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Arsenal y Olympiakos se enfrentaban en Grecia en la sexta jornada
de la fase de grupos de la Champions League. Los locales no se jugaban
nada, pues ya tenían la tercera plaza del grupo asegurada desde la
anterior jornada. Por su parte, los londinenses ya estaban clasificados
para octavos, pero aún tenían una oportunidad de pasar como primeros de
grupo. Para ello, debían ganar y esperar un pinchazo del Schalke04 en el
campo del Montpellier.
Arsene Wenger remarcó en la previa del partido la importancia de
quedar primero de grupo en la Champions League, aun así salió a competir
con un equipo repleto de jugadores que han contado poco hasta el
momento. El central Squillaci jugaba por primera vez en la temporada,
mientras que el joven lateral Meade debutaba con la camiseta ‘gunner’.
Así pues, el once inglés estaba formado por: Szczesny, Jenkinson,
Squillaci, Vermaelen, Meade, Rosicky, Coquelin, Oxlade-Chamberlain,
Ramsey, Gervinho y Chamakh. Sólo cuatro jugadores repetían titularidad
respecto al último partido de Premier, en la derrota 0-2 ante el
Swansea.
Los ingleses salieron al partido con la intención de poner fin a una
racha negativa que atravesaba el equipo. Tres partidos consecutivos sin
ganar y un inicio de temporada decepcionante para los ‘gunners’, que
veían en la Champions una vía de escape para ilusionar a sus
aficionados.
El partido empezó bonito, con ocasiones para ambos equipos. Gervinho y
Chamakh se mostraron muy participativos en ataque, pero no tuvieron
suerte de cara al gol. Ramsey tuvo una clara oportunidad, pero su remate
fue defectuoso y no pudo abrir el marcador. El Olympiakos llegó más a
la portería de Szczesny, pero el guardameta polaco estuvo muy acertado.
No fue hasta el minuto 38 cuando veríamos el primer gol del
encuentro, que cayó del lado inglés. Después de unos minutos en los que
el equipo griego parecía haber tomado la iniciativa, Gervinho hizo una
fantástica jugada por banda derecha y pasó el balón al borde del área,
donde apareció Rosicky para marcar con un derechazo cruzado. El checo
celebraba así su regreso a los terrenos de juego tras su lesión.
En la media parte, Wenger decidió dar descanso al autor del gol
debido a su reciente lesión. En su lugar entró el ruso Arshavin en su
enésima oportunidad para reivindicarse. El extremo dispuso de un par de
buenas oportunidades en los primeros minutos, pero el guardameta local
las desbarató. Aun así, fue el Olympiakos el que más oportunidades tuvo
en la segunda mitad, y el que conseguiría el gol del empate en el minuto
64. Un balón colgado al área que rebotó en Jenkinson lo aprovechó
Maniatis para introducirlo en la portería de Szczesny y complicar la
vida a los ‘gunners’.
Según el partido avanzaba, más se le complicaba al Arsenal. El
Olympiakos cada vez tenía oportunidades más claras, y los delanteros
‘gunners’ estaban cada vez más desaparecidos. Además, no llegaban buenas
noticias desde Francia, pues el Schalke04 se adelantaba en el marcador e
impedía así que los de Wenger pudieran acceder a la primera plaza del
grupo.
Sería en el minuto 73 cuando llegaría la puntilla para el Arsenal.
Mitroglou cogió el balón en la esquina del área y disparó con rosca al
segundo palo para marcar un golazo. Los griegos se hacían con el partido
y volvían a dejar en evidencia a una débil defensa ‘gunner’.
Así se llegó al final del encuentro. El Arsenal volvía a dejar una
pobre imagen y encadenan ya cuatro partidos consecutivos sin conocer la
victoria. Además, la derrota dolió más porque el Schalke04 empató en el
campo del Montpellier, por lo que una victoria ‘gunner’ les hubiera dado
el liderato. A los ingleses les queda el consuelo que estarán en el
sorteo para los octavos de final y que probablemente serán, junto al
Manchester United, el único equipo de la Premier en la máxima
competición europea. Aun así, Wenger tendrá un duro trabajo por delante
para que los suyos mejoren si no quieren pasar una temporada complicada.
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