Empate en el Nuevo Los Cármenes entre Granada CF y Real Valladolid. Salieron muy bien los rojiblancos horizontales, buscando dominar el partido y con peligrosas ocasiones que pusieron al guardameta Jaime en apuros. Los pucelanos apenas llegaron al área nazarí durante toda la primera parte
Las grandes internadas por banda izquierda de Siqueira que no las aprovecharon los hombres de arriba. Jaime, exportero del Eche, fue el mejor de la primera parte. Hizo tres paradones y desbarató cada oportinidad del Granada seguía con su habitual falta de gol, aunque dominando el partido por completo.
Con un Valladolid muy firme en defensa pero prácticamente nulo en ataque, y casi sin saber cómo podían continuar con la portería a cero, se llegó al descanso. El vasco Delgado Ferreiro no añadió ni un minuto, aunque hubo varias interrupciones en la primera parte, incluso discutió con el banquillo local.
Tras la reanudación del encuentro, el Granada llegaba bien a la portería rival pero no materializaba. Y es que es, tras el Osasuna, el segundo equipo de la Liga BBVA que menos goles ha anotado en esta temporada. A los 13 minutos de la segunda parte, un golazo de falta con la derecha de Ebert dejaba mudo a todo el estadio. El balón entró por la escuadra, imparable para el guardameta Roberto.
Poco a poco al Granada le iba pudiendo la ansiedad y el cansancio. La afición animaba sin parar pero veía como su equipo no conseguía marcar. En el minuto 63, Lucas Alcaraz metió a Buonannote en el campo y revolucionó el partido.
A los pocos minutos de entrar, y tras un córner, Nyom lanzó un potente disparo que se estrelló en el palo, y cuyo rechace metió Ighalo pero su gol es anulado por fuera de juego. El aficionado granadinista no podía creer lo que estaba sucediendo.
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Las grandes internadas por banda izquierda de Siqueira que no las aprovecharon los hombres de arriba. Jaime, exportero del Eche, fue el mejor de la primera parte. Hizo tres paradones y desbarató cada oportinidad del Granada seguía con su habitual falta de gol, aunque dominando el partido por completo.
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Poco a poco al Granada le iba pudiendo la ansiedad y el cansancio. La afición animaba sin parar pero veía como su equipo no conseguía marcar. En el minuto 63, Lucas Alcaraz metió a Buonannote en el campo y revolucionó el partido.
A los pocos minutos de entrar, y tras un córner, Nyom lanzó un potente disparo que se estrelló en el palo, y cuyo rechace metió Ighalo pero su gol es anulado por fuera de juego. El aficionado granadinista no podía creer lo que estaba sucediendo.
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