"Nos deben 100.000 euros que están firmados", afirmó.
Si Johan Cruyff se vistiese de Papa Noel, a Sandro Rosell le daría carbón. Después de unas semanas en las que hubo un leve fuego cruzado, los tiros ya son con bala. El miércoles, el presidente del club abría una puerta al diálogo al Flaco, posibilidad que cerró el holandés sin pensarlo. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Cruyff denunció una supuesta deuda de 100.000 euros que la entidad azulgrana tiene con su Fundación.
"Me preocupa que mi Fundación tiene un contrato con ellos y no pagan, llamamos cada semana y nada. Tenemos un contrato de 100.000 euros al año, si no me equivoco. El dinero no es para mí, es para los niños y está escrito", denunció el ex entrenador, que le lanzó un mensaje a Rosell: "Que se comporte como un señor y que cumple sus compromisos y obligaciones. A partir de ahí se puede hablar de lo que quiera", prosiguió Cruyff.
Balón de Oro.
Sobre la invitación que le hará el club para que asista el 10 de enero a Zúrich con la expedición oficial, el holandés comentó que "normalmente a la gente que tiene una agenda se la llama antes de hacerlo público para saber si está o no, para no coger en un compromiso a una persona famosa". La guerra está demasiado viva.
Rápida respuesta desde el club
Pasados unos minutos del mediodía, en la sala de prensa del Camp Nou (ahora nombrada Ricard Maxenchs), Toni Freixa aseguró que "tenemos un proceso de verificación de sus obligaciones, porque el ejercicio económicos se cerrará el último día del año, el 31 de diciembre. Si corresponde abonarle la cantidad a dicha fundación, que nadie lo dude, que se hará". Con todo esto, Cruyff será protagonista los próximos días, puesto que el día 28 volverá a sentarse en el banquillo de la Selecció, que se medirá a Honduras y es posible que siga atacando el actual proyecto presidencial del Barcelona.