Se presentaba la selección sub-21 en Siena para realizar el partido
de preparación contra los italianos de cara al Europeo de Israel de
2013. Con dos bajas sensibles, como las De Gea, por problemas dentales, y
Montoya, por convocatoria con la Absoluta, el preparador Julen
Lopetegui presentó en el Artemio Franchi un once de garantías: Mariño;
Carvajal, Bartra, Martínez, Aurtenetxe; Oriol, Koke, Isco; Sarabia,
Deulofeu y Rodrigo.
La primera parte tuvo un claro color rojigualda. La sub-21 impuso
su juego comandada por Isco, Koke y Rodrigo, y a los pocos minutos ya
había asustado en más de una ocasión a la meta de Bardi. No sería hasta
el minuto 18 en el que no se abriría el marcador. Un pase en profundidad
de Koke a Rodrigo, que se deshizo del portero para anotar desde una
posición complicada.
No contentos con el 0-1, los chicos de
Lopetegui buscaron el segundo que llegó tras un peligroso robo de balon
en el centro del campo por parte de Deulofeu. El canterano culé dió un
pase en profundidad a Sarabia, que en el mano a mano con Bardi, esperó a
Deulofeu y le regaló el segundo en el minuto 33 de partido. En los
últimos diez minutos, los italianos se volcaron para intentar acortar
diferencias.
Sin embargo, el gol de Italia llegaría tras un
gran internada de Longo, delantero espanyolista, que definió con la
puntera cruzando el balón ante Mariño, Tras el gol transalpino, España
perdió la posesión y el partido se volvió un poco loco. Una pérdida de
balón de Hugo Mallo, que llevaba dos minutos en el campo, a punto estuvo
de propiciar el empate, y Longo, el jugador más determinante de los
locales, provocaba faltas peligrosas una y otra vez.
A un
cuarto de hora del final, Illarramendi sacó un balón bajo palos que
hubiera significado el empate. Espoleados por esta ocasión, los locales
se volcaron buscando el empate. Y a punto estuvieron de conseguirlo con
un paradón de Mariño en un mano a mano con Longo, que se había llevado
el balón con la mano. Con la entrada de Suso, Sergi Roberto y Muniaín,
España tuvo de nuevo el control del balón y del partido, y bajó el ritmo
para quedarse con una merecida victoria. La victoria se rubricaría con
el gol de Álvaro Vázquez, cuando Italia había bajado los brazos, en un
gran pase en profundidad de Illarramendi y tras regatear al portero.
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