Dos golazos de Agüero y una seguridad defensiva que hacía tiempo no se veía, el colchonero se queda con tres puntos importantes ya que lo dejan muy cerca de la zona europea. Por el lado de la visita nunca tuvo opciones ni peso ofensivo como para apurarle a un Atlético que con justicia, ganó un juego vital.
Atlético-Deportivo (2-0)
El Atlético de Madrid tuvo una noche plácida. Más bien sin rival. El Deportivo de la Coruña estaba citado en el Vicente Calderón a las 22:00 horas, pero acudió en cuerpo, no en alma. Bien es cierto que a la ausencia de los gallegos se unió un inició demoledor de los colchoneros, pero Lotina observó impertérrito cómo su defensa de cinco hacía aguas conforme los minutos pasaban.
El gol llegó en el minuto ocho, en una acción en posible fuera de juego que el Kun resolvió sin titubear. Antes, Diego Forlán marró un penalti que sacó Aranzubia. El carril de Seoane se convirtió en una autopista para Reyes, que campó a sus anchas. Antes de llegarse al descanso, Agüero volvió a perforar la meta del portero riojano tras una asistencia maravillosa de Raúl García, titular en el doble pivote junto a Tiago.
Estos partidos sirven para salir sonriente del vestuario y, en el caso rojiblanco, volver a la senda de la victoria tras tres fracasos consecutivos. Además, los tres puntos se traducen en una escalada en la tabla que mete a los de Quique en la sexta plaza a expensas de lo que haga la Real Sociedad y el Mallorca.
El juego se asemejó más a lo que se busca de la escuadra madridista. Bandas incisivas, ataque con pegada y una distribución que mejoró mucho la versión que hasta el momento ofrecía el Atlético de Madrid. De recalcar la exhibición de José Antonio Reyes, un puñal con clase que trazó diagonales cada vez que se lo propuso.
En la segunda mitad el Depor hizo un atisbo de reacción, que duró diez minutos y que sirvió para que los amigos y familiares de David de Gea supiesen que el chaval tenía excusa para ausentarse de casa. Los de Lotina no tuvieron mordiente y tras un par de internadas por las bandas decidieron sacar la bandera de la paz y pedir clemencia al Atlético de Madrid.
Y así fue. Quique Sánchez Flores, que vio el encuentro desde la grada, observó con aburrimiento unos segundos 45 minutos que fueron soporíferos. Salvo por los detalles de Reyes y Agüero, el Atleti – Depor se olvidará sin mucha pena al ser un desperdicio para los ojos. El Kun intentó redondear en la recta final su noche con el hat-trick, pero la mala puntería en ocasiones y la codicia en otras marraron un encuentro redondo para el argentino.
Buenas noticias para el Atlético de Madrid, que saldó un encuentro de urgencia sin ningún tipo de miedo durante 90 minutos de dominio absoluto. Los colchoneros vuelven a zona europea, aunque sea a expensas de lo que hagan los rivales y ya se centra en tratar de concluir el 2010 de la mejor forma posible y encarar el nuevo año con las miras puestas en el asalto a la Champions. El Deportivo se marchó sin hacer ruido, lo mismo que le ocurrió entre las 22:00 y las 23:50 horas. Fue un invitado que no se dignó a aparecer en la fiesta del Calderón.
Atlético-Deportivo (2-0)
El Atlético de Madrid tuvo una noche plácida. Más bien sin rival. El Deportivo de la Coruña estaba citado en el Vicente Calderón a las 22:00 horas, pero acudió en cuerpo, no en alma. Bien es cierto que a la ausencia de los gallegos se unió un inició demoledor de los colchoneros, pero Lotina observó impertérrito cómo su defensa de cinco hacía aguas conforme los minutos pasaban.
El gol llegó en el minuto ocho, en una acción en posible fuera de juego que el Kun resolvió sin titubear. Antes, Diego Forlán marró un penalti que sacó Aranzubia. El carril de Seoane se convirtió en una autopista para Reyes, que campó a sus anchas. Antes de llegarse al descanso, Agüero volvió a perforar la meta del portero riojano tras una asistencia maravillosa de Raúl García, titular en el doble pivote junto a Tiago.
Estos partidos sirven para salir sonriente del vestuario y, en el caso rojiblanco, volver a la senda de la victoria tras tres fracasos consecutivos. Además, los tres puntos se traducen en una escalada en la tabla que mete a los de Quique en la sexta plaza a expensas de lo que haga la Real Sociedad y el Mallorca.
El juego se asemejó más a lo que se busca de la escuadra madridista. Bandas incisivas, ataque con pegada y una distribución que mejoró mucho la versión que hasta el momento ofrecía el Atlético de Madrid. De recalcar la exhibición de José Antonio Reyes, un puñal con clase que trazó diagonales cada vez que se lo propuso.
En la segunda mitad el Depor hizo un atisbo de reacción, que duró diez minutos y que sirvió para que los amigos y familiares de David de Gea supiesen que el chaval tenía excusa para ausentarse de casa. Los de Lotina no tuvieron mordiente y tras un par de internadas por las bandas decidieron sacar la bandera de la paz y pedir clemencia al Atlético de Madrid.
Y así fue. Quique Sánchez Flores, que vio el encuentro desde la grada, observó con aburrimiento unos segundos 45 minutos que fueron soporíferos. Salvo por los detalles de Reyes y Agüero, el Atleti – Depor se olvidará sin mucha pena al ser un desperdicio para los ojos. El Kun intentó redondear en la recta final su noche con el hat-trick, pero la mala puntería en ocasiones y la codicia en otras marraron un encuentro redondo para el argentino.
Buenas noticias para el Atlético de Madrid, que saldó un encuentro de urgencia sin ningún tipo de miedo durante 90 minutos de dominio absoluto. Los colchoneros vuelven a zona europea, aunque sea a expensas de lo que hagan los rivales y ya se centra en tratar de concluir el 2010 de la mejor forma posible y encarar el nuevo año con las miras puestas en el asalto a la Champions. El Deportivo se marchó sin hacer ruido, lo mismo que le ocurrió entre las 22:00 y las 23:50 horas. Fue un invitado que no se dignó a aparecer en la fiesta del Calderón.