Álex Bergantiños admitió que entiende que "la gente esté cabreada" por la actual situación del Deportivo, pero quiso aseverar que los jugadores eran "los más cabreados", en alusión al incidente que se produjo ayer al final de los entrenamientos entre aficionados del Deportivo y algunos jugadores. Aún así, reiteró que "los insultos e incluso las agresiones, es algo que no tiene que consentirse en ningún sitio".
El centrocampista aprovechó para dejar claro que el grupo afrontará cada encuentro "como una final" y por eso pidió el apoyo "durante los noventa minutos", recordando que al final den encuentro estará todo el equipo en el centro del campo para que "muestren su opinión".
Y es que la afición blanquiazul, una de las más bulliciosas de la Liga BBVA y que llevó al equipo en volandas en su vuelta a Primera debe de ser "un jugador más", y debe tratar de ayudar al equipo durante la contienda para que todos vayan "en la misma dirección". Este fin de semana los coruñeses volverán a tener una gran prueba de fuego, pues se medirán al Granada, un equipo de la zona baja. Los herculinos son conscientes que la salvación pasa por Riazor, de donde no se pueden escapar más puntos.
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