LeBron James cerraba en Miami la adquisición de una casa de nueve millones de dólares, en Coconut Grove. Aunque Chris Bosh ya se había comprado otra mansión de 12,5 millones de dólares y siete dormitorios, en Miami Beach. Y en Filadelfia, Philly, los Boston Celtics sumaban la novena victoria consecutiva, para consolidar (18-4) su gobierno en la Conferencia Este. 48 horas después de que Larry Bird, su gran icono, cumpliera 54 años, los Celtics aparecieron en el Wells Fargo Center de Filadelfia ante los Sixers, en lo que en otro tiempo era el duelo más tremendo al Este del Edén de la NBA: casi una final anticipada. En Philly no hubo fraude de intensidad para los 17.948 espectadores: los Celtics vencían por 55-56 en el descanso, pero, a dos segundos del final, los Sixers ganaban por 101-100, tras un ganchito de Iguodala (16 puntos). Entonces, a 1,4 segundos de la sirena, Kevin Garnett, KG, consumó en suspensión un alley-oop lanzado por un 'lob' de Rajon Rondo y, a tablero, depositó el balón que valía el 101-102 definitivo para Boston . Aún, Garnett (que se había excusado con George Karl, la noche anterior por sus palabras sobre los enfermos de cáncer) tuvo tiempo de cortar el último pase de los Sixers...
Sumario de la batalla: Rondo fue el mejor 'celtic', con 19 puntos y 14 asistencias, incluido el alley-oop definitivo. Ray Allen anotó 23 puntos. Para Glen Davis, 16 puntos y para Garnett, 14. Shaquille O'Neal no se alineó: molestias en el gemelo. Los Sixers caían en Philly tras cinco triunfos seguidos en el Wells Fargo y tuvieron a nada menos que siete jugadores más allá de once puntos, con dos en 16: Iguodala y Louis Williams. Los Sixers controlaron el rebote ante los Celtics (39-33), gracias a Elton Brand: 13 puntos y 14 rebotes. Pero perdieron: "Derrota de las que rompen el corazón", sentenció Doug Collins, el gran entrenador de los Sixer, el héroe frustrado de la final olímpica de 1972, en Múnich. "Los Celtics van a ser muy difíciles de batir", avisa George Karl.
En la pequeña jornada de tres partidos no faltó un resultado importante: la tercera derrota en serie de un favorito, Orlando Magic, que ha pagado cara la factura del virus intestinal que golpeó a la plantilla. En el Rose Garden de Portland, los Blazers tumbaron a los Magic: 97-83 . Orlando pierde tres partidos seguidos. Portland ya dominaba en el descanso. 55-46. Dwight Howard, el 'Superman' de Orlando, se despachó con 39 puntos y 15 rebotes. Pero, en su regreso tras la enfermedad, Jameer Nelson mostró los efectos del virus: 4/14 en tiros, diez puntos. Rudy Fernández contribuyó al triunfo de Portland con seis puntos y un rebote en 14:32 minutos. Fueron sendos triples en una estadística total de 2/5 en tiros (2/3 en triples). Andre Miller, que reaparecía tras su suspensión, dirigió el timón de los Blazers: 22 puntos y ocho asistencias. Para Wesley Matthews, 20 puntos.
En Dallas no podía haber caso entre Mavericks y Nets, cuyo entrenador, el 'Pequeño General' Avery Johnson, regresaba a su antiguo cubil de Dallas, el American Airlines Center, de donde fue despedido en 2008. El partido quedó roto con el 30-19 del primer cuarto. Al fin, 102-89 para los Mavs ... en demoledora racha de once victorias consecutivas, y balance de 18-4 (como Boston) que sólo mejoran los Spurs (18-3). En un duelo desactivado desde el inicio brillaron los 'mavericks' Dirk Nowitzki (21 puntos, diez rebotes) y Shawn Marion (18 puntos); en los Nets, Brook Lopez (24 puntos y ocho rebotes) y Kris Humphries (16 puntos, 13 rebotes). "Todo fue muy emotivo", resumió 'Little General' Avery. Para hoy toca una larga sesión de once partidos, con los Lakers en Chicago... y Andrew Bynum a poquísimos días de reaparecer, el martes, en Washington. Falta les hará a los Lakers.