El Villarreal pasó por encima de la Real Sociedad (5-1) gracias a una auténtica exhibición en El Madrigal. Con esta radiante victoria, los de Marcelino García Toral ascienden hasta la quinta posición de la tabla con 34 puntos, a dos del Athletic Club, y dejan a los vascos en la sexta tras una noche para olvidar. A pesar del descalabro, los de Jagoba Arrasate deberán reponerse rápido de cara al encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, que se disputará el jueves en el feudo amarillo, y donde se debe deshacer la firma de tablas (0-0) de la ida en Anoeta.
Sin tiempo para el acomodo y con la resaca copera aún coleando, el duelo comenzó con una gran dosis de ritmo. Era la génesis de una cita que enfrentaba a dos equipos enérgicos, entusiasmados por la inercia de los resultados. Se avecinaba un intercambio de golpes, una frenética ida y vuelta entre dos equipos que tienen entre ceja y ceja los puestos Champions. Al cumplirse el cuarto de hora, los locales dieron el primer golpe sobre la mesa. Fue Giovani dos Santos el que consiguió abrir la lata tras una asistencia casi de socorro de Mario Gaspar al evitar que el balón saliera por la línea de fondo. In-extremis, pero en el momento oportuno para que el mexicano anotara su séptimo gol en el campeonato doméstico (1-0).
Sin tener apenas protagonismo con el balón, los vascos perdían inspiración y lucidez en la creación. Enfrente, estaba un conjunto castellonense bravo y que, por instantes, jugaba de carrerilla sobre el terreno de juego. Su comodidad y su destreza contrastaba con una encojida y atosigada Real Sociedad. Sin especular con la ventaja, los amarillos no daban tregua al meta chileno Claudio Bravo. Pero a los 24 minutos, un pase de escuadra y cartabón de Carlos Vela posibilitó que Xabi Prieto se quedara en solitario frente a Sergio Asenjo y tuviera el empate. La rapidez del cancerbero en la salida desbarataba la ocasión más viva de los txuri-urdin. El corazón de los aficionados de El Madrigal se aceleraba.
El partido estaba alocado. Los groguets ponían el equilibrio y los de Arrasate aprovechaban el mínimo despiste para poder meterse en el encuentro con un gol. Lejos de ese propósito, una jugada de pizarra entre Moi Gómez, Bruno Soriano y Giovani dos Santos era culminada por un Ikechukwu Uche enrachado y que firmaba su decimosegunda diana en Liga y el segundo del encuentro (2-0). Era un nuevo mazazo, otro duro revés para un oponente cada vez más desmoronado y anestesiado. Entre que el juego quedaba focalizado en Carlos Vela y la nula vulnerabilidad de la zaga local, no encontraba autoestima que calmara su debilidad. Y en medio de la excelencia y superada la media hora, Dos Santos marcaba el tercero. Sin ocasión para el tiempo muerto por parte de los visitantes, los amarillos estaban ofreciendo un encuentro estética para los sentidos. Eran un ciclón.
Tras el parón, la Real Sociedad trató de espabilar como pudo. La diferencia era más que notable, pero no quedaba otro remedio que levantar la cabeza y buscar recortar distancias. Pero lejos de ese utópico propósito, Uche -primero, en el 55- y Moi Gómez -después, en el 58-, daban la puntilla definitiva a los donostiarras (5-0). Con la manita en el bolsillo, los locales eran dueños de un duelo cada vez más veloz y sólo Imanol Aguirretxe fue capaz de marcar el gol del honor para un equipo txuri-urdin que se fue diluyendo más rápido que despacio en una cita que el Villarreal jamás podrá olvidar.Fuente goal.com
COMENTARIO REGISTRATE en Mundo-deportes, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis, no olvidar dejar un mensaje en el foro para que se active el registro.
http://www.mundo-deportes.com/
Sin tiempo para el acomodo y con la resaca copera aún coleando, el duelo comenzó con una gran dosis de ritmo. Era la génesis de una cita que enfrentaba a dos equipos enérgicos, entusiasmados por la inercia de los resultados. Se avecinaba un intercambio de golpes, una frenética ida y vuelta entre dos equipos que tienen entre ceja y ceja los puestos Champions. Al cumplirse el cuarto de hora, los locales dieron el primer golpe sobre la mesa. Fue Giovani dos Santos el que consiguió abrir la lata tras una asistencia casi de socorro de Mario Gaspar al evitar que el balón saliera por la línea de fondo. In-extremis, pero en el momento oportuno para que el mexicano anotara su séptimo gol en el campeonato doméstico (1-0).
Sin tener apenas protagonismo con el balón, los vascos perdían inspiración y lucidez en la creación. Enfrente, estaba un conjunto castellonense bravo y que, por instantes, jugaba de carrerilla sobre el terreno de juego. Su comodidad y su destreza contrastaba con una encojida y atosigada Real Sociedad. Sin especular con la ventaja, los amarillos no daban tregua al meta chileno Claudio Bravo. Pero a los 24 minutos, un pase de escuadra y cartabón de Carlos Vela posibilitó que Xabi Prieto se quedara en solitario frente a Sergio Asenjo y tuviera el empate. La rapidez del cancerbero en la salida desbarataba la ocasión más viva de los txuri-urdin. El corazón de los aficionados de El Madrigal se aceleraba.
El partido estaba alocado. Los groguets ponían el equilibrio y los de Arrasate aprovechaban el mínimo despiste para poder meterse en el encuentro con un gol. Lejos de ese propósito, una jugada de pizarra entre Moi Gómez, Bruno Soriano y Giovani dos Santos era culminada por un Ikechukwu Uche enrachado y que firmaba su decimosegunda diana en Liga y el segundo del encuentro (2-0). Era un nuevo mazazo, otro duro revés para un oponente cada vez más desmoronado y anestesiado. Entre que el juego quedaba focalizado en Carlos Vela y la nula vulnerabilidad de la zaga local, no encontraba autoestima que calmara su debilidad. Y en medio de la excelencia y superada la media hora, Dos Santos marcaba el tercero. Sin ocasión para el tiempo muerto por parte de los visitantes, los amarillos estaban ofreciendo un encuentro estética para los sentidos. Eran un ciclón.
Tras el parón, la Real Sociedad trató de espabilar como pudo. La diferencia era más que notable, pero no quedaba otro remedio que levantar la cabeza y buscar recortar distancias. Pero lejos de ese utópico propósito, Uche -primero, en el 55- y Moi Gómez -después, en el 58-, daban la puntilla definitiva a los donostiarras (5-0). Con la manita en el bolsillo, los locales eran dueños de un duelo cada vez más veloz y sólo Imanol Aguirretxe fue capaz de marcar el gol del honor para un equipo txuri-urdin que se fue diluyendo más rápido que despacio en una cita que el Villarreal jamás podrá olvidar.Fuente goal.com
COMENTARIO REGISTRATE en Mundo-deportes, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis, no olvidar dejar un mensaje en el foro para que se active el registro.
http://www.mundo-deportes.com/