Getty Images
El pasado miércoles, el AC Milan sufrió un encuentro durísimo en
los cuartos de final de la Coppa Italia contra la Juventus. El cansancio
de los 120 minutos y la tristeza por la derrota final se debían notar
en las piernas de los jugadores que desplegara hoy Massimiliano Allegri
en el Marassi, y así ha ocurrido. Además, el preparador milanista eligió
a los mismos tres hombres que cayeron en Turín para enfrentarse hoy a
la Sampdoria, y la agilidad de reacción y de creación de ideas escaseó
entre Montolivo y Boateng, encargados de la creación, mientras que
Ambrosini no pudo aguantar más allá del minuto 25 con problemas
musculares.
Con ese panorama, Andrea Poli, Nenad Krstičić y Pedro Obiang hicieron
suya la medular desde el comienzo del encuentro. Especialmente activo
estuvo el ex interista, enlace entre los dos de arriba y el centro del
campo, generó varias ocasiones de gol, incluso alguna que pudo finalizar
él mismo. Con la posesión del balón, la Samp hacía daño al Milan. Sin
demasiados toques, sin un despliegue técnico soberbio pero lo
suficientemente eléctrico y vivaz para superar a la lenta defensa rossonera.
A ésta poco le ayudaba la nula presión de los delanteros milanistas,
además de que a Boateng, como mediocentro, le falta bastante capacidad
de sacrificio.
En los primeros veinte minutos, de hecho, el mejor jugador del Milan
con mucha diferencia sobre los demás fue Christian Abbiati, autor de
tres paradas prodigiosas que evitaron el primero de los blucerchiati.
En comparación, el partido de Romero en la portería de la Sampdoria fue
de lo más plácido. El argentino prácticamente no tuvo ninguna
intervención de mérito ya que sus rivales no le obligaron a ello. Esos
jugadores sumaban 60 años entre los tres, siendo el mayor de ellos
Bojan, con 22. El Shaarawy, por su parte, estuvo mucho más impreciso y
menos participativo que durante el resto de su buena temporada, mientras
que Niang aportaba más bien poco.
Pero a pesar de la superioridad genovesa, el Milan seguía aguantando
las acometidas y con cada llegada al área, aunque no creara ocasiones,
conseguía contener la respiración de las gradas del Marassi, que veían
en todo momento más cerca la victoria que la a priori más
probable derrota. Aun así, por la insistencia final milanista, el empate
final deja un buen sabor a la Sampdoria, que sigue alejándose de la
zona de descenso y además deja claro que tiene materia prima suficiente
para conseguir la salvación con holgura. El Milan, por el contrario,
sigue sin enlazar una racha de resultados que le permita optar
definitivamente por los puestos europeos, no digamos ya por la Champions
o el Scudetto.
Mundo-deportes es un foro si quieres opinar sobre esta noticia, respectando la opinión de los demás, regístrate, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis.