La suerte está echada. Pase lo que pase en el Mundial de Clubes que se disputa en Abu Dhabi, Rafa Benítez dejará de ser entrenador del Inter de Milán a la conclusión del torneo. Así lo ha decidido Massimo Moratti, el dueño del Inter, y, en principio, no cambiará de opinión ni aunque el conjunto italiano se proclame campeón del Mundialito, según ha podido saber AS.
Moratti ofrecerá la cabeza de Benítez a la afición del Inter para tapar que no ha sido capaz de renovar su proyecto. Rafa se siente engañado por el Inter porque no ha cumplido ninguna de los compromisos que adquirió con él cuando firmó su contrato el pasado verano. Moratti le prometió fichar un lateral izquierdo, un medio centro y dos atacantes de banda y no trajo ninguno de los refuerzos pactados mientras que traspasó por valor de 40 millones de euros a jugadores como Balotelli o Quaresma.
Moratti ofreció a Mourinho una ficha más alta que la que cobra en el Madrid y el portugués no quiso quedarse consciente de que si no renovaban el proyecto no sacaría más rendimiento a una plantilla con muchos jugadores mayores de 30 años. Después de invertir 120 millones en la etapa de Mou, Moratti ha vuelto con Benítez a los errores que cometió con Cúper y Mancini y tras el rotundo éxito de la pasada temporada, no ha sabido renovar su plantilla. Y Benítez pagará las consecuencias con sus despido.
El médico y las bajas de ocho titulares han lastrado al técnico
El poder absoluto de Franco Combi en el Inter de Milan ha sido uno de los motivos de distanciamiento entre Rafa Benítez y el club. Combi es el jefe de los servicios médicos del Inter y sus competencias exceden a las de su función de médico. Las lesiones, y lo que han tardado en recuperarse, de ocho de los titulares han impedido a Benítez disponer del mejor equipo para competir al nivel de la pasada temporada. Cuando se inició la campaña y contó con los titulares, Rafa logró la Supercopa de Italia y arrancó la liga italiana como líder. Pero no ha podido contar en muchos partidos sin la columna vertebral del equipo. Jugar sin el portero Julio César, sin los defensas Samuel, Chivu y Maicom, sin Motta y Sneijder, o sin Diego Milito y Etoo, han restado potencial a un Inter que no fichó ninguno de los jugadores que prometieron a Benítez firmar cuando alcanzó el acuerdo para dirigir al equipo italiano.