El Atlético de Madrid no se jugaba nada en el Calderón frente a un Mallorca necesitado de victoria para evitar el descenso. En el estadio del Manzanares se respiraba ambiente de fiesta tras la victoria el pasado viernes en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Los jugadores ofrecieron la Copa a los aficionados que respondieron nombrando con cánticos a cada uno de los Campeones en los primeros compases del partido. Salieron con ganas los visitantes dominando los primeros minutos: Javi Márquez dejó claro que el Mallorca venía sin miedo y tuvo la primera ocasión del partido con un tiro desde fuera del área que despejó Courtois con una gran parada. El mismo protagonista tuvo la segunda ocasión del Mallorca que se fue desviaba por encima del larguero. Los atléticos parecían cansados, la final de Copa, las celebraciones y su viaje a Singapur hicieron que la energía no fuese la habitual en los del Cholo.
Pese al cansancio, el Atleti no se mostró relajado y dejó claro que venían dispuestos a tomarse el partido muy en serio. Sino que se lo digan a Diego Costa, que no se cortó ni un pelo y recibió la primera amarilla. El Cholo no estuvo de acuerdo con la decisión y sus protestas estuvieron a punto de costarle la expulsión. En ese momento el Atlético espabiló, el equipo se mostró más activo, con mucho movimiento de balón y un gran Arda Turan recorriendo la banda y generando juego. La primera ocasión clara llegó con el cabezazo de Falcao que se va fuera por muy poco. Por si fuera poco la delicada situación del Mallorca, uno de los grandes baluartes del equipo, Hemed, tuvo que abandonar el partido por lesión, dejando paso a Nsue. Los baleares ya no llegaban a puerta y el Atleti se hizo con el partido. Diego Costa fue uno de los más destacados y marcó tras un remate de cabeza pero que sería anulado por un acertado fuera de juego. Con pocas ocasiones y un partido sin demasiadas emociones llegó el descanso en el Calderón.
El segundo tiempo llegó sin cambios. Los locales seguían dominando ante un Mallorca que no parecía estarse jugando el descenso. La ocasión más clara hasta el momento de los del ex-entrenador del Atleti, Gregorio Manzano, llegó con una falta botada de Giovani, que no pudo con un inmenso Thibaut Courtois que volvió a demostrar porque fue uno de los héroes de la final de Copa, con una impresionante parada. El Calderón respondió coreando su nombre, para poco después dar una enorme ovación a Arda Turan que fue sustituido por el canterano Óliver y Gabi que s retiró para dejar paso a Adrián. El Atlético contraatacó con fuerza y el balón rondaba el área pequeña de los visitantes más de lo que estos se podían permitir. El miedo lo trajo nuevamente el brasileño Diego Costa que en una gran jugada individual en la que regateó a dos jugadores rivales para acabar poniendo un centro demasiado esquinado que no consiguieron rematar.
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Pese al cansancio, el Atleti no se mostró relajado y dejó claro que venían dispuestos a tomarse el partido muy en serio. Sino que se lo digan a Diego Costa, que no se cortó ni un pelo y recibió la primera amarilla. El Cholo no estuvo de acuerdo con la decisión y sus protestas estuvieron a punto de costarle la expulsión. En ese momento el Atlético espabiló, el equipo se mostró más activo, con mucho movimiento de balón y un gran Arda Turan recorriendo la banda y generando juego. La primera ocasión clara llegó con el cabezazo de Falcao que se va fuera por muy poco. Por si fuera poco la delicada situación del Mallorca, uno de los grandes baluartes del equipo, Hemed, tuvo que abandonar el partido por lesión, dejando paso a Nsue. Los baleares ya no llegaban a puerta y el Atleti se hizo con el partido. Diego Costa fue uno de los más destacados y marcó tras un remate de cabeza pero que sería anulado por un acertado fuera de juego. Con pocas ocasiones y un partido sin demasiadas emociones llegó el descanso en el Calderón.
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