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El balón de estrellas hace acto de aparición. En Madrid aún resuenan los ecos de la apretada victoria Real del sábado ante el colista Rayo Vallecano, cuando la Juventus aparece tras la esquina. Es la Champions League, es uno de los grandes equipos del continente, un clásico de Europa. Saquen del armario el esmoquin que reservan para las grandes ocasiones, porque esta lo es. Sobre todo, porque enfrente de los blancos está la posibilidad de asestar un doble golpe en Turín. Pues después de las tres primeras jornadas, una nueva victoria del Real Madrid podría darle la clasificación matemática a octavos de final a los pupilos de Carlo Ancelotti, pero además, dejar casi herido de muerte a la Vecchia Signora, uno de los a priori rivales para la conquista de la Copa de Europa.
No lo tendrá fácil el Real Madrid, sea como fuere. En primer lugar, porque el propio equipo blanco sigue sin encontrarse dentro del campo. Lo mismo ofrece su versión de los siete goles al Sevilla, o de los tres goles en medio partido en Vallecas, como lo mismo saca la cara del equipo desdibujado que se deja estar contra las cuerdas frente al colista. Tiene dinamita en ataque, pero para nada solidez en el sistema defensivo. Y por eso sufre tanto ante el primero que se le planta por delante. No fue así ante la Juventus en el Santiago Bernabéu hace unas semanas, seguramente ayudado por la expulsión de Chiellini, pero quizás esa derrota y mala imagen sea precisamente lo que haga más peligroso al conjunto bianconero este martes. “La necesidad hace a la vieja trotar”, que dice el refrán. O en este caso, a la Vecchia.
Los hombres de Antonio Conte se presentarán presumiblemente con un once similar al que dibujaron en la capital española, con Bonucci en lugar del sancionado Chiellini, y con la duda de la entrada de Quagliarella, ya recuperado de su lesión. A su favor, la mala relación del Real Madrid con Italia. Definitivamente, no se llevan bien. En la misma Turín son cinco derrotas en seis partidos, con una sola victoria hace medio siglo ya. Y en toda Italia el balance asciende a apenas cuatro victorias en veintiocho encuentros. No, la relación no es muy fluida, que se diga, a tenor de los datos.
Afortunadamente para los intereses merengues, para contrarrestarlo, Carlo Ancelotti podrá contar con prácticamente todos sus jugadores, con la única excepción de Fabio Coentrao, que el sábado sufrió un esguince de tobillo. Regresa Iker Casillas a la portería, y Xabi Alonso permanecerá seguramente como eje del equipo. Será bonito verle cara a cara con Andrea Pirlo. En la línea de vanguardia se espera que repita el tridente que tantas alegrías está reportando al madridismo en las últimas fechas: Ronaldo-Benzema-Bale, tres torpedos directos a la línea de flotación bianconera con el doble objetivo de clasificarse y eliminar a uno de los ‘cocos’ del campeonato.Fuente goal.com
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No lo tendrá fácil el Real Madrid, sea como fuere. En primer lugar, porque el propio equipo blanco sigue sin encontrarse dentro del campo. Lo mismo ofrece su versión de los siete goles al Sevilla, o de los tres goles en medio partido en Vallecas, como lo mismo saca la cara del equipo desdibujado que se deja estar contra las cuerdas frente al colista. Tiene dinamita en ataque, pero para nada solidez en el sistema defensivo. Y por eso sufre tanto ante el primero que se le planta por delante. No fue así ante la Juventus en el Santiago Bernabéu hace unas semanas, seguramente ayudado por la expulsión de Chiellini, pero quizás esa derrota y mala imagen sea precisamente lo que haga más peligroso al conjunto bianconero este martes. “La necesidad hace a la vieja trotar”, que dice el refrán. O en este caso, a la Vecchia.
Los hombres de Antonio Conte se presentarán presumiblemente con un once similar al que dibujaron en la capital española, con Bonucci en lugar del sancionado Chiellini, y con la duda de la entrada de Quagliarella, ya recuperado de su lesión. A su favor, la mala relación del Real Madrid con Italia. Definitivamente, no se llevan bien. En la misma Turín son cinco derrotas en seis partidos, con una sola victoria hace medio siglo ya. Y en toda Italia el balance asciende a apenas cuatro victorias en veintiocho encuentros. No, la relación no es muy fluida, que se diga, a tenor de los datos.
Afortunadamente para los intereses merengues, para contrarrestarlo, Carlo Ancelotti podrá contar con prácticamente todos sus jugadores, con la única excepción de Fabio Coentrao, que el sábado sufrió un esguince de tobillo. Regresa Iker Casillas a la portería, y Xabi Alonso permanecerá seguramente como eje del equipo. Será bonito verle cara a cara con Andrea Pirlo. En la línea de vanguardia se espera que repita el tridente que tantas alegrías está reportando al madridismo en las últimas fechas: Ronaldo-Benzema-Bale, tres torpedos directos a la línea de flotación bianconera con el doble objetivo de clasificarse y eliminar a uno de los ‘cocos’ del campeonato.Fuente goal.com
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