Liga Endesa "Resúmenes 2013/14"

83 - CB Valladolid (24+25+21+13): Rowe (12), Martínez (7), Suka-Umu (5), Johnson (15), Haritopoulos (18), -cinco inicial-, Andusic (14), Sinanovic (2), Cvetinovic (4), Drenovac (4), Viljhamsson (2) e Izquierdo (-).

105 - Real Madrid (28+24+27+26): LLull (20), Rudy Fernández (12), Darden (16), Bourousis (5), Mejri (11) -cinco inicial-, Reyes (16), Sergio Rodríguez (13), Slaughter (2), Draper (1) y Daniel Díez (9).

Un Real Madrid descafeinado, que reservó fuerzas (y jugadores: no estuvieron ni Mirotic ni Carroll) para la Copa del Rey, se impuso hoy a un envalentonado CB Valladolid, que mostró su mejor imagen hasta la fecha y que disfrutó ante un rival al que sabía que no podía ganar, lo que le permitió jugar sin la presión habitual.

Los madrileños salieron con poca intensidad a la pista, conscientes de su superioridad ante el colista de la clasificación, que tan sólo podía aspirar a no dejarse arrastrar por el vendaval blanco, lo que permitió a los locales disputar con comodidad los primeros minutos y mantenerse en el partido (12-13).

El Real Madrid controlaba el marcador sin hacer alarde de su potencial, con varios de sus mejores jugadores en el banquillo, lo que derivó en errores que supo aprovechar el cuadro de Ricard Casas para seguir cerca del líder y terminar el primer cuarto sólo cuatro puntos por debajo (24-28).

Toda una odisea para el CB Valladolid, que salió sin miedo y dispuesto a plantar cara ante un contendiente que jugaba a medio gas y que realizó concesiones, que tuvieron su reflejo en el electrónico (34-35) y que envalentonaron a los locales, con Andjusic y Johnson como líderes.

A pesar de ello, el Real Madrid no perdió el dominio y, en cuanto apretaba el acelerador, ponía tierra de por medio (36-46), con Reyes en la cancha, aunque el conjunto morado no quiso rendirse y mostró su mejor imagen (un 57% en triples), jugando bien como grupo, para llegar al descanso con un sorprendente 49-52.

Tras la reanudación se esperaba a un Madrid más agresivo que buscara romper el partido, pero no fue así, ya que mantuvo esa falta de intensidad de la primera mitad, dando alas a un CB Valladolid entonado, que volvió a ponerse a un punto (62-63), aunque Llull tomó las riendas madridistas para ampliar la renta de su equipo (66-73).

A Llull le secundaron Reyes y Rudy Fernández, que dejaron la diferencia en nueve puntos (70-79) al término del tercer cuarto.

En el último tiempo, Pablo Laso sacó a Sergio Rodríguez, Reyes, Llull, Rudy y Slaughter para poner fin al sueño de los locales, tras endosar un parcial de 4-11 (74-91) que Casas intentó recuperar con un tiempo muerto, aunque ya de nada sirvió, puesto que el Real Madrid llegó con más fuerzas al tramo final y no perdonó (83-105).

80 - Cajasol (18+13+23+26): Satoransky (10), Sastre (13), Mata (4), Landry (17), Balvin (7) -quinteto inicial-, Franch (8), Bamforth (2), Porzingis (9), Radicevic (2), Burjanadze (0) y Harnangómez (8).

59 - Gipuzkoa Basket (20+9+11+19): Neto (5), Motos (0), Cortaberría (5), Doblas (23), Ramsdell (6) -quinteto inicial-, Robinson (2), Winchester (6), Salgado (9), Olaizola (2) y Hanley (1).

El Cajasol empezó la segunda vuelta con un rotundo triunfo en su cancha frente al Gipuzkoa Basket, por 80-59, que cimentó desde la defensa y que le permite deshacer el empate a ocho victorias con su rival vasco en la pugna que ambos mantienen por meterse en puestos por el Playoff de la Liga Endesa.

El pívot visitante David Doblas fue el gran protagonista del arranque del encuentro, en el que anotó ocho puntos casi consecutivos que permitieron a los donostiarras adquirir las primeras rentas en el electrónico ante un Cajasol errático en ataque al que sólo el acierto de Joan Sastre mantenía en contacto.

El segundo triple del capitán cajista, mediado el segundo periodo, puso por delante por vez primera a los locales, que redoblaron sus esfuerzos defensivos para marcharse al descanso encajando sólo nueve puntos en los segundos diez minutos y con una mínima ventaja (31-29).

Al regreso del vestuario, los donostiarras continuaban estrellándose contra el muro de Aíto García Reneses, que recetaba continuos cambios de defensa para mantener al rival en anotaciones muy bajas e ir estirando una diferencia que pronto estuvo por encima de los diez puntos (41-31, min. 25).

Las irrupciones desde el banquillo del interior letón Kristaps Porzingis y del base suplente Josep Franch fueron capitales para que el Cajasol mantuviese cierto pulso ofensivo durante este tercer periodo, en el que se gestó su victoria, pues antes de los diez minutos decisivos la ventaja sevillana era bastante cómoda (54-40).

Con la victoria prácticamente asegurada, el objetivo del Cajasol en el último periodo era mantener la diferencia lo más abultada posible para asegurarse el basket average en caso de empate a triunfos al final de la primera fase de la competición.

Una técnica a Julen Olaizola por sus airadas protestas contribuyó a que los andaluces no pasasen apuros frente a un adversario muy limitado en ataque en el que sólo cabe salvar a Doblas, máximo anotador del partido con 23 puntos y "faro" de un equipo en el que cuatro de sus jugadores terminaron con valoración inferior a cero.

87 - Fuenlabrada (27+19+18+23): Pérez (7), Paunic (7), Panko (33), Vega (2), Diagné (2) -equipo inicial-, Cabezas (-), Arnold (4), Vargas (2), Montañez (3) y Feldeine (27).

84 - UCAM Murcia (20+25+14+25): San Miguel (8), Ben Romdhane (8), Rodríguez (14), Mickeal (8), Tillie (15), -equipo inicial-, Lima (9), Sánchez (4), Davis (18) y Grimau (-).

El ala-pívot estadounidense del Baloncesto Fuenlabrada Andy Panko lideró a su equipo para sumar su tercera victoria consecutiva frente al UCAM Murcia, con una destacada actuación en la que logró 33 puntos (su tope anotador en la competición) y sumó 32 de valoración, en su partido número 300 en la Liga Endesa.

Panko y el neoyorquino con pasaporte dominicano James Feldeine, que marcó 27 puntos y tuvo 25 de valoración, fueron los líderes de un Fuenlabrada que dominó el encuentro, pero que a punto estuvo de tirar la ventaja en los dos minutos finales, en los que Berni Rodríguez pudo forzar la prórroga para el UCAM con un lanzamiento de tres, errado en el último segundo.

Ambos equipos salieron conscientes de lo que se jugaban, y de que el enfrentamiento era directo entre equipos en la misma zona de la tabla clasificatoria. Anulado bien el francés Kim Tillie por la defensa local, que le sacó dos faltas en los primeros cuatro minutos, los murcianos apostaron por el tiro exterior, encadenando cuatro triples consecutivos, (15-15, min. 6).

Sin embargo, el Fuenlabrada no perdía el control del partido, aprovechando las facilidades de la defensa del equipo murciano, que permitía sumar puntos y más puntos a Andy Panko, con 13 tantos en el primer periodo. Él mismo, con un triple y dos tiros libres, cerraba el cuarto con ventaja local (27-20).

El conjunto de Madrid incrementaba su ventaja en el segundo cuarto, llegando a ponerse diez puntos por encima (38-28, min. 14), liderados por Carlos Cabezas y James Feldeine, mientras que por el conjunto universitario era el estadounidense Dwayne Davis, a la postre máximo anotador de su equipo con 18 puntos, se convertía en la pesadilla local con 13 puntos en este periodo.

Con una mezcla de defensa presionante en la salida de UCAM Murcia y varios errores por precipitación de Fuenlabrada, que tiraba su buen trabajo en el rebote con varias pérdidas en el contraataque, la diferencia se estrechaba hasta el punto de llegar al descanso con un 46-45.

Tras el intermedio, parecía que el UCAM conseguía más claridad en el ataque por el exterior, ya que por dentro Tillie seguía eficazmente anulado por un Moussa Diagné en un nivel muy alto. Mientras tanto, el ataque fuenlabreño seguía apoyándose en el gran talento individual de Panko y Feldeine, a quienes la defensa murciana no lograba controlar y que mantenían por delante a su equipo (64-59).

Llegado el último periodo, Andy Panko pareció dispuesto a demostrar en su partido 300 por qué ha sido el MVP del mes de enero, respondiendo él solo a todas las acometidas del UCAM, con triples y canastas que le llevaron a superar la treintena de puntos y poner al su equipo diez tantos arriba (77-67, min. 34).

Mientras Panko seguía en su particular festín anotador, los de Marcelo Nicola trataban de hacer lo posible por no distanciarse con una defensa en la salida de jugada y buscaban el juego interior en ataque, apoyándose en Tillie, que, pese a todo, concluyó con 15 puntos el encuentro, y en el brasileño Augusto Lima.

Pero ni con el norteamericano fuera de pista, al sumar su cuarta falta, mejoraba la situación para UCAM Murcia, ya que Feldeine recogía su testigo con triples y robos.

Aún así, parece que en el Fernando Martín están abonados a los finales interesantes. Con un Fuenlabrada convencido de su victorias, los visitantes encadenaron un 0-8 de parcial que les permitía llegar a la última posesión con tres puntos de desventaja (87-84). Sin embargo, el triple Berni Rodríguez se iba fuera y los locales festejaban la victoria, la tercera consecutiva para ellos.

84-Rio Natura Monbus (23+26+18+17): Rafa Luz (2), Pavel Pumprla (16), Alberto Corbacho (9), Mario Delas (4), Mike Muscala (25) -cinco inicial-, Oriol Junyent (10), Benjamin Dewar (9), Vasilis Xanthopoulos (5), Durand Scott (2) y Micky García Stobart (2).

76-Iberostar Tenerife (20+20+14+22): Ricardo Úriz (9), Saúl Blanco (13), Levi Rost (3), Luke Sikma (2), Blagota Sekulic (22) -cinco inicial-, Carles Bivià (3), Nicolás Richotti (14), Juan Pedro Gutiérrez (8) y Diego Fajardo (2).



El Rio Natura Monbus se ha impuesto al Iberostar Tenerife (84-76) en un duelo en el que, a pesar manejar rentas en torno a los diez puntos, tuvo que sufrir hasta el último cuarto por los problemas de faltas personales de sus hombres altos y el espíritu derrochado sobre la pista el rival.

La igualdad fue la tónica dominante en el primer cuarto, en la que ni locales ni visitantes superaron los tres puntos de renta, debido a que ambos cargaron el juego sobre sus mejores hombres, por lo que tanto Blagota Sekulic como Mike Muscala alcanzaron los dobles dígitos en anotación en esos primeros diez minutos.

El Iberostar Tenerife se apoyó en las acciones individuales del propio Sekulic y de Saúl Blanco, mientras que el conjunto santiagués buscó a sus tiradores abiertos, aunque su la falta -1/9 en triples- derivó en un mayor protagonismo de Muscala, que se fue hasta los catorce puntos y diecisiete de valoración y, con una canasta suya, cerró el cuarto con la máxima para el Obradoiro (23-20).

El inicio del segundo cuarto prolongó el buen momento de los locales, que estiraron su renta hasta los siete puntos (27-20, min. 11), un horizonte despejado solo ensombrecido por la segunda falta de Muscala, que tuvo que ser sustituido.

Los hombres de Moncho Fernández no se pararon por la baja momentánea del pívot norteamericano, mucho más agresivos atrás, algo que se tradujo en más faltas pero también en un control sobre el tempo del partido que estiró la renta hasta los doce puntos (49-37, min. 19), que solo un triple final de Úriz impidió que fuera el marcador al descanso (49-40).

La reanudación no mejoró el nivel del juego y las pérdidas y los errores en tiros relativamente cómodos provocaron que la distancia no sufriera variaciones importantes, así llegaron los trece puntos a favor del Rio Natura Monbus (67-53, min. 29) y acercamientos del Iberostar Tenerife que llegó a ponerse a seis de distancia (49-43, min. 21).

El saldo final del tercer período fue positivo para el Obradoiro, ya que se cerró con trece puntos de distancia a su favor (67-54), pero el partido todavía seguía en el aire por las numerosas faltas personales de los pívots santiagueses, con cuatro Mario Delas y Oriol Junyent tenían cuatro y tres de Muscala.

Ya en los minutos finales continuó la misma dinámica, aunque el Rio Natura encontró, ahora sí, a sus tiradores, Alberto Corbacho, Ben Dewar o Vasilis Xanthopoulos, para responder a los intentos del rival de reengancharse al partido, algo que nunca llegó a hacer.

Sus esperanzas descansaban en una distancia no muy grande y en los problemas de faltas del Rio Natura Monbus, que vio cómo Delas y Junyent eran eliminados cuando faltaban más de cinco minutos para el final, mientras por el CB Canarias surgía la figura de Juan Pedro Gutiérrez, que logró siete puntos seguidos para los suyos (77-67, min. 35).

El equipo de casa evitó cualquier contratiempo final a los intangibles, puesto que su defensa provocó alguna pérdida clave en el ataque del Iberostar Tenerife y en ataque los rebotes ofensivos de Muscala y Pumprla se tradujeron en puntos (82-72, min. 39) y lo que es más importante, evitaron que el rival tuviera ni siquiera la opción de buscar la remontada final (84-76).

88 - CAI Zaragoza (17+20+26+25): Llompart (16), Stefansson (5), Rudez (18), Sanikidze (8), Shermadini (14) -cinco inicial- Jones (4), Roll (15), Pere Tomàs (-), Tabu (8) y Fontet (-).

72 - Bilbao Basket (4+27+21+20): Raúl López (8), Pilepic (-), Mumbrú (11), Hervelle (6), Kavaliauskas (4) -cinco inicial- Bertans (2), Germán Gabriel (19), Markota (14), Vrkic (-) y Roger Grimau (8).



El CAI Zaragoza se impuso a un rival directo en la lucha por los ocho primeros puestos, el Bilbao Basket, en un partido en el que el marcador final (88-72) fue mucho más abultado que lo que reflejó el juego de ambos equipos.

El conjunto guipuzcoano, tras un inicio nefasto, consiguió sobreponerse y recuperar distancias llegando a colocarse a cuatro puntos (65-61) en el minuto 34, pero a partir de ahí un parcial de 10-2 en prácticamente dos minutos, gracias también a una falta antideportiva de los visitantes, acabó sentenciando la contienda porque el conjunto maño se marchó hasta los 12 puntos (75-63) a falta de 4:39 que fueron un lastre moral que "los hombres de negro", que hoy vestían de blanco, no fueron capaces de superar.

En el primer cuarto los malos ataques de ambos conjuntos, más que las buenas defensas, propiciaron un marcador inusualmente bajo que en el caso del Bilbao se prolongó hasta el final de estos diez primeros minutos (17-4).

Las buenas acciones defensivas locales, pero sobre todo los errores en ataque de los bilbaínos, que en tiros de dos puntos lograron solo un 11% de acierto (1 de 9) supusieron que el CAI Zaragoza se marchara con una gran facilidad en el electrónico simplemente con estar medianamente acertado en ataque.

Y como era imposible empeorar en el caso del conjunto foráneo, ocurrió lo lógico que fue que remontó el vuelo después de llegar a ir perdiendo por 17 puntos (25-8) en el minuto 13. Con una evidente mejoría de todo el equipo, pero especialmente de Raúl López, Markota y Grimau el Bilbao logró reducir distancias para llegar al ecuador del encuentro solo con seis puntos de desventaja (37-31).

La buena salida de los hombres de José Luis Abós tras el descanso sirvió para abrir de nuevo brecha, aunque a partir de ahí el marcador hizo "la goma" aunque las diferencias para los maños no bajaron nunca de los nueve puntos hasta que un parcial de 2-9 del Bilbao le acercó hasta cuatro puntos (65-61) en el minuto 34.

La citada antideportiva de Germán Gabriel, el mejor hombre de su equipo en esos instantes, unido a un ataque fallido posterior propició que el CAI Zaragoza volviera a poner tierra de por medio (75-63) a falta de 4:38 para el final.

Esta diferencia hundió más psicológica que físicamente al equipo de Rafa Pueyo, que pareció perder la moral para intentar una nueva recuperación, a pesar de que todavía quedaba tiempo para ello.

84 - Tuenti Móvil Estudiantes (18+26+19+21): Van Lacke (10), Colom (7), Rabaseda (3), Ivanov (9) y Slokar (5) -equipo inicial-, Banic (12), Kuric (15), Fernández (4), Rubio (7) y Miso (12).

85 - Unicaja (20+25+16+24): Suárez (11), Granger (11), Vázquez (9), Toolson (6) y Caner-Medley (5). -equipo inicial-, Dragic (14), Stimac (10), Urtasun (2), Sabonis, Kuzminskas, Vidal (14) y Hettsheimeir (3).



Txus Vidorreta, entrenador del cuadro estudiantil, no quiso desaprovechar ni un solo segundo del efecto positivo del fichaje de Fede Van Lacke. El jugador argentino, que llegó el pasado jueves, salió de titular y suya fue la primera canasta del partido.

Apoyado en esta novedad, el equipo colegial pareció más enchufado, con renovados bríos, con fuerzas para revertir la suerte y su posición en la clasificación.

Sin grandes alharacas, pero con ganas, Tuenti Móvil Estudiantes aguantó los envites de un Unicaja plagado de hijos del Ramiro -Carlos Suárez, Jayson Granger y Nick Caner-Medley salieron en el cinco inicial de los malagueños- y consiguió cerrar el primer cuarto con un igualado 10-20.

El segundo acto fue un festival de triples en el que el actor principal fue Sergi Vidal, que descerrajó cuatro sin fallo en los primeros cinco minutos. Estudiantes esta vez respondió con cinco de seis desde la línea de 6,75 metros, lo que le permitió mantener el marcador en paridad.

Las defensas no estuvieron especialmente inspiradas y Unicaja se centró en el tiro, abandonando un poco su superioridad bajo los aros que tan buenos resultados le había dado en el primer cuarto.

El empuje colegial le permitió recuperar las desventajas en el luminoso y cerrar el segundo cuarto con un 44-45 que dejaba el partido abierto a cualquier opción.

De todas formas el 22-14 en los rebotes a favor de Unicaja, dejaba entre los aficionados un fundado temor.

El paso por vestuarios incrementó las ganas defensivas de ambos equipos, aunque los locales interpretaron mejor las transiciones ofensivas, lo que le permitió adelantarse en un par de ocasiones en el marcador, 61-57 (min. 27).

Estudiantes se fue envalentonando poco a poco, a medida en que el marcador iba sonriendo y el Unicaja iba perdiendo la confianza y los nervios ante tanto fallo. Al final del tercer cuarto, 63-61, segunda victoria parcial de Tuenti Móvil Estudiantes (19-16) y todo por decidir.

Joan Plaza, entrenador del Unicaja intentó organizar el partido pero la expulsión de su colega Vidorreta a falta de 7 minutos al serle señalada la segunda técnica, por protestar, (65-64) no le ayudó en absoluto.

El partido entró en una vorágine de aciertos y errores, de lucha y ganas, de descontrol organizado en el que Estudiantes siempre se mueve mejor que el rival. 71-68 (min.35), 74-70 (min.36) y 77-73 (min.37) hicieron enloquecer a las gradas.

Cada empellón malagueño en el marcador fue contestado por el equipo de casa, con un Kyle Kuric que respondió desde el triple en momentos comprometidos.

El empate a 77 a falta de dos minutos y medio añadió dramatismo al partido. Y más el empate a 84 a falta de medio minuto. el cuadro colegial no pudo lanzar a canasta en su tiempo de posesión y la falta de Miso, la quinta, fue aprovechada por Dragic para anotar un tiro libre. En el último ataque, una nueva imprecisión colegial, con pérdida de Colom, le privó de optar a la victoria.

93 - FIATC Joventut (29+21+26+17): Ventura (10), Vives (12), Savané (8), Shurna (21) Joseph (12) -equipo inicial-, Miralles (10), Cochran (-), Kirksay (11), Barrera (-) y Suárez (9).

72 - La Bruixa d'Or (17+21+18+16): Hernández (4), Arteaga (7), Arco (3), Kouguere (12), Larsen (11) -equipo inicial-, Creus (2), Ljubicic (12), Goodridge (8), Kody (3) y Giannopoulos (10).



Tras dos derrotas consecutivas, que lo dejaron fuera de la Copa del Rey, el FIATC Joventut se reencontró con la victoria en el derbi catalán ante La Bruixa d'Or al que ganó con suficiencia (93-72).

Los verdinegros dominaron el partido con mucha autoridad ante un equipo manresano siempre a remolque, que acusó las bajas de dos jugadores clave como Darryl Monroe y Markus Eriksson, aquejados de gastroenteritis.

En La Bruixa d'Or debutó su último fichaje, Vernon Goodridge (8 puntos y 7 rebotes), pero no fue suficiente para evitar la absoluta superioridad de una Penya muy acertada en ataque (68% en tiros de dos y 41% en triples) y con muchos argumentos.

Siete jugadores del FIATC Joventut estuvieron por encima de los 10 de valoración bajo la batuta de Guillem Vives (19 de valoración) y los puntos de John Shurna (21, con 5 triples). Marko Ljubicic (12 puntos y 16 de valoración) fue el mejor en La Bruixa d'Or.

El conjunto verdinegro puso la directa desde el principio, aprovechando la debilidad defensivas de La Bruixa d'Or para anotar con mucha facilidad. Shurna (11 puntos y tres triples sin fallo) encabezó el vendaval ofensivo de salida de los verdinegros, con un baloncesto rápido y con acciones de fantasía, como una gran asistencia de Miralles a Shurna (24-11).

El parón tras el primer cuarto (29-17) dio aire a La Bruixa d'Or, que con un parcial de 0-6 redujo diferencias (29-23) aprovechando los problemas de la Penya para cerrar su rebote defensivo y el poderío físico de Kouguere (12 puntos).

Los verdinegros, sin embargo, encontraron en Álex Suárez el relevo anotador de Shurna, y el canterano, con tres triples, volvió a relanzar al conjunto de Salva Maldonado, que con otro triple de Ventura consiguió una máxima diferencia de 14 puntos (44-30). Una renta que mantuvo hasta al descanso (50-38), gracias también al buen momento de forma que vive Savané (16 de valoración).

En la reanudación, La Bruixa d'Or, con un triple de Larsen, rebajó otra vez las diferencias por debajo de los diez puntos (50-41), pero todo fue un espejismo, porque la Penya, otra vez a ritmo de triples, dio el golpe definitivo (63-45, minuto 25).

Los manresanos bajaron los brazos y el FIATC Joventut aún amplió más su ventaja (llegó a ganar de 26, 86-60) en un final de partido plácido para la Penya, que además del triunfo, le gana el basket average a La Bruixa d'Or (los verdinegros habían perdido en Manresa por 90-78).

84. Herbalife Gran Canaria (20+19+20+25): Bellas (4), Hansbrough (18), Newley (24), Báez (10) y Tavares (6) -cinco inicial-, Oliver (7), O'Leary (-), Beirán (8) y Martín (7).

81. Laboral Kutxa (10+20+27+24): Heurtel (14), Casseur (14), San Emeterio (6), Nocioni (25), Pleiss (5) -equipo inicial-, Mainoldi (7), Jelinek (6), Poeta (-) y Hamilton (4).



El Herbalife Gran Canaria se impuso al Laboral Kutxa por 84 a 81, en un encuentro intenso y con alternativas entre dos equipos dispuestos a seguir firmes en la segunda vuelta de la competición.

Hansbrough y Newley fueron los máximos anotadores del Herbalife Gran Canaria que llegará a la Copa del Rey tras dejar al cuadro vitoriano a tres victorias, mientras que Heurtel y Nocioni destacaron en el Laboral Kutxa que sufre su tercera derrota consecutiva.

El Herbalife Gran Canaria salió decidido a poner tierra de por medio con un rival directo en la zona noble de la clasificación y ofreció su mejor versión en defensa y en ataque.

Tras un enorme tapón de Tavares a Pleiss, un triple de Hansbrough ponía en órbita al cuadro insular (7-2), ventaja que se alargó a 10-2 con tiros libres anotados por Oliver y Báez, tras una técnica señalada por Hierrezuelo a Nocioni, que obligó a Scariolo a sentar a su bastión con dos faltas con tan solo dos minutos disputados.


Mainoldi despertó al conjunto vitoriano (10-4), pero un nuevo triple de un inspirado Hansbrough y otro de Newley daban la máxima ventaja al equipo dirigido por Pedro Martínez (16-6).

Pero Mainoldi, a quien siempre se le dio bien el CID durante su etapa en Fuenlabrada, emergió para bajar la barrera de los diez puntos (16-8), luego Tavares puso la máxima en doce puntos (20-8) y Jelinek cerró un primer acto (20-10) con un Herbalife pletórico.

El combinado de Scariolo despertó en el segundo periodo merced a Mainoldi, Hamilton y San Emeterio (24-17), pero cinco puntos consecutivos de Beirán (31-17) y un triple de Newley (34-19), dejaron las cosas en su sitio, pero cuando peor estaba el partido para el Laboral Kutxa apareció Heurtel (34-26) y Pedro Martínez tuvo que parar el parcial 0-10 (34-29), con un 2+1 incluido de Casseur .

Pero Hansbrough (11 puntos -tres de tres en triples-) se encargó de tirar de los suyos como en la reacción baskonista en el primer cuarto (37-29) y Newley mantenía la diferencia al descanso (39-30).

Tras la reanudación un motivado Nocioni, inédito en la primera mitad, con diez puntos reforzó las opciones de su equipo (50-48) y luego lo puso por delante con un nuevo triple (50-51).

Martínez solicitó tiempo para reactivar un equipo en el que solo Newley aguantaba el arreón visitante, pero no tuvo efecto inmediato con otro triple de Nocioni, el tercero en ocho minutos (52-55).

Un triple de Nacho Martín empató el encuentro a 55 y a renglón seguido sacó una falta en ataque a Poeta y Báez culminó la reacción amarilla en el poste bajo tras un movimiento de libro (57-55).

Nocioni puso su punto 19, todos en el tercer cuarto, y las tablas (57-57), antes de que Báez diera ventaja a los amarillos antes de iniciar los diez últimos minutos (59-57).

Jelinek golpeó primero en el momento decisivo (59-60) y Oliver respondió desde la línea de tiros libres (61-60), justo cuando Nocioni colocaba un tapón espectacular a Martín y Tavares a Hamilton.

Un nuevo 2+1 de un acertado Casseur puso el 61-63, pero Martín niveló (63-63), luego Heurtel desniveló (65-67), pero el líder del Herbalife, Newley, convirtió un triple a menos de cinco minutos para el final (68-67), luego Tavares colocó su cuarto tapón y Martín dio mucha vida al equipo insular (70-67).

Heurtel y Nocioni pusieron un parcial 2-9 (72-76) para dar la máxima ventaja al Laboral Kutxa en el encuentro, pero los triples de Hansbrough y Newley voltearon el electrónico (78-76). Heurtel y Báez anotaron (80-78), y tras tres tiempos muertos consecutivos para preparar los últimos 19 segundos, Jelinek falló un tiro libre (80-79), justo desde donde sentenció al final Oliver (84-81).

95 - Valencia Basket (20+18+33+24): Van Rossom (-) Rafa Martínez (7), Sato (18), Barton (6), Triguero (9) -cinco titular- Ribas (7), Dubljevic (26) y Lafayette (22).

93 - FC Barcelona (26+25+16+26): Huertas (8), Navarro (11), Papanikolau (8), Tomic (15) -cinco titular- Dorsey (-), Sada (3), Abrines (-), Todorovic (-), Pullen (2), Nachbar (17), Oleson (18) y Lorbek (11).



Una extraordinaria actuación de Oliver Lafayette en la segunda parte permitió al Valencia Basket derrotar al FC Barcelona, que tras una notable primera parte fue incapaz de frenar el vendaval desatado por el base estadounidense y ve cómo los locales les superan ya en cuatro victorias y tienen cada vez más amarrada la segunda plaza.

La baja de última hora de Justin Doellman, por una contractura en los isquiotibiales, amilanó al Valencia en los primeros instantes. Huérfano de uno sus grandes referentes ofensivos, el conjunto local cedió de salida la iniciativa y Velimir Perasovic tuvo que frenar el choque con un tiempo muerto nada más empezar (0-9, m.3).

La arenga surtió efecto y el Valencia despertó de golpe. Romain Sato tiró de los locales hasta que el marcador se equilibró (18-20, m.9). Pero la salida de Brad Oleson la que dio un nuevo impulso al Barcelona. Tres triples consecutivos del escolta de Alaska, volvieron a herir a los locales (20-33, m.11).

Las valientes penetraciones de Rafa Martínez y el juego de espaldas al aro de Bojan Dubljevic permitían sobrevivir a los locales pero poco más. Y tras unos momentos de duda, Víctor Sada supo superar la agresiva primera línea defensiva de su rival y activar a Nachbar, cuya aportación bastó para que el choque llegara al descanso decantado del lado visitante (38-51, m.20).

El paso por el vestuario renovó las fuerzas del Valencia. Olvidándose de las adversidades, Oliver Lafayette y Romain Sato asumieron la responsabilidad ofensiva y con sus tiros exteriores, encendieron a los locales que con una brillante defensa colectiva bloquearon al Barça y le dieron la vuelta al marcador.

Dos nuevos triples de Dubljevic, agazapado ahora en una esquina, completaron un parcial 33-16 en el tercer cuarto e hicieron enloquecer a una Fonteta, entregada al desgaste de los suyos (71-67, m.30).

Cuando peor pintaban las cosas para su equipo, Oleson y, sobre todo, Nachbar consiguieron volver a arrancar los ataques visitantes. Esa reacción, le dio además la fuerza para reajustar su defensa y frenar la sangría de triples que había recibido (78-78, m.35).

El choque se igualó. Cada acierto en un lado era contestado en la otra canasta. Pero, nada más regresar a la pista tras un mínimo descanso, Lafayette recuperó el mando del encuentro y su conexión con Dubljevic permitió al Valencia entrar en el último minuto con dos puntos de ventaja y la confianza de su lado (90-88, m.40).

Esa fe, permitió al Valencia capturar dos rebotes ofensivos seguidos, uno de Lafayette y otro de Triguero. Un tiro libre del valenciano puso contra las cuerdas a los visitantes y el Barça ya no pudo hacerse con el choque.

Juan Carlos Navarro tuvo un triple para empatar el choque pero lo erró, Lafayette se hizo con el rebote y con dos tiros libres sentenció el choque, sumó su punto 22 en la segunda parte y desató la euforia de la Fonteta, que hizo salir a sus jugadores una vez ya se habían marchado a los vestuarios.

59 - CB Valladolid (11+12+17+19): Rowe (7), Iván Martínez (-), Cvetinovic (-), Andusic (17), Haritopoulos (12) -cinco inicial-, Johnson (8), Suka-Umu (-), Vilhjamsson (3), Sinanovic (8) y Drenovac (4).

89 - Tuenti Móvil Estudiantes (25+16+24+24): Van Lacke (5), Miso (6), Rabaseda (9), Ivanov (11), Slokar (20) -cinco inicial-, Colom (3), Rubio (4), Kuric (15), Banic (6), Fernández (7), Guerra (2) y Brizuela (1).



El Tuenti Móvil Estudiantes ha puesto tierra de por medio hundiendo más en el pozo a un rival directo en la lucha por la permanencia, tras sumar un nuevo triunfo que le deja a tres de un CB Valladolid con pocas ideas y en el que sólo se salvaron Andusic y Haritopoulos.

El cuadro estudiantil salió con las ideas más claras y, merced al dominio en el juego interior de Ivanov y Slokar, complementado con el acierto desde la línea exterior, se hizo pronto con el control del juego, endosando un parcial de 6-13 que Ricard Casas intentó frenar con un tiempo muerto.

Pero no sirvió para corregir la falta de concentración de los locales, que derivó en pérdidas de balón, lanzamientos precipitados y una floja defensa, muy bien aprovechadas por el cuadro visitante de cara a seguir aumentando las diferencias, hasta el 11-25 con el que se llegó al final del primer cuarto.

El 3 de valoración de los locales por 37 de los madrileños dejó constancia de la superioridad de éstos, que se mantuvo en el segundo tiempo de la mano de un efectivo Kuric, ya que los vallisoletanos siguieron adoleciendo de falta de mordiente y de coordinación, para dejar el control del juego a un centrado Estudiantes.

Un control que se reflejó en el electrónico, sin que el conjunto local pudiera hacer nada para contrarrestarlo ni para recortar una renta que fue a más, gracias a la actuación en bloque de los de Txus Vidorreta, hasta alcanzar los 18 puntos antes del descanso (23-41).

Tras la reanudación, los vallisoletanos, lejos de armarse y de sacar el coraje, volvieron a demostrar su escasa capacidad de anotación y de defensa, lo que permitió al Estudiantes asentarse con comodidad para ampliar las diferencias a los 26 puntos (25-51) en sólo tres minutos, que se quedarían en 25 (40-65) al término del tercer cuarto.

Poco más que añadir a un partido que dominó el Tuenti Móvil Estudiantes de principio a fin ante un CB Valladolid que no dio para más, entre otras cosas, porque su defensa fue prácticamente nula y en el plano ofensivo cada uno hizo la guerra por su cuenta, lo que dejó la victoria en bandeja a los madrileños (59-89).

74 - Laboral Kutxa (21+16+13+24): Hodge (13), Jelinek (5), San Emeterio (11), Nocioni (14), Pleiss (10)-cinco inicial-, Poeta, Mainoldi, Diop (6), Van Oostrum.

90 - Real Madrid (26+16+26+22): Llull (27), Rudy (17), Darden (8), Mirotic (6), Bouroussis (3)-cinco inicial-, Rodríguez (10), Reyes (2), Slaughter (1), Mejri (12), Draper (2), Díez (2).



El Real Madrid continúa con su rodillo en la Liga Endesa y solventó con nota la siempre complicada visita a Laboral Kutxa en el Buesa Arena, 74-90, para encadenar su decimonovena victoria que le permite mantenerse líder invicto.

Fue una actuación irregular y a impulsos de un Real Madrid que no brilló en el inicio como en citas anteriores, pero que se bastó para despachar a un Baskonia que sigue inmerso en su espiral negativa y sumó su séptimo partido seguido perdiendo.

Encontró a Sergio Llull como baluarte con el que salir de los escasos momentos de apuro. El balear prorrogó en Vitoria el estado de forma que le hizo el héroe de la Copa de Málaga y en el Buesa dejó una lección de clase y efectividad, 27 puntos con siete triples.

Los de Laso esperaron al arranque de la segunda parte para endosar un concluyente parcial de 5-16 en cinco minutos y pasar de ganar por solo cinco puntos a abrir la brecha definitiva, 42-58, que se limitaron a mantener y conservar hasta el final.

El Real Madrid salió con la mirilla ajustada desde la larga distancia. Tres triples seguidos de un inspirado Llull, para abrir el marcador, y otros de Mirotic y Rudy permitieron llevar el mando a los de Pablo Laso que no acusaron el agotador viaje de vuelta desde Krasnodar.

Laboral Kutxa encontró en los puntos de Nocioni, Jelinek y Pleiss el freno para contener el ímpetu madrileño por abrir brecha en el marcador a las primeras de cambio y aguantó el primer cuarto, 21-26.

Perdió el paso y el ritmo el líder de la Liga en un segundo acto en el que se trabó el juego y se rebajó la producción ofensiva de ambos conjuntos.

Siete puntos seguidos de los vitorianos permitieron igualar el marcador, 30-30 minuto 16, con un Real Madrid atascado a la hora de anotar de dos puntos, con solo cinco canastas en el primer tiempo, y sustentado por el acierto desde la línea de 6,75 metros, ocho canastas de 15 intentos.

Sergio Llull, en estado de gracia, colocó su cuarto y quinto triple del duelo para desatascar a los de Pablo Laso. Encontró la ayuda de Mejri para colocar con diez puntos de renta a los madrileños, 30-40.

Una postrera reacción con cinco puntos de San Emeterio y dos de Pleiss redujo la diferencia a la mitad en el intermedio, 37-42.

Leyó la cartilla Pablo Laso en el descanso a los suyos que salieron desbocados para recuperar su pulso. Desde la intensidad defensiva y el acierto en el triple, con tres bombas de Llull y Rudy, se escapó, 40-53 minuto 23.

El Real Madrid alcanzó su velocidad de crucero habitual y endosó un parcial de 5-23 en los primeros cinco minutos de la reanudación para asestar el golpe definitivo al Laboral Kutxa que lo mandó a la lona del que no se pudo volver a levantarse, 42-58.

Llegó a técnica descalificante para Sergio Scariolo, minuto 27, pero para entonces Laboral Kutxa ya era presa de sus nervios y veía en la distancia al Real Madrid (44-60).

Con un cómodo colchón encaró el Real Madrid el periodo definitivo, 50-68, ya solo pendiente de resolver hasta donde estiraba el golpe final al cuadro baskonista.

95 - Bilbao Basket (19+28+24+24): Raül López (5), Vrkic, Mumbrú (13), Hervelle (6) y Kavaliauskas (16) -cinco inicial-; Grimau (8), Bertans (14), Pilepic (7), Markota (9) y Gabriel (17).

73 - Baloncesto Fuenlabrada (21+15+25+12): Dani Pérez (11), Paunic (19), Panko (29), Vega y Diagné (8) -equipo inicial-; Cabezas, Montañez (1) y Feldeine, Arnold (3) y Vargas (2).



El Bilbao Basket ha roto hoy en Miribilla su mala racha de cuatro derrotas consecutivas, dos en la Liga Endesa y dos en Europa, imponiéndose con holgura (95-73) a un Baloncesto Fuenlabrada que dio más guerra de la que indica el marcador final.

La victoria de los de Rafa Pueyo ha sido incontestable, pese a que los de Chus Mateo mandaron en el primer cuarto y se mantuvieron con opciones de triunfo hasta el minuto 29, en el que se acercaron a tres puntos (64-61) de la mano de un impresionante Andy Panko (29 puntos, 7/7 T2, 3/5 T3 y 29 de valoración).

No tuvo mucha ayuda el estadounidense. Apenas los lanzamientos de Ivan Paunic (19), la pelea dentro de la zona de Cheikh Moussa Diagné (8 y 7 rebotes) y apariciones esporádicas de Dani Pérez (11).

75 - Iberostar Tenerife (16+18+16+25): Biviá (8), Richotti (8), Blanco (10), Sikma (5), Fajardo (2) -inicial-, Gutiérrez (6), Úriz (12), Heras (-), Papadopoulos (15), Chagoyen (3) y Rost (6).

78 - CAI Zaragoza (16+19+14+29): Llompart (16), Stefansson (2), Sanikidze (-), Rudez (12), Norel (8) -inicial-, Jones (6), Roll (12), Tomás (7), Tabu (8) y Fontet (7).


El CAI Zaragoza se llevó el triunfo del Santiago Martín al tener más fortuna en un final donde los tiros libres fueron decisivos, ya que el duelo entre Pedro Llompart y Ricardo Úriz desde esa línea fue para el jugador del equipo aragonés, que no falló, mientras que Úriz erró en una ocasión y fue determinante.

El Iberostar Tenerife no estuvo fino hoy en los lanzamientos exteriores y eso le pesó demasiado. El conjunto insular, que tuvo en Lazaros Papadopoulos a un jugador importante, no encontró su sitio en la cancha. Después del 10-2 tras un parcial de 10-0, el equipo que dirige José Luis Abós se empezó a hacer dueño del partido por la fortaleza interior de Norel y Tomás anotó bien dentro de la zona.