Pasan las semanas y el futuro de Hispania en 2011 sigue sin decidirse. José Ramón Carabante insiste en que no se vende, pero el resto de equipos ya ha iniciado los trabajos del coche del año que viene, algunos tipo Hispania, como Lotus, incluso han roto con Cosworth cambiando de motorizador a Renault. El equipo español debe mover ficha.
Y Toyota sigue siendo la panacea, la mejor solución al abanico de posibilidades que tiene Hispania para afrontar con verosimilitud el 2011. También es el más caro, pero la garantía de éxito es casi absoluta, porque Toyota se fue de la Fórmula 1 a finales de 2009, pero no ha dejado sus cenizas detrás.
Todo lo contrario, en la gigantesca fábrica de Colonia aún trabajan 140 personas, hay dos túneles de viento de última generación alquilados ya para los próximos años los 365 días al año. Autoclaves, motores propios y de los mejores de la F1 y, por si fuera poco, coches construidos sobre los que basarse.
Resulta que la ocasión la pintan calva: Pedro De la Rosa, ahora probador de Pirelli, está haciendo los test de neumáticos sobre los Toyota de 2009, que aún se conservan impecables y que fueron objeto de deseo la pasada pretemporada de varios pretendientes a nueva escudería.
El conocimiento que está adquiriendo el español de los neumáticos es pata negra y tiene información privilegiada, meses antes de que los demás pilotos los disfruten, que sería vital para la construcción de un monoplaza en 2011, para ir adaptando el chasis y las caídas y alturas al nuevo constructor.
Además, según ha podido saber MARCA, a Toyota le dio tiempo incluso a construir el coche de este año, pero como la firma decidió decir adiós, tienen la unidad hecha, sin publicidad, sólo en fibra de carbono y expuesta a la entrada de la fábrica como testigo póstumo de un gran proyecto. La mayor tristeza es que los datos del túnel del viento y el resto de simulaciones eran impecables, el mejor Toyota jamás fabricado. Pero se quedó en la jaula.
Sobre ese modelo y con pocos cambios en el reglamento, un motor que sigue construido y tenía más potencia que nadie, empezar a trabajar en 2011 sería una garantía, según deja entrever el propio De la Rosa, y otras fuentes consultadas por MARCA, de que el coche estaría, así sin más, en mitad de parrilla. Vamos, un coche en la zona de puntos.
Hispania contaría con un chasis impecable y, sobre todo, una base de futuro. A este proyecto, o de similar potencíal, sí iría De la Rosa con los ojos cerrados, como reconoció ayer.
Estar en octubre implica que lo más complicado que tendría Hispania sería meter el KERS, que volverá a ser legal el año que viene, porque el tiempo, cada semana que pasa, juega en contra de la indecisión. Cada día son 24 horas menos de túnel de viento, de test y más test para ganar puntos aerodinámicos.
¿El precio? No menor de 50 millones de euros. Por menos, Toyota no arranca la máquina. Carabante ya visitó la fábrica en junio y hubo muchas reuniones con los alemanes, que estaban por la labor, pero el acuerdo no se concretó. Incluso Bernie Ecclestone estaba al tanto de la operación y daba su visto bueno.
La otra opción es Joan Villadelprat y su magnífica instalación en Vitoria. Allí hay material, aunque pertirían de cero porque nunca han fabricado un F1. También sería un proyecto a largo plazo, pero al menos habría una base y un sitio de trabajo, porque ahora los técnicos de Hispania trabajan desde casa, no hay sede. Pero en la F1 de ahora, el dinero se pide antes que los buenos días y hasta los equipos grandes arrastran problemas económicos. La gran ocasión para la F1 en España está delante, aunque quizás en el peor momento para afrontar una inversión de este calibre.