Dos jugadores, competidores por un puesto, ejemplifican a la perfección la ciclotimia del Real Madrid. El canterano Jesé Rodríguez y Ángel Di María, uno de los hombres mejor pagados de la plantilla, parecen en un cruce de caminos. La divergencia de sus trayectorias se terminó de evidenciar la noche de Reyes, cuando el canario sustituyó al argentino, quien tras otro partido gris se llevó la mano a los genitales en un gesto displicente hacia la grada. Si Di María desguazó sesenta minutos, a Jesé le bastaron dos acciones para evitar un sofocón mayúsculo.
Uno parece inequívocamente en su etapa crepuscular en el club, mientras que el otro escribe con trazos de ambición las primeras líneas de lo que puede ser una carrera gloriosa. Así lo debe interpretar Ancelotti, que no dispone a día de hoy de muchos jugadores enchufados en el plantel. No está emitiendo las mejores señales el Madrid ahora que vuelve a cruzarse con Osasuna, esta vez en la Copa del Rey. Precisamente hace casi un mes en Pamplona, los blancos se dejaron dos puntos en un encuentro que marcó el inicio de una trayectoria descendente. Si el Madrid no se ha desangrado más en los partidos sucesivos, es en parte por la inopinada irrupción de Jesé. El canterano hizo el gol de la victoria en Mestalla y abrió la lata ante el Celta con un pase definitivo a Benzemá.
Tras estas últimas actuaciones, la expectación ante Jesé, probablemente el jugador más prometedor salido de La Fábrica en la última década, ha crecido de manera imparable. El mensaje de Ancelotti, en cambio, resulta contradictorio. “En este momento, Jesé es uno de los jugadores más importantes”, concedió el italiano antes de enfrascarse en una disertación con connotaciones estratégicas. “Es más importante sacar al jugador cuando el equipo contrario está cansado”, matizó.
Como consecuencia de la voracidad omnívora del Barcelona de Guardiola, la Copa del Rey volvió a ser un asunto de peso en Chamartín. El primer año de Mourinho, el título conseguido ante el eterno rival tuvo un efecto despresurizador sobre la institución. Aunque reconoció que probablemente juegue un equipo distinto ante Osasuna, Ancelotti no es proclive experimentar en exceso. Por un lado, no puede arriesgarse a un dislate que convierta el partido de El Sadar en poco menos que una guerra civil. Por otro, la irregularidad del equipo no invita a desaprovechar oportunidades de rodaje.
Con casi total seguridad, Illarramendi será titular como mediocentro después de que ante el Celta tuviera que sustituir a un Xabi Alonso errático y aparentemente renqueante de sus problemas en el tímpano. El lunes, el aprendiz mejoró las prestaciones del maestro. También apuntan a la continuidad hombres en crecimiento como Carvajal o Modric, quizás el futbolista más en forma a día de hoy. Volverá Casillas en un partido en el que el Santiago Bernabéu aguarda a Jesé y no quiere ni ver a Di María. Fuente goal.com
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Uno parece inequívocamente en su etapa crepuscular en el club, mientras que el otro escribe con trazos de ambición las primeras líneas de lo que puede ser una carrera gloriosa. Así lo debe interpretar Ancelotti, que no dispone a día de hoy de muchos jugadores enchufados en el plantel. No está emitiendo las mejores señales el Madrid ahora que vuelve a cruzarse con Osasuna, esta vez en la Copa del Rey. Precisamente hace casi un mes en Pamplona, los blancos se dejaron dos puntos en un encuentro que marcó el inicio de una trayectoria descendente. Si el Madrid no se ha desangrado más en los partidos sucesivos, es en parte por la inopinada irrupción de Jesé. El canterano hizo el gol de la victoria en Mestalla y abrió la lata ante el Celta con un pase definitivo a Benzemá.
Tras estas últimas actuaciones, la expectación ante Jesé, probablemente el jugador más prometedor salido de La Fábrica en la última década, ha crecido de manera imparable. El mensaje de Ancelotti, en cambio, resulta contradictorio. “En este momento, Jesé es uno de los jugadores más importantes”, concedió el italiano antes de enfrascarse en una disertación con connotaciones estratégicas. “Es más importante sacar al jugador cuando el equipo contrario está cansado”, matizó.
Como consecuencia de la voracidad omnívora del Barcelona de Guardiola, la Copa del Rey volvió a ser un asunto de peso en Chamartín. El primer año de Mourinho, el título conseguido ante el eterno rival tuvo un efecto despresurizador sobre la institución. Aunque reconoció que probablemente juegue un equipo distinto ante Osasuna, Ancelotti no es proclive experimentar en exceso. Por un lado, no puede arriesgarse a un dislate que convierta el partido de El Sadar en poco menos que una guerra civil. Por otro, la irregularidad del equipo no invita a desaprovechar oportunidades de rodaje.
Con casi total seguridad, Illarramendi será titular como mediocentro después de que ante el Celta tuviera que sustituir a un Xabi Alonso errático y aparentemente renqueante de sus problemas en el tímpano. El lunes, el aprendiz mejoró las prestaciones del maestro. También apuntan a la continuidad hombres en crecimiento como Carvajal o Modric, quizás el futbolista más en forma a día de hoy. Volverá Casillas en un partido en el que el Santiago Bernabéu aguarda a Jesé y no quiere ni ver a Di María. Fuente goal.com
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