El Real Madrid no tiene ya nada que ganar en esta Liga en la que se dejó llevar hace más tiempo del que debiera seguramente. Aferrado a sus opciones en Copa y Champions, ha venido menospreciando el campeonato de la regularidad progresivamente, hasta definitivamente demostrar no tener rubor alguno en reconocerlo el pasado sábado en Zaragoza. Sin embargo, este fin de semana visita el Santiago Bernabéu un rival de ésos que atraen de forma especial al madridismo, de ésos contra el que se pone carne en el asador aunque no haya hambre alguna que saciar: el Levante.
Y es que el conjunto granota poco menos que ha sido una de las grandes bestias negras del Real Madrid desde que José Mourinho aterrizara en el banquillo. Sobre todo en el Ciutat de Valencia, donde los merengues sólo han ganado en una de las cuatro ocasiones que lo han visitado en las últimas tres temporadas. En el coliseo blanco ha podido devolverle siempre la moneda, con tres goleadas contundentes hasta el momento (8-0, 2-0, 4-2), pero es que se trata de algo más que resultados. Se trata, en el caso del Real Madrid, del orgullo de poder vencer a un rival que siempre ha puesto muy cara su rendición. Usando para ello uñas, dientes, y como en el último partido, hasta codos. Pues además de esta reciente y creciente rivalidad deportiva, si por algo viene jaleado este partido es por las tanganas del partido de la primera vuelta.
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Y es que el conjunto granota poco menos que ha sido una de las grandes bestias negras del Real Madrid desde que José Mourinho aterrizara en el banquillo. Sobre todo en el Ciutat de Valencia, donde los merengues sólo han ganado en una de las cuatro ocasiones que lo han visitado en las últimas tres temporadas. En el coliseo blanco ha podido devolverle siempre la moneda, con tres goleadas contundentes hasta el momento (8-0, 2-0, 4-2), pero es que se trata de algo más que resultados. Se trata, en el caso del Real Madrid, del orgullo de poder vencer a un rival que siempre ha puesto muy cara su rendición. Usando para ello uñas, dientes, y como en el último partido, hasta codos. Pues además de esta reciente y creciente rivalidad deportiva, si por algo viene jaleado este partido es por las tanganas del partido de la primera vuelta.
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