Entrevista a David Villa
PREGUNTA. ¿Cómo está? ¿Le ha saltado la luz de reserva ya?
RESPUESTA. No, estoy bien, porque además aquí en mi tierra no me
entreno y tengo tiempo para hacer de todo.
P. Viéndole en el Mundial todos pensamos que era de diseño lo
que le estaba pasando.
R. Sí, deportivamente sí. Aunque
siempre espero que lo mejor esté por llegar.
P. ¿Y qué está por llegar? Porque después de esto, ¿qué?
R. Pues a conseguir más cosas. Más títulos colectivos, individuales,
más goles, ganar la Liga, la Champions...
P. ¿Más aún? Sabe que es el jugador más mediático de la
selección a nivel de prensa...
R. Pues será por el Mundial,
por los goles en esos partidos decisivos. Portugal, Paraguay... Ganamos
1-0 y el gol fue mío.
P. Se ha escrito mucho de usted. Nos gustaría que hiciera una
radiografía personal durante este Mundial.
R. Las sensaciones a partir de Suiza siempre fueron muy buenas. Siempre fuimos
con la sensación de que podíamos hacer algo grande. A los Mundiales
siempre vas con la idea de ganar, pero esta vez sí que pensábamos que
esa opción era real. Lo podíamos hacer, a pesar de haber perdido contra
Suiza. Esos tres o cuatro días hasta el partido de Honduras fueron
malos, pero las del día de Chile fueron las dos horas previas a un
partido peores de mi vida.
P. ¿Por qué?
R. Fue el partido más difícil. Con
las condiciones que teníamos, pese a ser superiores a Chile jugábamos en
el alambre. Una expulsión, un penalti, un día de mala suerte en que te
meten un gol de rebote y no consigues marcar, cualquier cosa de ésas nos
podía mandar de vuelta a España en la fase de grupos. Habría sido la
peor noticia para este país a nivel futbolístico.
P. ¿Vio a otros con la misma tensión aquel día?
R. Sí, pero lo que más me gustó es que cuando empezó el partido nada de
eso se notó. Ni en el calentamiento.
P. ¿Qué se dice en el vestuario en un momento así?
R. Nada. Hay silencio. Cada uno está concentrado. Antes de los partidos
cada uno se encierra individualmente. El viaje del hotel hasta el
campo... Yo no he vivido tantos nervios en mi vida.
P. Se superó ese partido, y después, ¿dónde se gustó más?
R. El día de Portugal. Ése fue el partido. Cada vez que cogía la pelota
y encaraba a un rival me sentía rápido, que me iba para un lado, para
otro y el defensa no aguantaba.
P. Su padre es su vigilante más crítico. ¿Le llamaba después
de cada partido?
R. Sí, claro, siempre. Me criticó el
penalti que fallé.
P. ¿Le sacudió?
R. Sí, y no le gustó mucho que
no tirara el penalti contra Paraguay. Él pensó que no me había atrevido
porque había fallado antes. Ya le expliqué que Xabi quería tirarlo
también y que por una cuestión de respeto le dejé tirar.
P. Si se hubiera llegado a los penalis con Holanda usted no
hubiera lanzado. ¿Le sorprendió que Del Bosque le cambiara a 10 minutos
del final?
R. No, para nada.Había hecho un buen trabajo.
Habíamos estado los tres arriba peleándonos con los defensas durante
todo el partido, había cambios todavía y era normal. Estaba Fernando
Torres fresco, aunque se lesionó, pero al final el cambio fue bueno.
P. ¿Han sido más impermeables que otras veces a las cosas que
se decían de fuera?
R. Sí, por lógica. Sobre todo los
medios de otros países intentaron desestabilizarnos. Veían a España como
una clara candidata al título. El míster nos apoyó, como cuando dijo
que le gustaría ser Sergio Busquets. Fue tras Suiza, en plena oleada de
críticas hacia él. Al fin y al cabo ha hecho que Sergio fuera un jugador
clave en el sistema de la selección.
P. También, por culpa de esas críticas, tuvieron que darle
palmadas a Iker...
R. Iker es un referente, el jugador más
importante para todos nosotros. Cuando hay algún problema es en quien
nos apoyamos. Pero está curtido en mil batallas y aunque todos hemos
tratado de ayudarle individualmente, él podía con ello, no lo
necesitaba.
P. Desde la atalaya del autobús ha vivido dos celebraciones,
Eurocopa y Mundial. ¿En qué fueron distintas?
R. En la gente. El día de la Eurocopa nos quedamos alucinados, pero el Mundial
superó todo eso. El recorrido fue más largo, y en cada calle que
entrábamos estaba absolutamente repleto de gente. Era incalculable,
abrumador.
P. ¿Han hablado con Luis, les ha felicitado?
R. Sí claro, él estaba expuesto a tener que comentar el partido de España,
también porque él quiso, pero sabíamos que eso podía suceder porque
tiene que comentar lo que ve en conciencia. Él era de los que más
deseaban que fuéramos campeones, y si criticaba era porque tenía que
hablar del partido. Es su opinión. No le guardamos ningún rencor porque
nos ha ayudado muchísimo para lograr el título. Sabemos que se alegra
muchísimo del éxito.
P. Patricia, su mujer, sabe muchísimo de fútbol.
R. Le gusta. Es importante, no vital, pero para alguien que está
siempre viendo fútbol, pues resulta una ayuda. Ella jugó hasta los 17
años. No llega a la fiebre de querer ver todos los partidos, pero le
gusta. Era defensa, no la vi jugar demasiado, pero por lo que dice ella
sí que era buena.
P.¿Y qué le dijo del gol que le marcó a Chile?
R. Lo mismo que todo el mundo, que por qué chuté de primera y con la
zurda. Son décimas de segundo, y no lo piensas. Sinceramente, después de
verlo por la tele, tenía todo el tiempo del mundo para pararla y
pensar. No sé ni explicar por qué decidí eso.
P. Hizo lo contrario que contra Paraguay, ahí le dio por
controlar...
R. Exacto, estaba mucho más cerca y controlé.
Lo importante es que ambas decisiones fueron las correctas.
P. ¿La celebración contra Chile también fue instintiva?
R. Espontánea, como vas viendo el balón, a ver si entra, te vas
moviendo, atrás, atrás, hasta que es gol.
P. ¿Este Mundial ha sido una soberbia lección de humildad
para el futbol Los cracks de relumbrón están mucho más morenos que
usted.
R. Afortunadamente. Lo que más me sorprendió fueron
las eliminaciones de Italia y Francia en primera ronda. Sobre todo la de
los galos. Italia traía un equipo nuevo. Pero Francia traía futbolistas
clave en sus equipos, que han estado en finales de Champions. Que en un
grupo favorable hicieran lo que hicieron fue muy sorprendente.
P. Usted ha visto perder de cerca a Cristiano. ¿Cómo pierde?
R. Pues como todo el mundo. Es muy difícil saber perder en un Mundial,
sobre todo cuando empiezas las eliminatorias. Cuando pierdes y la única
revancha que te queda es hacer las maletas es complicado. Cristiano y
todos los que fueron perdiendo vivieron una experiencia muy dura. A
nosotros nos pasó contra Francia en Alemania. Estás con toda la ilusión
del mundo y a las dos horas... A casa. A mí no me quedaron ganas de ver
ningún partido más de aquel Mundial. No vi nada más.
P. ¿Tenían la sensación de que si perdían la final contra
Holanda el Mundial no había servido de nada?
R. Sí, totalmente. Algunos medios hicieron artículos que sinceramente se
agradecen. Decían que seríamos campeones aunque perdiésemos, o que
pasara lo que pasara estaban orgullosos de nosotros. Era bonito, pero
todos sabíamos que si perdíamos dejábamos pasar una ocasión única. De
nada serviría todo lo que habíamos hecho. Quién sabe qué va a ser de
cada uno de nosotros dentro de cuatro años, si vamos a pelear por el
título o no. Muchos no estarán, o no estaremos. Era una oportunidad
perdida.
P. ¿Fue el partido más largo de su vida?
R. Sí. No el más angustioso, porque es bonito. Mucha gente decía que
disfrutáramos de la final porque nunca habíamos llegado, pero sólo
disfrutamos cuando pitó el árbitro.
P. ¿Eso lo han comprendido ahora, que de un plumazo han
mandado a tomar viento a Al Gandhour o a Tassotti?
R. Sí, sobre todo al volver. Lo sabéis mejor que nosotros. Siempre se decía lo
mismo, que si España tenía muy buenos jugadores pero nunca pasaba de
cuartos: que si los penaltis, que si el codazo de Tassotti... Todo eso
se va a ir borrando de nuestra mente.
P. ¿Y sus familias cómo lo vivieron?
R. Increíble. Los vi porque estaban en una zona próxima. Cuando me acerqué,
estaban todos llorando.
P. ¿Y usted lloró?
R. Dentro del vestuario a
todos nos cayeron lágrimas. Sinceramente, me emocionó mucho ver a Iker
llorando desde el gol de Iniesta hasta el pitido final. No paró. Pepe
Reina estaba por la banda intentado consolarlo. Llegó hasta casi la
portería para hablar con él. Ver a jugadores como Xavi, como Iniesta,
que lo han consegudio todo en el fútbol, o a Capdevila. Estaba llorando
como un niño. No es que estuviera emocionado, estaba llorando como un
bebé.
P. ¿Lo ha revivido en sueños?
R. Sí, sí. Con el
partido, con las celebraciones, con los goles. Muchos compañeros, muchos
amigos me dicen que siguen soñando
P. Durante el Mundial, ¿cuántos mensajes de Guardiola ha
recibido?
R. Los generales que enviaba a Xavi y Puyol y que
ellos nos trasnmitían. Pero recibí muchísimos antes del fichaje. Tanto
para mí como para él creo que fue una liberación el que firmara por fin
con el Barcelona.
P. ¿Qué espera aprender de él?
R. Tengo unas ganas enormes de entrenarme con Pep. No sólo por lo que representa sino
también por lo que me han comentado todos los compañeros. Me dicen que
es un entrenador que hace mejorar individual y colectivamente. Puyol me
ha dicho una frase que voy a aprovechar para decirla, espero que no se
cabree. Mira la trayectoria que tiene Puyol, pues me dijo que no ha
tenido un entrenador como Guardiola en su vida.
P. ¿Espera alguna sorpresa?
R. No, se juega igual en la selección y en el Barça, un 4-3-3, y me siento cómodo en las
tres posiciones del ataque. En otra más atrasada no creo que me vaya a
poner.
P. Usted que se confiesa egoísta jugando, ¿sabe que a Pep no
le gustan los chupones?
R. Sí, pero cuando me confieso
egoísta lo digo porque un delantero debe tener el gol en la cabeza
siempre. Toda mi vida me he caracterizado por pensar antes en el equipo,
pero sí es verdad que el delantero debe vivir el partido para marcar
gol. Cuando juego, visualizo jugadas para irme y marcar.
P. ¿Vio el Inter-Barça?
R. Sí, y son diferentes
estilos de fútbol. A mí me gusta más el del Barça, el de la selección.
La gente alaba al Inter, pero seguramente si se juegan 10 partidos como
ése, el Barça gana nueve. Ése lo ganó el Inter y fue campeón de Europa.
Es fútbol.
P. ¿Se ha puesto ya el traje de la rivalidad Madrid-Barça?
R. De momento en la selección no porque no hay pique. Pero ya empezamos
a decirnos cositas, sí. Poder disputar un clásico es un privilegio para
cualquiera.
P. ¿Qué espera de ese partido?
R. Una tensión enorme. Allí se puede decidir la Liga, como la temporada pasada, sin ir
más lejor. Son partidos espectaculares, que suponen que todo esté
pendiente de eso. Tengo unas ganas enormes de vivirlo.
P. ¿Mourinho es una motivación extra?
R. Hombre, yo sólo he estado un par de días allí. Pero sí que es una motivación
extra para el Barça. Por todo lo que se vivió, especialmente el año
pasado, con el entrenador portugués.
P. ¿Hubiera vivido con más presión en caso de firmar por el
Real Madrid?
R. No lo creo, ni me lo planteo. Siempre fui
muy sincero y estoy muy agradecido al Valencia. De verdad. Nunca me he
hecho a la idea de estar en el Madrid o en el Barça. Sólo cuando firmé.
P. La Copa del Mundo les ha doctorado, a ustedes y a la
afición. ¿Qué le pide?
R. Unión y olvidar para siempre los
malos momentos. Hasta la Eurocopa, éramos masoquistas y pensábamos en
Tassotti y Al Gandhour cuando hablabas de la selección. La mentalidad de
la selección ahora es el gol de Iniesta o el penalti que paró Casillas,
el mío a Portugal o el de Puyol a Alemania.
P. Y marcando un estilo.
R. La selección llevaba
unos años así, se ha conseguido un estilo. Habrá jugadores que se irán
marchando, pero la gente que se irá incorporando se adaptará a esa forma
de jugar. Hemos demostrado que la idea de fútbol es la buena, porque no
sólo se juega bien, se consigue ser campeón del mundo.
PREGUNTA. ¿Cómo está? ¿Le ha saltado la luz de reserva ya?
RESPUESTA. No, estoy bien, porque además aquí en mi tierra no me
entreno y tengo tiempo para hacer de todo.
P. Viéndole en el Mundial todos pensamos que era de diseño lo
que le estaba pasando.
R. Sí, deportivamente sí. Aunque
siempre espero que lo mejor esté por llegar.
P. ¿Y qué está por llegar? Porque después de esto, ¿qué?
R. Pues a conseguir más cosas. Más títulos colectivos, individuales,
más goles, ganar la Liga, la Champions...
P. ¿Más aún? Sabe que es el jugador más mediático de la
selección a nivel de prensa...
R. Pues será por el Mundial,
por los goles en esos partidos decisivos. Portugal, Paraguay... Ganamos
1-0 y el gol fue mío.
P. Se ha escrito mucho de usted. Nos gustaría que hiciera una
radiografía personal durante este Mundial.
R. Las sensaciones a partir de Suiza siempre fueron muy buenas. Siempre fuimos
con la sensación de que podíamos hacer algo grande. A los Mundiales
siempre vas con la idea de ganar, pero esta vez sí que pensábamos que
esa opción era real. Lo podíamos hacer, a pesar de haber perdido contra
Suiza. Esos tres o cuatro días hasta el partido de Honduras fueron
malos, pero las del día de Chile fueron las dos horas previas a un
partido peores de mi vida.
P. ¿Por qué?
R. Fue el partido más difícil. Con
las condiciones que teníamos, pese a ser superiores a Chile jugábamos en
el alambre. Una expulsión, un penalti, un día de mala suerte en que te
meten un gol de rebote y no consigues marcar, cualquier cosa de ésas nos
podía mandar de vuelta a España en la fase de grupos. Habría sido la
peor noticia para este país a nivel futbolístico.
P. ¿Vio a otros con la misma tensión aquel día?
R. Sí, pero lo que más me gustó es que cuando empezó el partido nada de
eso se notó. Ni en el calentamiento.
P. ¿Qué se dice en el vestuario en un momento así?
R. Nada. Hay silencio. Cada uno está concentrado. Antes de los partidos
cada uno se encierra individualmente. El viaje del hotel hasta el
campo... Yo no he vivido tantos nervios en mi vida.
P. Se superó ese partido, y después, ¿dónde se gustó más?
R. El día de Portugal. Ése fue el partido. Cada vez que cogía la pelota
y encaraba a un rival me sentía rápido, que me iba para un lado, para
otro y el defensa no aguantaba.
P. Su padre es su vigilante más crítico. ¿Le llamaba después
de cada partido?
R. Sí, claro, siempre. Me criticó el
penalti que fallé.
P. ¿Le sacudió?
R. Sí, y no le gustó mucho que
no tirara el penalti contra Paraguay. Él pensó que no me había atrevido
porque había fallado antes. Ya le expliqué que Xabi quería tirarlo
también y que por una cuestión de respeto le dejé tirar.
P. Si se hubiera llegado a los penalis con Holanda usted no
hubiera lanzado. ¿Le sorprendió que Del Bosque le cambiara a 10 minutos
del final?
R. No, para nada.Había hecho un buen trabajo.
Habíamos estado los tres arriba peleándonos con los defensas durante
todo el partido, había cambios todavía y era normal. Estaba Fernando
Torres fresco, aunque se lesionó, pero al final el cambio fue bueno.
P. ¿Han sido más impermeables que otras veces a las cosas que
se decían de fuera?
R. Sí, por lógica. Sobre todo los
medios de otros países intentaron desestabilizarnos. Veían a España como
una clara candidata al título. El míster nos apoyó, como cuando dijo
que le gustaría ser Sergio Busquets. Fue tras Suiza, en plena oleada de
críticas hacia él. Al fin y al cabo ha hecho que Sergio fuera un jugador
clave en el sistema de la selección.
P. También, por culpa de esas críticas, tuvieron que darle
palmadas a Iker...
R. Iker es un referente, el jugador más
importante para todos nosotros. Cuando hay algún problema es en quien
nos apoyamos. Pero está curtido en mil batallas y aunque todos hemos
tratado de ayudarle individualmente, él podía con ello, no lo
necesitaba.
P. Desde la atalaya del autobús ha vivido dos celebraciones,
Eurocopa y Mundial. ¿En qué fueron distintas?
R. En la gente. El día de la Eurocopa nos quedamos alucinados, pero el Mundial
superó todo eso. El recorrido fue más largo, y en cada calle que
entrábamos estaba absolutamente repleto de gente. Era incalculable,
abrumador.
P. ¿Han hablado con Luis, les ha felicitado?
R. Sí claro, él estaba expuesto a tener que comentar el partido de España,
también porque él quiso, pero sabíamos que eso podía suceder porque
tiene que comentar lo que ve en conciencia. Él era de los que más
deseaban que fuéramos campeones, y si criticaba era porque tenía que
hablar del partido. Es su opinión. No le guardamos ningún rencor porque
nos ha ayudado muchísimo para lograr el título. Sabemos que se alegra
muchísimo del éxito.
P. Patricia, su mujer, sabe muchísimo de fútbol.
R. Le gusta. Es importante, no vital, pero para alguien que está
siempre viendo fútbol, pues resulta una ayuda. Ella jugó hasta los 17
años. No llega a la fiebre de querer ver todos los partidos, pero le
gusta. Era defensa, no la vi jugar demasiado, pero por lo que dice ella
sí que era buena.
P.¿Y qué le dijo del gol que le marcó a Chile?
R. Lo mismo que todo el mundo, que por qué chuté de primera y con la
zurda. Son décimas de segundo, y no lo piensas. Sinceramente, después de
verlo por la tele, tenía todo el tiempo del mundo para pararla y
pensar. No sé ni explicar por qué decidí eso.
P. Hizo lo contrario que contra Paraguay, ahí le dio por
controlar...
R. Exacto, estaba mucho más cerca y controlé.
Lo importante es que ambas decisiones fueron las correctas.
P. ¿La celebración contra Chile también fue instintiva?
R. Espontánea, como vas viendo el balón, a ver si entra, te vas
moviendo, atrás, atrás, hasta que es gol.
P. ¿Este Mundial ha sido una soberbia lección de humildad
para el futbol Los cracks de relumbrón están mucho más morenos que
usted.
R. Afortunadamente. Lo que más me sorprendió fueron
las eliminaciones de Italia y Francia en primera ronda. Sobre todo la de
los galos. Italia traía un equipo nuevo. Pero Francia traía futbolistas
clave en sus equipos, que han estado en finales de Champions. Que en un
grupo favorable hicieran lo que hicieron fue muy sorprendente.
P. Usted ha visto perder de cerca a Cristiano. ¿Cómo pierde?
R. Pues como todo el mundo. Es muy difícil saber perder en un Mundial,
sobre todo cuando empiezas las eliminatorias. Cuando pierdes y la única
revancha que te queda es hacer las maletas es complicado. Cristiano y
todos los que fueron perdiendo vivieron una experiencia muy dura. A
nosotros nos pasó contra Francia en Alemania. Estás con toda la ilusión
del mundo y a las dos horas... A casa. A mí no me quedaron ganas de ver
ningún partido más de aquel Mundial. No vi nada más.
P. ¿Tenían la sensación de que si perdían la final contra
Holanda el Mundial no había servido de nada?
R. Sí, totalmente. Algunos medios hicieron artículos que sinceramente se
agradecen. Decían que seríamos campeones aunque perdiésemos, o que
pasara lo que pasara estaban orgullosos de nosotros. Era bonito, pero
todos sabíamos que si perdíamos dejábamos pasar una ocasión única. De
nada serviría todo lo que habíamos hecho. Quién sabe qué va a ser de
cada uno de nosotros dentro de cuatro años, si vamos a pelear por el
título o no. Muchos no estarán, o no estaremos. Era una oportunidad
perdida.
P. ¿Fue el partido más largo de su vida?
R. Sí. No el más angustioso, porque es bonito. Mucha gente decía que
disfrutáramos de la final porque nunca habíamos llegado, pero sólo
disfrutamos cuando pitó el árbitro.
P. ¿Eso lo han comprendido ahora, que de un plumazo han
mandado a tomar viento a Al Gandhour o a Tassotti?
R. Sí, sobre todo al volver. Lo sabéis mejor que nosotros. Siempre se decía lo
mismo, que si España tenía muy buenos jugadores pero nunca pasaba de
cuartos: que si los penaltis, que si el codazo de Tassotti... Todo eso
se va a ir borrando de nuestra mente.
P. ¿Y sus familias cómo lo vivieron?
R. Increíble. Los vi porque estaban en una zona próxima. Cuando me acerqué,
estaban todos llorando.
P. ¿Y usted lloró?
R. Dentro del vestuario a
todos nos cayeron lágrimas. Sinceramente, me emocionó mucho ver a Iker
llorando desde el gol de Iniesta hasta el pitido final. No paró. Pepe
Reina estaba por la banda intentado consolarlo. Llegó hasta casi la
portería para hablar con él. Ver a jugadores como Xavi, como Iniesta,
que lo han consegudio todo en el fútbol, o a Capdevila. Estaba llorando
como un niño. No es que estuviera emocionado, estaba llorando como un
bebé.
P. ¿Lo ha revivido en sueños?
R. Sí, sí. Con el
partido, con las celebraciones, con los goles. Muchos compañeros, muchos
amigos me dicen que siguen soñando
P. Durante el Mundial, ¿cuántos mensajes de Guardiola ha
recibido?
R. Los generales que enviaba a Xavi y Puyol y que
ellos nos trasnmitían. Pero recibí muchísimos antes del fichaje. Tanto
para mí como para él creo que fue una liberación el que firmara por fin
con el Barcelona.
P. ¿Qué espera aprender de él?
R. Tengo unas ganas enormes de entrenarme con Pep. No sólo por lo que representa sino
también por lo que me han comentado todos los compañeros. Me dicen que
es un entrenador que hace mejorar individual y colectivamente. Puyol me
ha dicho una frase que voy a aprovechar para decirla, espero que no se
cabree. Mira la trayectoria que tiene Puyol, pues me dijo que no ha
tenido un entrenador como Guardiola en su vida.
P. ¿Espera alguna sorpresa?
R. No, se juega igual en la selección y en el Barça, un 4-3-3, y me siento cómodo en las
tres posiciones del ataque. En otra más atrasada no creo que me vaya a
poner.
P. Usted que se confiesa egoísta jugando, ¿sabe que a Pep no
le gustan los chupones?
R. Sí, pero cuando me confieso
egoísta lo digo porque un delantero debe tener el gol en la cabeza
siempre. Toda mi vida me he caracterizado por pensar antes en el equipo,
pero sí es verdad que el delantero debe vivir el partido para marcar
gol. Cuando juego, visualizo jugadas para irme y marcar.
P. ¿Vio el Inter-Barça?
R. Sí, y son diferentes
estilos de fútbol. A mí me gusta más el del Barça, el de la selección.
La gente alaba al Inter, pero seguramente si se juegan 10 partidos como
ése, el Barça gana nueve. Ése lo ganó el Inter y fue campeón de Europa.
Es fútbol.
P. ¿Se ha puesto ya el traje de la rivalidad Madrid-Barça?
R. De momento en la selección no porque no hay pique. Pero ya empezamos
a decirnos cositas, sí. Poder disputar un clásico es un privilegio para
cualquiera.
P. ¿Qué espera de ese partido?
R. Una tensión enorme. Allí se puede decidir la Liga, como la temporada pasada, sin ir
más lejor. Son partidos espectaculares, que suponen que todo esté
pendiente de eso. Tengo unas ganas enormes de vivirlo.
P. ¿Mourinho es una motivación extra?
R. Hombre, yo sólo he estado un par de días allí. Pero sí que es una motivación
extra para el Barça. Por todo lo que se vivió, especialmente el año
pasado, con el entrenador portugués.
P. ¿Hubiera vivido con más presión en caso de firmar por el
Real Madrid?
R. No lo creo, ni me lo planteo. Siempre fui
muy sincero y estoy muy agradecido al Valencia. De verdad. Nunca me he
hecho a la idea de estar en el Madrid o en el Barça. Sólo cuando firmé.
P. La Copa del Mundo les ha doctorado, a ustedes y a la
afición. ¿Qué le pide?
R. Unión y olvidar para siempre los
malos momentos. Hasta la Eurocopa, éramos masoquistas y pensábamos en
Tassotti y Al Gandhour cuando hablabas de la selección. La mentalidad de
la selección ahora es el gol de Iniesta o el penalti que paró Casillas,
el mío a Portugal o el de Puyol a Alemania.
P. Y marcando un estilo.
R. La selección llevaba
unos años así, se ha conseguido un estilo. Habrá jugadores que se irán
marchando, pero la gente que se irá incorporando se adaptará a esa forma
de jugar. Hemos demostrado que la idea de fútbol es la buena, porque no
sólo se juega bien, se consigue ser campeón del mundo.