"Tengo el convencimiento de que vamos a salir de la situación deportiva en la que nos encontramos en este momento. Simeone viene aquí ilusionado y feliz. Tenemos a una persona que quiere estar con nosotros. Eso es fundamental". Con esas palabras, Enrique Cerezo daba comienzo a la presentación de Diego Pablo Simeone como nuevo entrenador de Atlético de Madrid. Cuatro días después de aquel 23 de diciembre del 2011 en que se conocía la noticia de manera oficial, el Cholo era presentado en el Vicente Calderón como nuevo entrenador del equipo y lanzaba su desafío: "Me gustaría ser un equipo aguerrido, contragolpeador y veloz. Como hemos sido siempre. Vamos en busca de nuestra historia".
Pasaron dos años de aquel anuncio. En aquellos días, el conjunto Colchonero marchaba sexto y había pasado a 16vos de final de la Europa League. Sin embargo, la relación entre Gregorio Manzano y la dirigencia estaba quebrada y, tras la temprana eliminación de la Copa del Rey, el DT era despedido. El equipo estaba en pleno recambio luego de ganar la Europa League 2009-10, con Diego Forlán y Sergio Agüero como figuras. Y el entrenador argentino llegaba con la expectativa de revalidar esos logros.Ídolo adentro y ahora afuera
La idolatría colchonera por el Cholo no era nueva. Aquellos hinchas que fueron a su presentación oficial recordaban como si fuera ayer el doblete de La Liga y la Copa del Rey en la temporada 1995-96, que lo tuvo con la número 14 en la espalda y la cinta de capitán en el brazo derecho. Fiel a su estilo, decidió no quedarse en los laureles y fue por más gloria. Dos años después, el tiempo le daría la razón.
La carrera de Simeone como director técnico había sido frenética e intensa, así como se lo ve delante del banco de suplentes más allá de la elegancia de sus trajes. Promediaba el Clausura 2006 en Argentina y tras el interinato de Alberto Fanesi en Racing, decidía colgar los botines y asumir como entrenador. Conseguiría algunos triunfos para mejorar la imagen de la Academia, pero su futuro se llenaría de éxitos en Estudiantes de La Plata: en una de las definiciones más emotivas que se recuerde, recuperó una desventaja de cuatro puntos a falta de dos fechas en el Apertura 2006 y, en la final ante Boca, se impondría 2 a 1 para darle al Pincha el título después de 23 años.
Un año después aceptaría el ofrecimiento para dirigir a River y rápidamente conseguía su segundo título, en el Clausura 2008. Sin embargo, la eliminación ante San Lorenzo en la Copa Libertadores y el último puesto en el torneo provocarían su salida. Luego pasaría justamente por el Ciclón, más tarde su primera experiencia en Europa como DT de Catania y regresaría a Racing, hasta que finalmente llegó la tan ansiada oportunidad en su Aleti.
Acompañado siempre por Germán Burgos, apenas seis meses tardaría Simeone en llevar al equipo de nuevo a lo más alto de Europa. Con nueve victorias de forma consecutiva, se consagraba por segunda vez campeón de la Europa League en una final donde demolió al Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa, con un inapelable 3 a 0 y una superlativa actuación de Radamel Falcao García, autor de dos goles. Pero el colombiano, no satisfecho con esa actuación, anotaría tres en la Supercopa de Europa, todos en el primer tiempo, para el 4 a 1 final sobre Chelsea. Un equipo a la medida del entrenador que se llevaba puesto a los rivales en cada ocasión.
El Calderón a sus pies
La primera temporada completa al frente de Atlético de Madrid lo tuvo por 21 fechas como escolta de Barcelona, pero luego perdería ese lugar ante Real Madrid a 11 jornadas del final. En el medio quedaría la renovación de su contrato hasta el 2017, la clasificación a la UEFA Champions League después de 17 años y otra noche apoteótica: el 17 de mayo, en pleno Santiago Bernabeu, vencía 2 a 1 a su eterno clásico en el tiempo suplementario y levantaba la misma Copa del Rey que había sabido ganar como jugador.
La 2013-14 comenzó con derrota en cierta forma, ya que no pudo conquistar la Supercopa de España ante el Barça, pero quedará para la estadística que ambos encuentros finalizaron empatados. Sin embargo, arrancaba ahí una primera mitad de la campaña espectacular, con clasificación en el primer puesto y con 16 puntos en la UEFA Champions League (el mejor de los 16 clasificados a octavos) y líder en La Liga con 46 puntos en 17 fechas, producto de 15 triunfos, un empate y apenas una derrota.
NÚMEROS DEL CHOLO EN MADRID
Desde su llegada hasta hoy, durante estos 731 días al frente del equipo, Atlético de Madrid disputó 115 encuentros entre La Liga, Copa del Rey, UEFA Europa League, UEFA Champions League, Supercopa de Europa y Supercopa de España. El saldo es abrumador, con 77 triunfos, 21 empates y 17 derrotas. Y en lo que respecta a los goles marcados y recibidos, la diferencia muestra a las claras que el equipo es una réplica suya: 211 a favor y 84 en contra.
Fuente goal.com
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http://www.mundo-deportes.com/
Pasaron dos años de aquel anuncio. En aquellos días, el conjunto Colchonero marchaba sexto y había pasado a 16vos de final de la Europa League. Sin embargo, la relación entre Gregorio Manzano y la dirigencia estaba quebrada y, tras la temprana eliminación de la Copa del Rey, el DT era despedido. El equipo estaba en pleno recambio luego de ganar la Europa League 2009-10, con Diego Forlán y Sergio Agüero como figuras. Y el entrenador argentino llegaba con la expectativa de revalidar esos logros.Ídolo adentro y ahora afuera
La idolatría colchonera por el Cholo no era nueva. Aquellos hinchas que fueron a su presentación oficial recordaban como si fuera ayer el doblete de La Liga y la Copa del Rey en la temporada 1995-96, que lo tuvo con la número 14 en la espalda y la cinta de capitán en el brazo derecho. Fiel a su estilo, decidió no quedarse en los laureles y fue por más gloria. Dos años después, el tiempo le daría la razón.
La carrera de Simeone como director técnico había sido frenética e intensa, así como se lo ve delante del banco de suplentes más allá de la elegancia de sus trajes. Promediaba el Clausura 2006 en Argentina y tras el interinato de Alberto Fanesi en Racing, decidía colgar los botines y asumir como entrenador. Conseguiría algunos triunfos para mejorar la imagen de la Academia, pero su futuro se llenaría de éxitos en Estudiantes de La Plata: en una de las definiciones más emotivas que se recuerde, recuperó una desventaja de cuatro puntos a falta de dos fechas en el Apertura 2006 y, en la final ante Boca, se impondría 2 a 1 para darle al Pincha el título después de 23 años.
Un año después aceptaría el ofrecimiento para dirigir a River y rápidamente conseguía su segundo título, en el Clausura 2008. Sin embargo, la eliminación ante San Lorenzo en la Copa Libertadores y el último puesto en el torneo provocarían su salida. Luego pasaría justamente por el Ciclón, más tarde su primera experiencia en Europa como DT de Catania y regresaría a Racing, hasta que finalmente llegó la tan ansiada oportunidad en su Aleti.
Acompañado siempre por Germán Burgos, apenas seis meses tardaría Simeone en llevar al equipo de nuevo a lo más alto de Europa. Con nueve victorias de forma consecutiva, se consagraba por segunda vez campeón de la Europa League en una final donde demolió al Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa, con un inapelable 3 a 0 y una superlativa actuación de Radamel Falcao García, autor de dos goles. Pero el colombiano, no satisfecho con esa actuación, anotaría tres en la Supercopa de Europa, todos en el primer tiempo, para el 4 a 1 final sobre Chelsea. Un equipo a la medida del entrenador que se llevaba puesto a los rivales en cada ocasión.
El Calderón a sus pies
La primera temporada completa al frente de Atlético de Madrid lo tuvo por 21 fechas como escolta de Barcelona, pero luego perdería ese lugar ante Real Madrid a 11 jornadas del final. En el medio quedaría la renovación de su contrato hasta el 2017, la clasificación a la UEFA Champions League después de 17 años y otra noche apoteótica: el 17 de mayo, en pleno Santiago Bernabeu, vencía 2 a 1 a su eterno clásico en el tiempo suplementario y levantaba la misma Copa del Rey que había sabido ganar como jugador.
La 2013-14 comenzó con derrota en cierta forma, ya que no pudo conquistar la Supercopa de España ante el Barça, pero quedará para la estadística que ambos encuentros finalizaron empatados. Sin embargo, arrancaba ahí una primera mitad de la campaña espectacular, con clasificación en el primer puesto y con 16 puntos en la UEFA Champions League (el mejor de los 16 clasificados a octavos) y líder en La Liga con 46 puntos en 17 fechas, producto de 15 triunfos, un empate y apenas una derrota.
NÚMEROS DEL CHOLO EN MADRID
Desde su llegada hasta hoy, durante estos 731 días al frente del equipo, Atlético de Madrid disputó 115 encuentros entre La Liga, Copa del Rey, UEFA Europa League, UEFA Champions League, Supercopa de Europa y Supercopa de España. El saldo es abrumador, con 77 triunfos, 21 empates y 17 derrotas. Y en lo que respecta a los goles marcados y recibidos, la diferencia muestra a las claras que el equipo es una réplica suya: 211 a favor y 84 en contra.
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