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Llegó el fútbol a Vallecas para que Rayo y Elche inaugurasen su particular Liga, esa en la cual tocará sufrir hasta el final para seguir una temporada más en Primera División, y lo hizo con un duelo intenso en el que los franjirrojos lograron llevarse la victoria para dejar los tres puntos en casa.
El duelo, disputado bajo un intenso calor en la capital de España, mostró igualdad por parte de ambos conjuntos en los primeros compases de la primera parte, pero poco a poco los de Jémez se hicieron con el control de la pelota y empezaron a construir, sin alardes, un fútbol práctico y con sentido.
El Elche, por su parte, fue perdiendo empuje después de un arranque que invitaba al optimismo, y acabó cediendo tanto la iniciativa a su rival que al final acabó perdiendo su capacidad de hacer daño. Precisamente fue una acción de fe por parte del Rayo la que motivó que los vallecanos se adelantasen en el marcador, gracias a una jugada por banda que culminó perfectamente Alberto Bueno para fusilar a Herrera.
Pero los locales estaban dispuestos a hacer aún más daño a su rival en la primera parte, y el recién ingresado Alberto Perea (que había sustituido a José Carlos por lesión), se sacó un gran disparo seco que perforó la meta ilicitana y decantó claramente el choque antes del descanso.
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