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Real Sociedad y Granada han ofrecido un gran espectáculo. Los realistas se adelantaron por dos ocasiones por mediación de Agirretxe mostrando en algunas fases un exquisito fútbol que terminó sin gasolina. La entrada de Buonanotte al campo y la fe condujeron a los andaluces a empatar el partido y agarrarse con firmeza a la salvación. La Real conserva su cuarta plaza, la que da acceso a la Champions.
Siete ciudades observaban con detenimiento el encuentro entre donostiarras y granadinos. El Valencia por optar a la cuarta posición y otros seis equipos porque se están jugando la presencia el próximo año en Primera. El equipo realista salió con un valiente 4-1-4-1 al césped de Anoeta para recuperar la plaza que da acceso a la Champions. Pronto encarrilaron el encuentro con una falta botada por Castro que Agirretxe dirigía a las mallas. Ocho minutos y la Real tomaba ventaja en el electrónico.
Lejos de amilanarse, el ataque nazarí encabezado por Brahimi y El Arabi había avisado de su calidad previamente hasta que otra acción de ambos terminaba con un disparo de Torje que era recogido por el marroquí para empatar el partido al cuarto de hora. El juego regresaba al inicio; a la casilla de salida con un partido muy vivo.
La Real asumía su papel de local circulando pacientemente el balón y los rojiblancos esperaban replegados lanzando contras letales. Se olía el peligro en cualquier área. Al borde del descanso, un rápido ataque realista llegaba al mexicano Vela para servir un esférico a media altura que era rematado por Agirretxe con el pecho. A lo torero, 13 goles del guipuzcoano en Liga en una faena memorable del ariete.
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Lejos de amilanarse, el ataque nazarí encabezado por Brahimi y El Arabi había avisado de su calidad previamente hasta que otra acción de ambos terminaba con un disparo de Torje que era recogido por el marroquí para empatar el partido al cuarto de hora. El juego regresaba al inicio; a la casilla de salida con un partido muy vivo.
La Real asumía su papel de local circulando pacientemente el balón y los rojiblancos esperaban replegados lanzando contras letales. Se olía el peligro en cualquier área. Al borde del descanso, un rápido ataque realista llegaba al mexicano Vela para servir un esférico a media altura que era rematado por Agirretxe con el pecho. A lo torero, 13 goles del guipuzcoano en Liga en una faena memorable del ariete.
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