El mediapunta del Chelsea confesó que la última lesión, que le ha tenido apartado muchos meses de este curso, le afectó mentalmente porque no estaba acostumbrado a parar tanto su ritmo de vida. “Llegué a sentirme inútil”.
Tres meses y medio de freno absoluto a una vida llena de sobresaltos, actividad y obligaciones es mucho tiempo. Demasiado relax para quien no está acostumbrado y una incapacidad total que te puede golpear seriamente en cuestiones mentales y psicológicas. Frank Lampard, lesionado durante ese periodo de tiempo, llegó a sentirse inútil y así lo admitió a la prensa, con la que habló por vez primera de lo sucedido.
"Estoy acostumbrado a ser parte del equipo, viajar lejos. Uno se siente como un inútil intentando entrenarse en solitario y tratando de ponerse en forma sin compañía y aislado del resto que formamos la familia del vestuario”, dijo ahora que ya se ha recuperado de un desgarro en el tendón de la ingle en el pasado mes de agosto.
"Al final he entendido que no por mucho trabajar, me iba a incorporar o recuperar más rápido, sino que hay que cumplir un programa y hay que ceñirse a ellos”, apuntó el mediapunta inglés, ampliando que ahora esperar ayudar al equipo pues cree que “es una prueba de carácter solamente lo que nos falta porque a principios de temporada hemos jugado grandes partidos y ahora simplemente no estamos a la altura”.