Cristiano Ronaldo / Getty
Después del esperpento en Pamplona, donde el Real Madrid terminó de
dejarse a la espera de un milagro que pueda lavar su cara en el
campeonato nacional, llega el momento donde los cuartos vuelven a estar
en juego para el equipo blanco: la Copa del Rey. Una opción de título
que es a día de hoy el mejor clavo al que agarrarse hasta que llegue la
Champions League, y quién sabe si también después. De ahí que este
Madrid no pueda permitirse deslices, despistes, ni abandonos en esta
competición. El rival, el Valencia, tampoco lo permitiría.
Y
es que el cuadro che llega en franca mejoría desde la llegada de
Ernesto Valverde. Si ambos equipos se encuentran en pleno proceso de la
búsqueda de su identidad en una temporada irregular, se podría decir que
el Valencia camina algún que otro paso por delante del Real Madrid. Y
de ahí que en este último fin de semana uno se contentara con empatar a
cero con el colista, mientras que el otro ganara de forma inapelable a
todo un Sevilla.
Una victoria ante los hombres de Míchel
sustentada en los goles de un Roberto Soldado que regresa al Santiago
Bernabéu convertido en un futbolista de los de verdad. Tuvo su
oportunidad en Concha Espina, pero ahora le disfrutan en la ciudad del
Turia y la selección española. Llegará seguro con ganas. Este mes ha
marcado a Getafe y Osasuna, y el Real Madrid cerraría su particular
tridente. Por detrás de él estará otro ex madridista como Parejo,
renacido de sus propias cenizas con Valverde. Y quienes también pasaron
por Valdebebas pero no llegarán a tiempo pese a tener el alta médica
serán Sergio Canales y Fernando Gago.
Con
la lesión de David Albelda, y la progresiva recuperación que se quiere
seguir con el Pintita, parece que será Tino Costa el que adquiera los
galones en el centro del campo che. Un contratiempo para un equipo
lanzado en su duelo con un Madrid que recupera a varios jugadores con
respecto al último lance liguero. No Sergio Ramos, tampoco Pepe, con
Marcelo inmerso en su plan de progresiva inclusión en el equipo, pero sí
que recupera a los sancionados Adán y, sobre todo, Cristiano Ronaldo.
El
luso se ha demostrado vital para el equipo blanco. Cuando no está, el
Real Madrid es otro, un equipo vulgar que deambula sin rumbo por el
campo. El ‘7’ blanco es el faro que los guía, el motor que tira del
carro, el ilusionista que fabrica huecos y ocasiones, reverdeciendo las
esperanzas de la afición. Y a su lado tendrá además seguramente a los
Ozil y Benzema después de haber descansado en Pamplona. No queda otra.
El Real Madrid se lo juega todo a esta carta, en otra final adelantada.
Y
después de que Adán cumpliera su sanción, queda por ver si Mourinho
vuelve a darle la alternativa bajo palos. En rueda de prensa no ha
querido confirmarlo ni desmentirlo aún. El Santiago Bernabéu espera
impaciente a lo que pueda hacer el técnico. El Real Madrid espera
impaciente a lo que pueda hacer el Bernabéu, si recibe o no a su
entrenador con la que sería la tercera pitada consecutiva. Va camino de
ser algo crónico.
GOAL,com