El compromiso iba a jugarse en el Nacional Bukit Jalil, pero cuando los catalanes realizaron allí los entrenamientos previos, se dieron cuenta que el estado del terreno de juego no estaba en condiciones y solicitaron el cambio de escenario para prevenir posibles lesiones. Los organizadores del amistoso accedieron y así, ya en el estadio Shah Alamsí, la pelota rodó como le gusta a los culés.
Sin embargo, los contratiempos no se terminaron ahí. Es que en los minutos previos al inicio del juego, se hizo oficial la ausencia de Messi, que ni siquiera estuvo sentado entre lo ssuplentes debido a una sobrecarga muscular. El argentino que sí dio el presente entre los titulares fue Javier Mascherano.
Como durante gran parte del partido, el Barcelona no se exigió demasiado para vencer al débil combinado local. No obstante, tardó mucho en llegar el primer grito: a los 32', Neymar recibió por izquierda, combinó con Jordi Alba que pasó a toda velocidad, metió el centro y Cesc Fábregas cabeceó al gol.
Malasia XI sintió el tanto español y reaccionó con dos oportunidades consecutivas en las que se salvó Barcelona, hasta que en la tercera vino el empate. Salió de contragolpe el equipo malayo y Yahyah aprovechó la mala ubicación de Víctor Valdés para rematar directo al ángulo superior derecho de su arco. Pero al instante, respondió Neymar, que controló y definió abajo, pegado al poste, para decretar el 2-1 antes de irse al descanso.
Ya en el complemento, los de Martino siguieron en la búsqueda sin prisa, pero sin pausa. Así, la única emoción de la segunda parte llegó a falta de un cuarto de hora para el final. Barça amplió la ventaja, que para ese entonces ya se esperaba que fuera mayor. Piqué recibió solo en el centro del área y, cual delantero goleador, infló la red con un bombazo luego de controlar perfectamente.
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