Que el esfuerzo de la Juventus en el mercado de verano ha sido magnífico es indiscutible. Ha fichado tres jugadores que le han dado un salto de calidad importante con respecto a la lucha que quiere liderar en Europa en los próximos años, pero le ha faltado algo indispensable. No fichar a un sustituto de Andrea Pirlo es un error relativamente perdonable, ya que es casi imposible encontrar a un jugador con unas características similares al regista bianconero, pero de ahí a no buscar una solución real hay un trecho importante.
Cuando Pirlo se fue al suelo poco antes del cuarto de hora, se contuvo la respiración en todo el Juventus Stadium, hoy repleto de chavalines deseosos de ver un buen juego de su squadra del cuore. Pero sin Pirlo, no hay fiesta. La Juventus no ha conseguido en ningún momento dominar a un equipo muy complicado siempre como Udinese, que como le sucede cada año, tiene un inicio dubitativo pero ya está entrando en esa fase de la temporada en la que recupera el tiempo perdido y empieza a acercarse a Europa, donde al final casi siempre entra.
Pirlo se fue al banquillo a los catorce minutos y su sustituto fue, como suele suceder, Paul Pogba, que jugó delante de la defensa, donde lo hace el 21, pero ahí el francés no rinde, pierde su capacidad ofensiva, su llegada al área y evidencia falta de cualidades creativas. De esta manera, el juego más factible para la Juventus era el directo, buscar a Llorente con balones largos para que el riojano jugase de espaldas a la defensa friuliana y a partir de ahí organizar el desarrollo ofensivo.
El Udinese aprovechó la ausencia de Pirlo para establecer su posición sobre el campo y, sobre todo, coger confianza. El partido del equipo de Guidolin fue soberbio y si Totò Di Natale hubiese estado sólo un poco más acertado de cara a puerta (convirtió a Buffon en uno de los mejores del partido para la Juventus), se podría haber llevado algo positivo de su visita a Turín. La mejor jugada la protagonizó el propio Di Natale, que tiró un contragolpe con un precioso sombrero de espuela sobre Bonucci y tras su asistencia Lazzari se sacó un zurdazo que sacó Buffon a córner.
La producción ofensiva de la Juve, como hemos visto, era escasa. Dependía demasiado de las acciones individuales de Tévez y Llorente. Entonces, Conte decidió mover el banquillo y empezó a revolucionar el partido. Introdujo primero a Lichtsteiner para dar amplitud en la derecha, la que no proporcionaba Padoin, pero el cambio drástico que modificó el transcurso del encuentro fue la entrada de Quagliarella por De Ceglie. La Juve pasó a formar con cuatro atrás, dos puntas y Tévez de trequartista y el Udinese se asustó, se echó atrás y la Juve acumuló ocasiones. Hasta que en el minuto 91, Llorente cazó de cabeza un disparo en semifallo de Lichtsteiner y superó a Brkic. Llevó la locura al joven graderío del Juventus Stadium y consiguió alejar al conjunto bianconero a tres puntos de la Roma.
Fuente goal.com
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El Udinese aprovechó la ausencia de Pirlo para establecer su posición sobre el campo y, sobre todo, coger confianza. El partido del equipo de Guidolin fue soberbio y si Totò Di Natale hubiese estado sólo un poco más acertado de cara a puerta (convirtió a Buffon en uno de los mejores del partido para la Juventus), se podría haber llevado algo positivo de su visita a Turín. La mejor jugada la protagonizó el propio Di Natale, que tiró un contragolpe con un precioso sombrero de espuela sobre Bonucci y tras su asistencia Lazzari se sacó un zurdazo que sacó Buffon a córner.
La producción ofensiva de la Juve, como hemos visto, era escasa. Dependía demasiado de las acciones individuales de Tévez y Llorente. Entonces, Conte decidió mover el banquillo y empezó a revolucionar el partido. Introdujo primero a Lichtsteiner para dar amplitud en la derecha, la que no proporcionaba Padoin, pero el cambio drástico que modificó el transcurso del encuentro fue la entrada de Quagliarella por De Ceglie. La Juve pasó a formar con cuatro atrás, dos puntas y Tévez de trequartista y el Udinese se asustó, se echó atrás y la Juve acumuló ocasiones. Hasta que en el minuto 91, Llorente cazó de cabeza un disparo en semifallo de Lichtsteiner y superó a Brkic. Llevó la locura al joven graderío del Juventus Stadium y consiguió alejar al conjunto bianconero a tres puntos de la Roma.
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