El equipo de Mancini dominó en todo momento el partido y de hecho creó varias oportunidades para marcar pero el Sunderland aprovechó un penalti cuando culminaba el encuentro y se quedó con los tres puntos.
La visita del Manchester City a Sunderland no fue para nada buena. Más allá que el equipo mostró una buena imagen, no fue ni por asomo lo que logró ante el Liverpool, no solo desde el resultado sino también por el funcionamiento de cada una de las piezas y en especial de Carlos Tevez, el genio y la figura de una plantilla que sufre varias bajas con respecto a la de la pasada temporada.
Y es que en especial se resalta la figura del argentino porque comió un gol de esos que no suele perderse. Promediaba la primera etapa y el City ya merecía quedarse con un triunfo parcial, entonces, surge una contra, entonces, el Apache tiene el gol en sus pies, no hay nadie en la portería y él, esta entrando al área, solo la tiene que tocar, pero cuando define lo hace inexplicablemente por sobre el larguero y se queda sin nada, sin gol y sin triunfo parcial.
Luego de esta tremenda oportunidad perdida por Tevez, el City se derrumbó anímicamente y no pudo explotar desde tres cuartos de campo de juego al área rival. No tuvo la explosión que suele tener y a lo largo del juego mereció mucho más que su rival que se dedicó simplemente a defender.
Y así pasaban los minutos y uno de los candidatos a meterse entre los primeros puestos de la Liga se quedaba con un pobre empate pero que en definitiva le servía para continuar invicto y sin goles en contra, con una defensa mucho más solida que su mediocampo y que su ataque solamente destacado por lo que significa Tevez en la Premier.
De todos modos, ya en el minuto 90 cuando Mancini determinó la salida del argentino, Micah Richards se tiró arriba de Darren Bent y el mismo atacante se encargó de tirar el penalti y otorgarle el poco merecido triunfo al local, que se quedó con todo el oro, cuando había hecho todo para tener tan solo una porción de plomo.
La visita del Manchester City a Sunderland no fue para nada buena. Más allá que el equipo mostró una buena imagen, no fue ni por asomo lo que logró ante el Liverpool, no solo desde el resultado sino también por el funcionamiento de cada una de las piezas y en especial de Carlos Tevez, el genio y la figura de una plantilla que sufre varias bajas con respecto a la de la pasada temporada.
Y es que en especial se resalta la figura del argentino porque comió un gol de esos que no suele perderse. Promediaba la primera etapa y el City ya merecía quedarse con un triunfo parcial, entonces, surge una contra, entonces, el Apache tiene el gol en sus pies, no hay nadie en la portería y él, esta entrando al área, solo la tiene que tocar, pero cuando define lo hace inexplicablemente por sobre el larguero y se queda sin nada, sin gol y sin triunfo parcial.
Luego de esta tremenda oportunidad perdida por Tevez, el City se derrumbó anímicamente y no pudo explotar desde tres cuartos de campo de juego al área rival. No tuvo la explosión que suele tener y a lo largo del juego mereció mucho más que su rival que se dedicó simplemente a defender.
Y así pasaban los minutos y uno de los candidatos a meterse entre los primeros puestos de la Liga se quedaba con un pobre empate pero que en definitiva le servía para continuar invicto y sin goles en contra, con una defensa mucho más solida que su mediocampo y que su ataque solamente destacado por lo que significa Tevez en la Premier.
De todos modos, ya en el minuto 90 cuando Mancini determinó la salida del argentino, Micah Richards se tiró arriba de Darren Bent y el mismo atacante se encargó de tirar el penalti y otorgarle el poco merecido triunfo al local, que se quedó con todo el oro, cuando había hecho todo para tener tan solo una porción de plomo.