El rompecabezas que ha supuesto para Conte la baja de Andrea Pirlo hasta enero le ha hecho tener que recomponer su centro del campo. Las piezas son las mismas de siempre cuando el 21 no está sobre el campo, es decir, juegan Marchisio, Pogba y Vidal. Pero las posiciones han variado últimamente. Antonio Conte tenía muy claro que sus interiores titulares eran el italiano y el chileno, pero Pogba no acaba de funcionar como pivote. No tiene la capacidad de organización necesaria para esa posición y por mucho que la desempeñase, no mejoraba su rendimiento. Así que se ha inventado una solución: mantener a Pogba como interior y reconvertir a Marchisio en pivote. Y el resultado en Bérgamo ha sido realmente positivo.
Con libertad de movimientos y sin las restricciones posicionales del mediocentro, Paul Pogba se siente a gusto, participa muchísimo en el juego y llega al área con una facilidad asombrosa. Marchisio tiene esa pausa en el toque que le da fluidez a la salida de la pelota, lo que convierte al invento de Conte en un arma muy útil. Pero la ausencia de Pirlo no se subsana únicamente con esa artimaña táctica. La Juve ha tenido problemas para crear peligro real en la portería del Atalanta al percutir en demasía por el centro. Aunque la jugada se volcase a una de las bandas, tanto Lichtsteiner como Asamoah tendían a volver hacia dentro, buscando pases interiores casi imposibles ante unos bergamascos muy bien situados.
Eso sí, con la capacidad ofensiva de la Juve, no hay prácticamente rival que pueda pararlos, esté o no esté Pirlo. A los seis minutos, un gran reverso de Tévez abrió el marcador para la Vecchia Signora y prometía un partido tranquilo y sencillo, como finalmente fue después de la goleada de la segunda parte. Pero primero, una enorme jugada de Bonaventura por la banda derecha, superando a Pogba por regate, sirvió para que Maxi Moralez marcase el empate. Fue una gran reacción del Atalanta de Colantuono, siempre peleón sobre todo en el Atleti Azzurri d’Italia, sin embargo no pudo hacer verdadero daño ofensivamente a Buffon, que perdió su récord de nueve partidos sin encajar un gol al cuarto de hora de este encuentro.
Dos grandes aproximaciones laterales tuvo la Juve, y dos goles marcó gracias a ellos. Uno desde cada banda. El primero, un centro raso desde la izquierda lo rozó Llorente para habilitar a Pogba, que marcó el 1-2 nada más empezar la segunda parte. El segundo fue el 1-4, jugada en la derecha marca de la casa de Lichtsteiner, otro centro por bajo y en el segundo palo la pescó Vidal. Ese tanto de Pogba hundió al Atalanta y de ahí no salieron hasta el final. Cuando las fuerzas le fueron faltando a los lombardos, la Juve aprovechó para golear. El tercer tanto bianconero lo materializó Fernando Llorente.Fuente goal.com
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Eso sí, con la capacidad ofensiva de la Juve, no hay prácticamente rival que pueda pararlos, esté o no esté Pirlo. A los seis minutos, un gran reverso de Tévez abrió el marcador para la Vecchia Signora y prometía un partido tranquilo y sencillo, como finalmente fue después de la goleada de la segunda parte. Pero primero, una enorme jugada de Bonaventura por la banda derecha, superando a Pogba por regate, sirvió para que Maxi Moralez marcase el empate. Fue una gran reacción del Atalanta de Colantuono, siempre peleón sobre todo en el Atleti Azzurri d’Italia, sin embargo no pudo hacer verdadero daño ofensivamente a Buffon, que perdió su récord de nueve partidos sin encajar un gol al cuarto de hora de este encuentro.
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