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El gol de Denswill en el tiempo de descuento no mató definitivamente a un Milan absolutamente perdido en defensa y con muchos problemas en ataque, un equipo al que también ahora le cuesta llegar con peligro a la portería contraria. Los despistes en la marca, la mala colocación y la poca contundencia a la hora de sacar balones del área permitieron al central del Ajax anotar el que parecía gol de la victoria en el tiempo de descuento e hizo temblar los hilos que sostienen a Massimiliano Allegri en el banquillo del conjunto rossonero. Pero el tanto de Balotelli, de penalty, en el 94, rebajó las críticas y selló un resultado más que justo.
Tal y como ha empezado el Milan la Serie A, lo que le costó ganar a la Sampdoria y lo que también tuvo que sudar para ganar al Celtic, pudieron hoy acabar de rematar a un equipo que todavía anda buscando su juego, tanto en Italia, como en Europa. El entrenador empieza a estar cuestionado, no sólo por una directiva que lo lleva cuestionando desde hace dos temporadas, sino ahora también por los aficionados y la prensa, quién no le pasan una.
El Milan hoy no jugó mal. Tuvo el balón, generó algunas ocasiones e incluso pudo llevarse la victoria si no hubiera sido por el portero local Cillessen, que sacó algunos balones con peligro, sobre todo uno justo antes del gol local, a buen disparo de Balotelli.
Pero la falta de gol y los errores defensivos le condenaron en el arreón final del Ajax, que presionó arriba y empezó a generar peligro cuando vio que la victoria era todavía posible. Y marcó en el 88, pero el gol de Schöne veía precedido de una mano clara y el árbitro lo anuló correctamente. El que sí subió al marcador fue el de Denswil, en el 91, un gol que evidenció la falta de actitud y poderío defensivo de la entidad milanesa.
Pudo haber ganado, tuvo el partido perdido, pero al final lo empató. Y fue el de siempre. Mario Balotelli transformaría un penalty (inexistente) cometido sobre sí mismo en el 93 y arreglaría las cosas para un conjunto que debe continuar buscando su sitio. Fuente goal.com
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Tal y como ha empezado el Milan la Serie A, lo que le costó ganar a la Sampdoria y lo que también tuvo que sudar para ganar al Celtic, pudieron hoy acabar de rematar a un equipo que todavía anda buscando su juego, tanto en Italia, como en Europa. El entrenador empieza a estar cuestionado, no sólo por una directiva que lo lleva cuestionando desde hace dos temporadas, sino ahora también por los aficionados y la prensa, quién no le pasan una.
El Milan hoy no jugó mal. Tuvo el balón, generó algunas ocasiones e incluso pudo llevarse la victoria si no hubiera sido por el portero local Cillessen, que sacó algunos balones con peligro, sobre todo uno justo antes del gol local, a buen disparo de Balotelli.
Pero la falta de gol y los errores defensivos le condenaron en el arreón final del Ajax, que presionó arriba y empezó a generar peligro cuando vio que la victoria era todavía posible. Y marcó en el 88, pero el gol de Schöne veía precedido de una mano clara y el árbitro lo anuló correctamente. El que sí subió al marcador fue el de Denswil, en el 91, un gol que evidenció la falta de actitud y poderío defensivo de la entidad milanesa.
Pudo haber ganado, tuvo el partido perdido, pero al final lo empató. Y fue el de siempre. Mario Balotelli transformaría un penalty (inexistente) cometido sobre sí mismo en el 93 y arreglaría las cosas para un conjunto que debe continuar buscando su sitio. Fuente goal.com
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