“Madrid 1 de Agosto de 2010. (desde mi despacho)
José Antonio Abellán
Carta abierta de despedida de COPE
Durante los 17 años que he trabajado en COPE -los últimos 10, dirigiendo el Departamento de Deportes-, he pensado muchas veces cómo sería mi salida de la empresa a causa de los momentos tan duros que he vivido en ella. Y, desde luego, siempre pensé que sería de una forma amistosa. 17 años son muchos años y en ellos había siempre muchas cosas que nos unían por complicadas que se hubiesen vuelto las circunstancias.
En cualquier caso, las relaciones empiezan y terminan y, siempre he sabido, que un día terminarían para mí en esta casa. Entra dentro de lo normal. Es más, estaba casi seguro de que el contrato que firmé el 7 de Junio de 2010 –no hace ni dos meses- sería el último de mi vida laboral en COPE.
Lo que nunca pensé es que se me despediría de la forma que se ha hecho. Nunca pensé que habría sido tan malo para merecer una despedida tan fría y tan cobarde, hecha por burofax (que os adjunto a continuación de esta carta) y firmada por la Asesoría Jurídica, en el que se me insulta, se me intenta desacreditar y se miente hasta la náusea, ya que siempre creí que, llegado el caso, alguien me llamaría para decírmelo cara a cara. Como se hacen estas cosas entre viejos amigos. Creo que me lo merecía por muchas razones personales que no vienen al caso. Pero, visto lo visto, también es posible que las cosas en COPE hayan cambiado tan radicalmente, de un tiempo a esta parte, que eso ya no sea posible.
Y me ha resultado especialmente dolorosa esta forma de proceder porque, durante 17 años, al bajar a los estudios, he leído un lema que hay a la entrada que dice “La verdad os hará libres”, lo que no deja de ser una terrible paradoja ya que ahora la mentira lo supedita todo.
Ahora debe ser que esa verdad está ahogando a sus directivos y, con este infame burofax, lo que buscan es una salida airosa para tapar sus propias mentiras. Y es que, todo parece indicar, que la situación ya se les ha ido de las manos y de lo que se trata es de buscar justificaciones impropias a tanto dislate.
En este momento, mientras recojo las cosas de mi despacho, pienso si será verdad eso de que ya la COPE no es la COPE. Y lo pienso mientras, al abrir un cajón de mi mesa, me encuentro con su Ideario. Con ese Código ético y referencial que, hoy al parecer, puede asumir sin inmutarse que la mentira sea norma de uso y abuso en esta casa.
Pienso también que ésta COPE no puede ser la COPE porque, en el burofax que me han enviado, además de mentir, intentan hacerme daño innecesariamente. El burofax que he recibido no se limita a despedirme, que sería lo normal para dar paso a una negociación entre abogados, la carta de despedida trata de herirme duramente y en lo más profundo de mi comportamiento personal y profesional, y en un acto tan cercano a la venganza como a ancestrales procesos inquisitoriales. Repito, herir, innecesariamente, y eso me llega a producir una gran perplejidad.
¿Qué le he podido hacer yo a esta nueva directiva de COPE, en apenas cuatro meses que llevan gestionando la empresa, para que traten de desacreditarme y herirme de esa manera tan brutal? ¿Qué tratan de ocultar? ¿Acaso su traición personal? ¿O tal vez que las circunstancias les han desbordado y traten de culparme de todo para intentar disculparse ellos ante los dueños?
Pero hay más, basan toda la carta de despedida en recortes de confidenciales de internet, lo que no deja de ser un hecho bastante pobre para una empresa que quiere basar su prestigio en la credibilidad. Una pena.
Podría defenderme aquí de las mentiras que se vierten contra mí en esa ominosa carta, pero no lo voy a hacer, salvo en una cosa, el Departamento de Deportes que he dirigido y sus programas no solamente han sido segundos en el ranking de las emisoras de este país durante 10 años ( ¿Cuántos programas son segundos en COPE en los últimos años? ) sino que ademas son los más rentables de toda la empresa. Incluso en tiempos de crisis, han superado cada año su facturación. Y en cuanto a mi capacidad de trabajo…que os voy a decir que no sepais de alguien que lleva diez años trabajando siete dias a la semana. Por ejemplo, desde el 2000 al 2006 dieciocho horas cada día.
Pero no quiero caer en el mismo lodo en el que se están revolcando. Supongo que argumentos y doctores tiene la Iglesia (los que me conoceis sabeis que yo también) para desarmar semejantes falsedades, impropias de una empresa cuyo accionariado, mayoritariamente, es de la Conferencia Episcopal. Serán los tribunales correspondientes los que desmonten tantas mentiras y me reconforten de tantas ofensas personales. Y os doy mi palabra que sereis informados en cada momento en una web que pondré en marcha.
Sólo me queda por decir que fue bonito mientras duró porque 17 años no se pueden tapar con una capa de lodo embustero.
Le deseo lo mejor a la COPE, porque la emisora seguirá cuando estos directivos se hayan ido, que se irán. Y es que si no fuera así será el maravilloso cuadro que hay bajando a los estudios el que habrá que retirar urgentemente.
Mi recuerdo quiero que sea, en este momento, para todos los compañeros que durante estos 17 años han colaborado conmigo. Especialmente, para los que lo han hecho en estos últimos años, en los que he intentado buscar la verdad para ser más libre a costa de sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas. Y no es una frase hecha.
José Antonio Abellán“
José Antonio Abellán
Carta abierta de despedida de COPE
Durante los 17 años que he trabajado en COPE -los últimos 10, dirigiendo el Departamento de Deportes-, he pensado muchas veces cómo sería mi salida de la empresa a causa de los momentos tan duros que he vivido en ella. Y, desde luego, siempre pensé que sería de una forma amistosa. 17 años son muchos años y en ellos había siempre muchas cosas que nos unían por complicadas que se hubiesen vuelto las circunstancias.
En cualquier caso, las relaciones empiezan y terminan y, siempre he sabido, que un día terminarían para mí en esta casa. Entra dentro de lo normal. Es más, estaba casi seguro de que el contrato que firmé el 7 de Junio de 2010 –no hace ni dos meses- sería el último de mi vida laboral en COPE.
Lo que nunca pensé es que se me despediría de la forma que se ha hecho. Nunca pensé que habría sido tan malo para merecer una despedida tan fría y tan cobarde, hecha por burofax (que os adjunto a continuación de esta carta) y firmada por la Asesoría Jurídica, en el que se me insulta, se me intenta desacreditar y se miente hasta la náusea, ya que siempre creí que, llegado el caso, alguien me llamaría para decírmelo cara a cara. Como se hacen estas cosas entre viejos amigos. Creo que me lo merecía por muchas razones personales que no vienen al caso. Pero, visto lo visto, también es posible que las cosas en COPE hayan cambiado tan radicalmente, de un tiempo a esta parte, que eso ya no sea posible.
Y me ha resultado especialmente dolorosa esta forma de proceder porque, durante 17 años, al bajar a los estudios, he leído un lema que hay a la entrada que dice “La verdad os hará libres”, lo que no deja de ser una terrible paradoja ya que ahora la mentira lo supedita todo.
Ahora debe ser que esa verdad está ahogando a sus directivos y, con este infame burofax, lo que buscan es una salida airosa para tapar sus propias mentiras. Y es que, todo parece indicar, que la situación ya se les ha ido de las manos y de lo que se trata es de buscar justificaciones impropias a tanto dislate.
En este momento, mientras recojo las cosas de mi despacho, pienso si será verdad eso de que ya la COPE no es la COPE. Y lo pienso mientras, al abrir un cajón de mi mesa, me encuentro con su Ideario. Con ese Código ético y referencial que, hoy al parecer, puede asumir sin inmutarse que la mentira sea norma de uso y abuso en esta casa.
Pienso también que ésta COPE no puede ser la COPE porque, en el burofax que me han enviado, además de mentir, intentan hacerme daño innecesariamente. El burofax que he recibido no se limita a despedirme, que sería lo normal para dar paso a una negociación entre abogados, la carta de despedida trata de herirme duramente y en lo más profundo de mi comportamiento personal y profesional, y en un acto tan cercano a la venganza como a ancestrales procesos inquisitoriales. Repito, herir, innecesariamente, y eso me llega a producir una gran perplejidad.
¿Qué le he podido hacer yo a esta nueva directiva de COPE, en apenas cuatro meses que llevan gestionando la empresa, para que traten de desacreditarme y herirme de esa manera tan brutal? ¿Qué tratan de ocultar? ¿Acaso su traición personal? ¿O tal vez que las circunstancias les han desbordado y traten de culparme de todo para intentar disculparse ellos ante los dueños?
Pero hay más, basan toda la carta de despedida en recortes de confidenciales de internet, lo que no deja de ser un hecho bastante pobre para una empresa que quiere basar su prestigio en la credibilidad. Una pena.
Podría defenderme aquí de las mentiras que se vierten contra mí en esa ominosa carta, pero no lo voy a hacer, salvo en una cosa, el Departamento de Deportes que he dirigido y sus programas no solamente han sido segundos en el ranking de las emisoras de este país durante 10 años ( ¿Cuántos programas son segundos en COPE en los últimos años? ) sino que ademas son los más rentables de toda la empresa. Incluso en tiempos de crisis, han superado cada año su facturación. Y en cuanto a mi capacidad de trabajo…que os voy a decir que no sepais de alguien que lleva diez años trabajando siete dias a la semana. Por ejemplo, desde el 2000 al 2006 dieciocho horas cada día.
Pero no quiero caer en el mismo lodo en el que se están revolcando. Supongo que argumentos y doctores tiene la Iglesia (los que me conoceis sabeis que yo también) para desarmar semejantes falsedades, impropias de una empresa cuyo accionariado, mayoritariamente, es de la Conferencia Episcopal. Serán los tribunales correspondientes los que desmonten tantas mentiras y me reconforten de tantas ofensas personales. Y os doy mi palabra que sereis informados en cada momento en una web que pondré en marcha.
Sólo me queda por decir que fue bonito mientras duró porque 17 años no se pueden tapar con una capa de lodo embustero.
Le deseo lo mejor a la COPE, porque la emisora seguirá cuando estos directivos se hayan ido, que se irán. Y es que si no fuera así será el maravilloso cuadro que hay bajando a los estudios el que habrá que retirar urgentemente.
Mi recuerdo quiero que sea, en este momento, para todos los compañeros que durante estos 17 años han colaborado conmigo. Especialmente, para los que lo han hecho en estos últimos años, en los que he intentado buscar la verdad para ser más libre a costa de sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas. Y no es una frase hecha.
José Antonio Abellán“