En un partido extraño y que pasará a la historia, el Málaga se deleitó en Zaragoza. Lo que logró en La Romareda pasará a la historia no sólo de su periplo en la élite, sino también a nivel general en la máxima categoría.
El equipo entrenado por Jesualdo Ferreira llegó a figurar con un 0-5 provisional después de 37 minutos de partido, en un pleno de eficacia que dejó patidifusos a todos. Máxime cuando aprovechó todas sus oportunidades sin fallo y era el equipo local el que asumía un dominio ficticio del balón y acumulaba la mayoría de disparos a puerta.
El Málaga volvió a dejar constancia de que puede que esta temporada no haya espacio para el aburrimiento en sus partidos, ni siquiera para el juego en el centro del campo. Sus transiciones son meteóricas, y dos de los cinco goles fueron en claros contragolpes.
La movilidad de Eliseu, Quincy y Juanmi hizo mucho daño a un Zaragoza que parecía llegar a la cita mejor armado como bloque. No hay que olvidar que el cuadro de La Rosaleda se presentó con ocho bajas: Duda, Manolo, Hélder Rosário, Malagueño, Iván, Sandro Silva, Apoño y Sebastián Fernández. Todos, hombres de peso, más la suplencia de Rondón, las últimas dos semanas sin entrenarse con el equipo.
A todo eso se repuso el Málaga y de qué forma en una actuación impecable, con goles a pares de dos malagueños, Fernando y Juanmi, más otro de Quincy, que desaprovechó luego sendos 'mano a mano' ante Leo Franco.
La goleada pudo ser histórica en un partido de idas y vueltas en el que el Zaragoza tuvo orgullo para maquillar el tanteo hasta el 3-5. Edmilson, Marco Pérez y Ander Herrera lograron sendos goles que evidencian también que los pupilos de Ferreira pueden mejorar en esa faceta.
El equipo entrenado por Jesualdo Ferreira llegó a figurar con un 0-5 provisional después de 37 minutos de partido, en un pleno de eficacia que dejó patidifusos a todos. Máxime cuando aprovechó todas sus oportunidades sin fallo y era el equipo local el que asumía un dominio ficticio del balón y acumulaba la mayoría de disparos a puerta.
El Málaga volvió a dejar constancia de que puede que esta temporada no haya espacio para el aburrimiento en sus partidos, ni siquiera para el juego en el centro del campo. Sus transiciones son meteóricas, y dos de los cinco goles fueron en claros contragolpes.
La movilidad de Eliseu, Quincy y Juanmi hizo mucho daño a un Zaragoza que parecía llegar a la cita mejor armado como bloque. No hay que olvidar que el cuadro de La Rosaleda se presentó con ocho bajas: Duda, Manolo, Hélder Rosário, Malagueño, Iván, Sandro Silva, Apoño y Sebastián Fernández. Todos, hombres de peso, más la suplencia de Rondón, las últimas dos semanas sin entrenarse con el equipo.
A todo eso se repuso el Málaga y de qué forma en una actuación impecable, con goles a pares de dos malagueños, Fernando y Juanmi, más otro de Quincy, que desaprovechó luego sendos 'mano a mano' ante Leo Franco.
La goleada pudo ser histórica en un partido de idas y vueltas en el que el Zaragoza tuvo orgullo para maquillar el tanteo hasta el 3-5. Edmilson, Marco Pérez y Ander Herrera lograron sendos goles que evidencian también que los pupilos de Ferreira pueden mejorar en esa faceta.