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Algo se mueve en Mallorca dada la asistencia y actitud del público que por fin estuvo junto a su equipo en una noche que comenzaba con una muy buena temperatura, con Gregorio Manzano no tocando lo que le ha venido dando un aceptable resultado y, en esta ocasión, introduciendo a Pedro Bigas en el centro de la zaga junto al capitán José Carlos Nunes. Unay Emery, por su parte, devolvía a Fernando Navarro al lateral al regresar Tomás Botía como central y apostaba por Alberto Moreno en la parte izquierda del ataque.
Comenzó el encuentro con algún amago local pero enseguida se vio que el equipo andaluz iba a ser al que le tocara jugar el balón, replegándose todo el equipo mallorquín al tiempo que ejercía un férreo marcaje y confiaba en la velocidad de Giovani dos Santos. El partido andaba trabado y los nervionenses no conseguían encontrar resquicio alguno en la defensa insular, a pesar de utilizar una de sus mejores armas, las bandas.
Cuando se cumplía el primer cuarto de hora se desató el delirio en el Iberostar Estadio, Giovani dos Santos lanzaba una falta magistralmente, respondía veto Bastos con una magnífica intervención pero allí se encontraba el exsevillista Alejandro Alfaro para, libre de marca, aprovechar el rechace y enviar el balón al fondo de las mallas (1-0).
El gol en contra espoleó a los de Unai Emery que tres minutos después a punto estuvieron de igualar el marcador al lanzar Ivan Rakitic una falta desde la izquierda que nadie tocaría y Dudú Aouate controlaría con serias dificultades. El Mallorca se echaba más atrás, si cabe, y el Sevilla apretaba más y más aunque sin crear excesivo peligro.
La tónica se fue acentuando y así sería hasta llegar al descanso, el equipo hispalense llevaba la batuta y los bermellones trataban de salir al contraataque, gracias a lo cual dispusieron de alguna buena ocasión aunque la mejor sería en un inteligente centro de Tomás Pina que Alejandro Alfaro estuvo a punto de aprovechar de no ser por el meta luso..
Los instantes finales de la primera mitad fueron de continuo asedio andaluz, con Víctor Casadesús llegando a situarse como lateral izquierdo y con Dudú Aouate haciéndose con un balón rematado por Federico Fazio en difícil posición pero ante la presencia de Álvaro Negredo.
El Mallorca había repuesto fuerzas y tras el descanso volvía a presionar con más intensidad y algo más adelantado, estaba por ver cuánto tiempo podía aguantar; mientras tanto llegó el que pudo ser el gol del campeonato si la volea desde 30 metros que lazó Pep Lluis Martí no se hubiese estrellado en el travesaño.
Ante esta situación el míster guipuzcoano decidió mover ficha y en el 50’ dio entrada a Papa Babá en sustitución de un mediocre Geoffrey Kondogbia. Tras un arranque en solictario de Giovani dos antos que casi destroza a la defensa andaluza, Jesús Navas lanzó desde lejos y el balón, tras rebotar en un contrario, salió a córner por muy poco.
La mejor jugada del encuentro llegaría en el minuto 58 con una gran internada de Allan Hutton y un espléndido remate de cabeza a bocajarro de Giovani dos Santos que rechazó increíblemente Beto bastos cuando ya se cantaba el segundo gol balear. La réplica sería fatal para los intereses locales ya que dos minutos más tarde un magistral pase entre líneas de Ivan Rakitic lo controló Álvaro Negredo quien definió perfectamente ante Dudú Aouate en el, hasta ese momento, único error de la zaga local (1-1).
Sin dar respiro alguno llegó el segundo gol de Alejandro Alfaro en el 65’ al aprovechar otro rechace, en este caso tras el remate de Giovani dos Santos, a la salida de un córner, que se estrelló en el poste, doblete y resurgir del onubense. Antes de sacar de centro reaccionó Unai Emery dando entrada a José Antonio Reyes en sustitución de Tomás Botía (2-1).
Iban a llegar los minutos de mayor acoso andaluz pese a lo cual los mallorquines seguían realizando rápidos contraataques. Minutos más tarde se retiraría Pepe Lluis Martí, lesionado, entrando Javi Márquez en su lugar. N el 75’ Dudú Aouate realizaría una plástica parada a remate de Coke Andújar.
A partir de ese momento el partido se volvería loco, todavía habría tres sustituciones más, el balón rodaba sin control, incluso se ensució algo el juego y el colegiado empezó a perder los papeles hasta acabar dando su particular nota al expulsar a Javi Márquez por pérdida de tiempo.
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