Tras debutar con el Barça y protagonizar una “espantá”, a Valdés se le colocó un sambenito que a día de hoy no se ha podido sacar. Su imagen un poco chulesca no le ha ayudado, pero al final, sus hechos han desmentido una serie de historias que se han comentado de él que no eran ciertas. Su comportamiento por ejemplo en la selección, es ejemplar.
Nunca un pero. Nunca una queja. Siempre aceptando el rol de segundo portero estando quizás, en mejor forma que casillas. Pero Valdés nunca ha mostrado ni una queja, ni un enfado y ha seguido con la selección con una cara de felicidad que no muestra con el Barça.
A Valdés no se le trata con el cariño que se debería. Supongo que por su carácter, sus inicios, no lo sé, pero alguien que ha ganado cinco trofeos Zamora, que ha dado al Barça más de una Champions con sus intervenciones, debería tener mucho mas reconocimiento y prestigio. Valdés callado ha conseguido enterrar fantasmas y demostrar que además de un gran portero, es mejor persona y un excelente compañero de equipo y selección.
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