Mientras la AFE pelea por, como mínimo, ajustar los horarios de la jornada de Liga del día 2 de enero en Inglaterra es una tradición el 'Boxing Day', igual que la NBA, donde el calendario está completamente dirigido para enfrentar a los dos mejores equipos sobre el papel. En 2010, Los Angeles Lakers-Miami Heat. Aunque por mucha tradición que haya no todos parecen muy contentos.
"Si le preguntan a cualquier jugador en la Liga, preferiríamos estar en casa con nuestras familias". La frase la firma LeBron James, buque insignia de la renovada franquicia de Miami junto a Dwayne Wade y Chris Bosh. Lógico y no le falta razón cuando apunta que seguramente "hasta la gente que organiza los partidos preferiría estar en casa con sus familiares en este día".
No le falta razón, porque la Navidad "no es una festividad cualquiera", sino que es "uno de esos días en los que preferirías despertarte con tus hijos y abrir los regalos". Para evitarse problemas, King James ya ha dicho que sus hijos abrirán los regalos la víspera de Navidad. Sin embargo, a nadie se le escapa que la NBA es un show y ya se sabe que 'el espectáculo debe continuar', siempre. De hecho, se estima que la media de precio de las entradas para este partido sea de 550 dólares, lo que supone un 280% por encima de la media de un partido cualquiera de temporada regular.
"Entiendo que es un negocio y que la gente quiere ver partidos estelares el día de la Navidad", dijo el también jugador de Miami, Zydrunas Ilgauskas, aunque el lituano quiso aprovechar la oportunidad para lanzar un mensaje de apoyo a los Lakers: "Quizá podría dársele a los equipos un descanso [ese día]. Los Lakers juegan cada año en Navidad. Eso no está bien. Denles un año o dos. Déjenlos disfrutar la Navidad". Y no le falta razón, pues el equipo angelino juega el día de Navidad ininterrumpidamente desde 1999.
Sin embargo, hay quien le ve la parte positiva a jugar en festivos. Es el caso de Erik Spoelstra, técnico de los Heat, que si bien entiende los razonamientos a favor y en contra, reconoce que "si juegas con un equipo que no importa, nunca juegas un festivo" aunque si "tu equipo es visto como candidato al título, generalmente juegas los días festivos y eso es algo bueno", ya que "las veces que no hemos jugado en Navidad hemos pasado un buen rato con nuestras familias, pero probablemente también significaba que no teníamos un gran equipo".
También los hay sarcásticos como el entrenador de los Orlando Magic, Stan Van Gundy, quien siente "lástima por las personas que no tienen otra cosa que hacer el día de Navidad que ver un partido de la NBA", o aquellos como Phil Jackson, hijo de dos pastores cristianos, que ataca los tradicionales partidos navideños porque "es como si los días de fiesta cristianos ya no significaran nada", pero ninguno de ellos va a cambiar el calendario. Así que disfruten del Lakers-Heat de 2010 o pasen un buen rato con sus familias mientras abren los regalos.