Derbi londinense el que hemos vivido hoy. Un derbi cargado de historias y de odio atávico entre ambos vecinos del barrio de Fulham. Y hoy se han cumplido otros dos momentos históricos para añadir a la larga leyenda del “SW6 Derby” (llamado así porque ambos clubes comparten el mismo código postal: SW6) pues David Luiz cumplía 100 partidos con la elastica “blue” y un tal Frank Lampard llegaba a la friolera de 600 partidos partidos defendiendo los colores del Chelsea. Si bien es cierto que en los últimos años las diferencias entre clubes han ido bajando la competitividad de estos encuentro, un derbi es un derbi y así lo viven en Londres.
Empezó atacando el Fulham, guiado por un activo Karagunis que distribuía el juego del equipo de Martin Jol mientras el Chelsea se dedicaba a esperar bien guardado atrás y amenazar de vez en cuando la puerta de Schwarcer con el desborde y la calidad de Mata y Hazard y la continua movilidad de Torres en la punta. Y así transcurrió la primera mitad, entre idas y venidas de ambos conjuntos hasta que David Luiz se sacó de la chistera uno de los goles más preciosos de lo que va de Premier: el brasileño suelta un zapatazo brutal desde unos treinta metros que se cuela fuerte y preciso en la escuadra de la meta del Fulham. Sencillamente un golazo.
Desde el gol se creció el Chelsea y se vino arriba, presionando más a Karagunis y desarmando el ataque de los de Jol. Y en estas que Lampard lanzó una falta lejana, como a veinticinco metros del arco con una virulencia y potencia tal que Schwarcer solo alcanzó a despejarla a córner. Y más porque se la encontró y le dio entre la cara y el hombro que porque quisiera hacerlo. De ese córner vino el 0-2 para el Chelsea, obra de Terry, que cabecea a gol el centro de Mata tras sacar en corto el córner. La tímida reacción que había tenido en Fulham intentado irse arriba y buscar a Berbatov (muy lejos del nivel que tuvo en el United) se vio truncada con este tanto y poco más hubo hasta que ambos conjuntos se fueron a los vestuarios.
El segundo periodo arrancó con un Chelsea que no quería que se le fuera el partido y evitar la posible reacción del Fulham. Aunque, mediada la segunda parte casí hace el primero el Fulham con un remate de cabeza de Senderos que saca en la linea su propio compañero Petric en un fallo garrafal del delantero. Ante este amago el Chelsea se fue arriba y, en otro saque de esquina, Torres cabecea el centro de Mata en primera instancia aunque termina siendo Terry el que empuja la pelota al fondo de la red y logra un doblete nueve años después del último. 0-3 y ahí se terminó el partido. El Fulham intentaba hacer cosas pero le faltaba o la fe o la calidad para amenazar a Cech.
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