Radamel Falcao / Getty
El Atlético de Madrid purgó sus pecados ante su afición y en el
Vicente Calderón en la tarde del domingo. Después de lo visto ante el
Deportivo dos ideas rondan la cabeza del aficionado colchonero: si en la
Europa League hubiese estado Falcao otro gallo hubiese cantado - otra
cosa es la importancia que se le de a la competición - y qué fue
exactamente lo que le pasó al equipo en el Santiago Bernabéu.
Sólo
hubo un equipo en el terreno de juego y... no sé como escribirlo, pero
quizá sólo hubo un jugador. Set y partido para el Atlético y hasta cinco
raquetazos para un Falcao que firmó un partido brutal. A uno se le
acaban los calificativos o, mejor dicho, no sabe exactamente qué decir a
un delantero que envía a la red todo, absolutamente todo lo que le
llega dentro del área. Cinco goles como cinco soles en un partido que
tenía más de entrenamiento que de oficial.
Y es que el equipo de
Simeone demuestra día a día que está más cerca de ese tipo de equipos,
es decir, de Real Madrid y Barça, que de los que vienen detrás suyo. El
Deportivo se unió en esta jornada 15 a la lista de equipos en la que ya
se han apuntado a lo largo de la temporada Athletic, Osasuna, Sevilla o
Getafe. Un listado de dudoso mérito en el que los partidos acaban justo
antes de llegar al descanso.
Una vez más, como no, fue Falcao
quien se ofreció, participó y marcó goles - hasta cinco - ante un
Deportivo muy flojo en defensa que se delató rápido con un error
garrafal de Aranzubía, que cediendo terreno dejó el espacio franco para
que Diego Costa se rehiciese de la expulsión del jueves y, como el
equipo, volviese a sonreir abriendo el marcador. Al fin y al cabo, al
Atleti lo que más le cuesta - y apenas lo hace - es abrir la lata porque
después, cuando se apunta el colombiano, las cosas van más bien
rodadas.
El delantero, apenas cinco minutos después del gol del
brasileño, amplió distancias con una cabalgada tremenda que acabó con un
balón ajustado a la portería de la red gallega. y Justo antes del
descanso, volvía a repetir haciendo uno de los goles de la temporada.
Desde la frontal, envió a la escuadra un disparo ante el que Aranzubía
poco pudo hacer. Golazo, delirio y partido sentenciado. Precio de la
entrada justificado, por otra parte.
Lo mejor de todo es que la
historia del delantero en este partido no acabó ahí. En diez minutos
firmó su hat-trick después de un penalti cometido sobre él mismo y haría
otros dos, de todos los colores, uno de cabeza y el último con un
disparo seco. Dieciséis goles para él. Convirtiendo errores de la
defensa, de sus compañeros y ¡seguro que hasta suyos propios!, si
hubiese hecho falta.
Ante esto, lo mejor que pudieron hacer los
de Oltra fue enviar un balón al palo en el primer tiempo. Valerón, a
pase de Riki. Pero lo blanquiazules no fueron más allá. Demostraron la
poca fortaleza de una defensa más bien endeble que esta vez ocupaban
Roderick y el canterano Insúa, que ni de lejos - a la vista está -
funcionó. Las bajas volvieron a lastrar a un conjunto coruñés que se
volvió a casa con un saco de goles firmados por Falcao en un partido en
el que sólo hubo un protagonista.
Mundo-deportes es un foro, si quieres opinar sobre esta noticia, respectando la opinión de los demás, regístrate, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis.