Los oyentes de Punto Radio Málaga (93.4 FM) tuvieron ayer la oportunidad de escuchar a Jesualdo Ferreira lejos de la sala de prensa, en una tertulia más distendida, en la que volvió a quedar de manifiesto que no rehúye una sola cuestión y que expone sus pensamientos cortito y al pie, como se dice en fútbol. Sin rodeos. Dejó varias pinceladas sobre lo que quiere implantar en el Málaga y concentró en una frase su análisis de las primeras semanas de competición. «Asumo que aún no hay equilibrio», recalcó.
La cita fue en el mesón Los Robles, frente al estadio La Rosaleda. «La primera vez que comí en Málaga fue aquí. Vinimos con el Oporto para jugar la Copa de la Paz y después de enfrentarnos al Aston Villa estuvimos todo el equipo», explicó nada más sentarse a la mesa. Jesualdo Ferreira respondió primeros a varias cuestiones realizadas por el presentador de 'Juego limpio Málaga', Daniel Marín. Reconoció que quería estudiar Derecho y que era un centrocampista «que trabajaba poco para el equipo», así que tomó la decisión de entrenar. «No iba a ser ni un buen abogado ni un buen futbolista». Confesó que su primera experiencia como entrenador fue como entrenador en la Universidad «con veintipocos años», y también recordó su gratificante experiencia en Marruecos: «Querían que siguiera, pero no podía ganar más, y en mi carrera nunca me ha gustado ser ni segundo ni tercero».
«La vida me lo dio todo muy tarde, pero ya se sabe que más vale tarde que nunca. Antes hice un buen trabajo en otros clubes», recalcó sobre sus éxitos en el Oporto, ya después de muchos años de trayectoria de los banquillos. Ferreira sí admitió que le encantaría retirarse en Málaga: «Puedo terminar mi carrera aquí, seguro. En lo que hago siempre pongo pasión y me meto a fondo. Terminar en el Málaga sería importante, porque supondría cumplir los tres años de contrato y también los objetivos que me he marcado». Precisamente desveló algunos aspectos de su incorporación al Málaga. Su desvinculación del Oporto fue tardía y por eso tuvo menos opciones para entrenar. «Tuve propuestas, pero no me entusiasmaron. Pude salir a otros países o zonas por el aspecto económico, pero no me apetecía. Me apetecía este proyecto. No he venido al Málaga a construir una carrera, sino a consolidarla», incidió. También desveló que estuvo veinte días en dos hoteles de Marbella -donde suele acudir de vacaciones- antes de ser descubierto en el Guadalmar, y que el acuerdo con los nuevos dirigentes, el jeque Abdullah Al-Thani y en particular con el máximo ejecutivo del grupo NAS, Abdullah Ghubn, no fue rápida. «Teníamos que llegar a un acuerdo de ideas. El contrato en sí se demoró dos minutos, pero antes hablamos mucho de proyectos e ideas, y muy poco de dinero».
La cita fue en el mesón Los Robles, frente al estadio La Rosaleda. «La primera vez que comí en Málaga fue aquí. Vinimos con el Oporto para jugar la Copa de la Paz y después de enfrentarnos al Aston Villa estuvimos todo el equipo», explicó nada más sentarse a la mesa. Jesualdo Ferreira respondió primeros a varias cuestiones realizadas por el presentador de 'Juego limpio Málaga', Daniel Marín. Reconoció que quería estudiar Derecho y que era un centrocampista «que trabajaba poco para el equipo», así que tomó la decisión de entrenar. «No iba a ser ni un buen abogado ni un buen futbolista». Confesó que su primera experiencia como entrenador fue como entrenador en la Universidad «con veintipocos años», y también recordó su gratificante experiencia en Marruecos: «Querían que siguiera, pero no podía ganar más, y en mi carrera nunca me ha gustado ser ni segundo ni tercero».
«La vida me lo dio todo muy tarde, pero ya se sabe que más vale tarde que nunca. Antes hice un buen trabajo en otros clubes», recalcó sobre sus éxitos en el Oporto, ya después de muchos años de trayectoria de los banquillos. Ferreira sí admitió que le encantaría retirarse en Málaga: «Puedo terminar mi carrera aquí, seguro. En lo que hago siempre pongo pasión y me meto a fondo. Terminar en el Málaga sería importante, porque supondría cumplir los tres años de contrato y también los objetivos que me he marcado». Precisamente desveló algunos aspectos de su incorporación al Málaga. Su desvinculación del Oporto fue tardía y por eso tuvo menos opciones para entrenar. «Tuve propuestas, pero no me entusiasmaron. Pude salir a otros países o zonas por el aspecto económico, pero no me apetecía. Me apetecía este proyecto. No he venido al Málaga a construir una carrera, sino a consolidarla», incidió. También desveló que estuvo veinte días en dos hoteles de Marbella -donde suele acudir de vacaciones- antes de ser descubierto en el Guadalmar, y que el acuerdo con los nuevos dirigentes, el jeque Abdullah Al-Thani y en particular con el máximo ejecutivo del grupo NAS, Abdullah Ghubn, no fue rápida. «Teníamos que llegar a un acuerdo de ideas. El contrato en sí se demoró dos minutos, pero antes hablamos mucho de proyectos e ideas, y muy poco de dinero».