Japón y Holanda empataron en un gran encuentro amistoso disputado en Genk, donde la selección asiática mereció más, ya que en la segunda mitad fue muy superior al conjunto holandés, que atónito, observaba cómo no conseguía tener la posesión de la pelota.
El encuentro comenzó vibrante, con un Japón decidido al ataque ante un equipo de Louis van Gaal que veía cómo los asiáticos erraban una gran llegada de Yamaguchi a los siete minutos del encuentro. Sin embargo, sería la selección holandesa la que golpearía primero gracias a un bonito gol de Rafael Van der Vaart, aprovechando un error en la zaga nipona.
Con imprecisiones en ambos lados, la primera parte seguía siendo vibrante. La velocidad de Robben en los contragolpes fue clave para que la zaga asiática se echara un poco atrás. De poco sirvió, ya que en el 39', el propio jugador del Bayern Múnich recortó a banda cambiada, en una típica jugada suya, y su disparo se coló por la escuadra. Un golazo. Un poco antes del descanso, Japón recortaría distancias gracias a un gol de Osako desde la frontal del área.
Tras la reanudación, los japoneses se volcaron al ataque con la entrada de Shinji Kagawa, que le dio otro aire al equipo. En el 56' avisaría Honda con un precioso disparo con el exterior de la bota derecha que se marchó a la escuadra. Cuatro minutos después, la selección nipona haría una jugada de ensueño, digna de los videojuegos, para que el jugador del CSKA de Moscú, ahora sí, acertara a enviar el balón al fondo de la red.
Merecía más Japón, que era el que estaba buscando la victoria con más convicción. Las oportunidades ante la meta de Cillessen se sucedían, salvo algún que otro tímido disparo desde fuera del área de De Jong. Finalmente, ninguno de los dos equipos consiguió llevarse la victoria.
Fuente: goal.com
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Tras la reanudación, los japoneses se volcaron al ataque con la entrada de Shinji Kagawa, que le dio otro aire al equipo. En el 56' avisaría Honda con un precioso disparo con el exterior de la bota derecha que se marchó a la escuadra. Cuatro minutos después, la selección nipona haría una jugada de ensueño, digna de los videojuegos, para que el jugador del CSKA de Moscú, ahora sí, acertara a enviar el balón al fondo de la red.
Merecía más Japón, que era el que estaba buscando la victoria con más convicción. Las oportunidades ante la meta de Cillessen se sucedían, salvo algún que otro tímido disparo desde fuera del área de De Jong. Finalmente, ninguno de los dos equipos consiguió llevarse la victoria.
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