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Realmente la sensación que quedó en esta jornada 24 es que al Atlético de Madrid le costó menos de lo esperado ganar en Valladolid. Tras las derrota en Vallecas y con la famosa última jugada del partido ante Rubin Kazan a cuestas, los rojiblancos salieron a Zorrilla mostrándose superiores en todo momento y controlando de cabo a rabo un choque en el que sin hacer demasiado, apenas concedieron ocasiones al Valladolid.
Los de Simeone se mostraron contundentes y aprovecharon las suyas cuando llegaron. Rápidamente tomaron el control, la posesión y tras una parada de Dani a Falcao, también la ventaja en el marcador. A la segunda no falló el colombiano, que con un nuevo zarpazo en boca de gol encarriló un choque con color visitante durante todo su primer tiempo.
Y es que el Valladolid se mostró inoperante en ataque. Apenas cumplió de forma precipitada con algún acercamiento a los dominios de Courtois, lo que dejó un balance bastante pobre para Javi Guerra, que apenas la olió y tuvo que ser sustituido después del entretiempo. No fue la solución, ya que tampoco Manucho cumplió con las labores que se esperan de un delantero.
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