Inglaterra continúa conmocionada por los terribles incidentes que ocurrieron en el estadio St Andrew's tras el partido de cuartos de final de la Carling Cup entre el Birmingham City y Aston Villa. En unas imágenes de televisión que recordaron la violencia 'hooligans' ingleses de otras épicas, cientos de aficionados del Birmingham invadieron el césped tras el triunfo de su equipo por 2-1 para encararse a los más de 3.800 aficionados del Aston Villa que se encontraban en el otro extremo del estadio.
De acuerdo con los testimonios de la policía, los hinchas del Birmingham encendieron varias bengalas y las lanzaron hacia la zona de las gradas donde estaba ubicada la afición rival. Como respuesta, esos espectadores respondieron con el lanzamiento de más bengalas y otros objetivos como butacas del estadio, que arrancaron violentamente.
"Este incidente debe haber sido muy aterrador para la amplia mayoría de los espectadores"
"El Birmingham está decepcionado con las escenas del St. Andrews. El club no tolerará la ruptura de ninguna de las normas del estadio y abrirá una investigación junto con la Federación de Fútbol (FA) y la policía para poder tomar las medidas apropiadas", señaló la entidad inglesa en un comunicado tras el partido.
Además del daño causado dentro del estadio, un bar cerca de St Andrew's también resultó dañado al igual que varios coches que estaban estacionados a las afueras del estadio del Birmingham. Catorce personas, incluyendo 14 oficiales de la policía, sufrieron heridas menores que requirieron tratamiento en un hospital. Además, dos perros de la policía también resultaron heridos.
El policía Steve Graham, responsable de mantener del orden en el partido, fue contundente a la hora de juzgar la guerra de bengalas entre ambas aficiones. "Este incidente debe haber sido muy aterrador para la amplia mayoría de los espectadores que disfrutó del partido y no causó problemas", apuntó.
En 1992, un niño de 13 años murió en Sarriá tras ser alcanzado por una bengala poco antes de comenzar el partido Espanyol-Cádiz
La policía británica no ha tardado mucho en actuar y ha detenido a siete aficionados responsables, presuntamente, de unas escenas de violencia que desgraciadamente nos recuerdan la muerte del niño Guillermo Alfonso Lázaro, de 13 años, tras ser alcanzado por una bengala en la tribuna del antiguo estadio de Sarriá poco antes de comenzar el partido Espanyol-Cádiz en 1992.
La mayor tragedia que se recuerda por esta clase de incidentes se produjo en junio de 1968 en el clásico Boca Juniors-River Plate cuando 80 personas murieron. El lanzamiento de una bengala que provocó el pánico de los espectadores al creer que se trataba de un incendio provocó la estampida del público y la avalancha consiguiente que ocasionó 80 muertos y 150 heridos.
De acuerdo con los testimonios de la policía, los hinchas del Birmingham encendieron varias bengalas y las lanzaron hacia la zona de las gradas donde estaba ubicada la afición rival. Como respuesta, esos espectadores respondieron con el lanzamiento de más bengalas y otros objetivos como butacas del estadio, que arrancaron violentamente.
"Este incidente debe haber sido muy aterrador para la amplia mayoría de los espectadores"
"El Birmingham está decepcionado con las escenas del St. Andrews. El club no tolerará la ruptura de ninguna de las normas del estadio y abrirá una investigación junto con la Federación de Fútbol (FA) y la policía para poder tomar las medidas apropiadas", señaló la entidad inglesa en un comunicado tras el partido.
Además del daño causado dentro del estadio, un bar cerca de St Andrew's también resultó dañado al igual que varios coches que estaban estacionados a las afueras del estadio del Birmingham. Catorce personas, incluyendo 14 oficiales de la policía, sufrieron heridas menores que requirieron tratamiento en un hospital. Además, dos perros de la policía también resultaron heridos.
El policía Steve Graham, responsable de mantener del orden en el partido, fue contundente a la hora de juzgar la guerra de bengalas entre ambas aficiones. "Este incidente debe haber sido muy aterrador para la amplia mayoría de los espectadores que disfrutó del partido y no causó problemas", apuntó.
En 1992, un niño de 13 años murió en Sarriá tras ser alcanzado por una bengala poco antes de comenzar el partido Espanyol-Cádiz
La policía británica no ha tardado mucho en actuar y ha detenido a siete aficionados responsables, presuntamente, de unas escenas de violencia que desgraciadamente nos recuerdan la muerte del niño Guillermo Alfonso Lázaro, de 13 años, tras ser alcanzado por una bengala en la tribuna del antiguo estadio de Sarriá poco antes de comenzar el partido Espanyol-Cádiz en 1992.
La mayor tragedia que se recuerda por esta clase de incidentes se produjo en junio de 1968 en el clásico Boca Juniors-River Plate cuando 80 personas murieron. El lanzamiento de una bengala que provocó el pánico de los espectadores al creer que se trataba de un incendio provocó la estampida del público y la avalancha consiguiente que ocasionó 80 muertos y 150 heridos.