"No hay etapas fáciles y en cualquier momento puede llegar la sorpresa"
Carlos Sainz (Volkswagen) se ha mostrado hasta el momento como un sólido líder del Dakar, aunque evita cualquier atisbo de triunfalismo y asegura que lo más duro del rally aún está por llegar.
"Estoy muy contento de la primera semana, llegar a la jornada de descanso líder era el objetivo", explicó Sainz en un encuentro con periodistas españoles en el campamento de Arica, al norte de Chile, durante la jornada de descanso.
"En todo caso, el rally empieza mañana", puntualizó Sainz, quien aseguró que los 2:42 que le saca al qatarí Nasser Al Attiyah (Volkswagen) y los 14:51 al francés Stéphane Peterhansel no son "absolutamente nada".
"Queda lo más difícil, hay que seguir con la misma estrategia porque está funcionando bien. El ritmo de carrera es muy alto y hay que estar concentrados para estar arriba".
El madrileño es muy consciente de que las próximas cuatro etapas, con la incursión a la zona más profunda del desierto de Atacama y el cruce a Argentina, definirán el tramo final de la carrera.
"A partir de ahora todas las etapas son decisivas, no hay etapas fáciles y en cualquier momento puede llegar la sorpresa. Un pequeño error mío o de navegación, o un pinchazo puede mandar al traste el rally".
Especialmente dura será la novena etapa, con un trazado en bucle en Copiapó, donde, como recordó Sainz, quedó atascado Peterhansel, que marchaba a buen ritmo con opciones a la corona.
En un rally en el que la navegación ha adquirido más importancia que nunca debido a modificaciones en el reglamento, Sainz alabó el trabajo de su copiloto, Lucas Cruz.
"Lucas ha hecho un trabajo fantástico hasta ahora y me he sentido muy a gusto, me veo confiado y tenemos que seguir igual", dijo.
Sobre su Volkswagen Touareg, sostuvo que ha funcionado a la perfección y que solo tuvo algunos problemas con los limpiaparabrisas que no le afectarán en los próximos días, dada la escasez de lluvia en el desierto chileno.