El futuro de Pepe de blanco está más negro que nunca. Hasta el punto de que el central portugués tiene pie y medio fuera del Real Madrid. Las negociaciones para su renovación están paradas y, lo peor de todo, sin expectativas de que se vayan a desbloquear. Ambas partes se han plantado en sus pretensiones y el club blanco ya piensa que el jugador no ampliará su contrato, que vence el 30 de junio de 2012.
La renovación de Pepe ha entrado en un callejón sin salida después de muchos meses de tensas negociaciones. El tira y afloja ha supuesto un desgaste que está pasando factura. Y es que no sólo está el problema de que las posturas están muy distantes en lo que al futuro salario de Pepe se refiere -el central pide 4’5 millones de euros netos por temporada y el Madrid no pasa de los 3’5-, sino que la relación entre club y jugador se ha deteriorado muchísimo. Hasta el punto de que se ha convertido en el principal obstáculo para cerrar el acuerdo.
La última conversación entre Florentino Pérez y Pepe lo dice todo. Según ha podido saber MARCA, una charla informal del mandatario blanco con el jugador durante un acto meses atrás terminó en un serio desencuentro que marcó un antes y un después en las posibiliades del jugador de seguir en el Real Madrid.
En aquella conversación, Florentino se acercó a Pepe y le animó a llegar a un acuerdo lo antes posible. "Presi, son ustedes, que no me quieren renovar", le contestó el portugués. "Pero es que pides mucho dinero. Además, te lesionas demasiado -en alusión a la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada-. Te pierdes muchos partidos -y aquí entran en juego también los 10 partidos que le cayeron por la agresión a Casquero, por ejemplo-", le espetó el mandatario. Pepe, visiblemente contrariado, respondió: "¿Que me pierdo muchos partidos? No diga eso, presi. ¿Cuántos partidos se pierden otros jugadores?" Fin de la conversación.
Y este rifirrafe no es el primero. Más bien al contrario, es la gota que colma el vaso. La segunda parte de la negociación para la renovación de Pepe viene torcida desde el primer día. ¿Por qué? Porque el jugador no perdona al club que se echase para atrás cuando se lesionó de gravedad en Valencia una vez que el acuerdo estaba a falta sólo de la firma. Esa decisión ha condicionado buena parte de la negociación y de las pretensiones económicas del jugador una vez que las conversaciones se retomaron cuando el jugador se recuperó.
El jugador se ve fuera
El caso es que a año y medio de que el contrato de Pepe llegue a su fin, el Madrid no piensa renovarle y el jugador ya se ha hecho a la idea de que no va a seguir. Incluso, no ha dudado en trasladar al vestuario de Valdebebas su pesimismo. "Me va a dar mucha pena irme del Madrid y dejar este club", se le ha escuchado decir. Y no una vez, sino varias. El jugador es consciente de que la negociación está estancada. El club no va a ceder y él tampoco está dispuesto a hacerlo. Y así es imposible alcanzar un acuerdo.
Cada uno defiende su postura y a día de hoy son inamovibles. El jugador tiene claro que está pidiendo lo que se merece y mucho menos de lo que otros clubes le han puesto sobre la mesa. Al parecer, el City le ha mareado con un ofertón de los suyos y Pepe no está dispuesto a perder casi la mitad de lo que ganaría en el conjunto inglés. Luego están las inevitables y siempre presentes comparaciones con otros compañeros de vestuario. Pepe quiere colarse en el tercer escalón salarial, sólo por detrás de Cristiano, Kaká, Casillas, Benzema y?Xabi Alonso, entre otros, y de ahí no se baja, y nunca mejor dicho.
Luego está lo que piensa el Real Madrid. En el club creen que deportivamente el equipo está bien cubierto en el caso de que Pepe abandone el equipo. La clave está en Sergio Ramos, al que ven como el mejor sustituto posible para el central. Sería el relevo perfecto y sólo habría que reforzar el lateral derecho. Luego, con Carvalho, Garay y Albiol consideran que tienen perfectamente cubierto el centro de la defensa, al menos para un par de temporadas.
Con la situación tan tensa, a pesar de que al jugador le queda de contrato lo que resta de esta temporada y la que viene, no es descartable que pudiese salir el próximo verano si algún equipo viene con una oferta importante. De lo contrario, Pepe sería agente libre en enero de 2012 y la situación entonces sería límite, casi imposible de solucionar por ambas partes
sera buen central pero sus actitudes en el campo y los partidos que se pierde dejan muchio que desear para pedir lo que pide
La renovación de Pepe ha entrado en un callejón sin salida después de muchos meses de tensas negociaciones. El tira y afloja ha supuesto un desgaste que está pasando factura. Y es que no sólo está el problema de que las posturas están muy distantes en lo que al futuro salario de Pepe se refiere -el central pide 4’5 millones de euros netos por temporada y el Madrid no pasa de los 3’5-, sino que la relación entre club y jugador se ha deteriorado muchísimo. Hasta el punto de que se ha convertido en el principal obstáculo para cerrar el acuerdo.
La última conversación entre Florentino Pérez y Pepe lo dice todo. Según ha podido saber MARCA, una charla informal del mandatario blanco con el jugador durante un acto meses atrás terminó en un serio desencuentro que marcó un antes y un después en las posibiliades del jugador de seguir en el Real Madrid.
En aquella conversación, Florentino se acercó a Pepe y le animó a llegar a un acuerdo lo antes posible. "Presi, son ustedes, que no me quieren renovar", le contestó el portugués. "Pero es que pides mucho dinero. Además, te lesionas demasiado -en alusión a la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada-. Te pierdes muchos partidos -y aquí entran en juego también los 10 partidos que le cayeron por la agresión a Casquero, por ejemplo-", le espetó el mandatario. Pepe, visiblemente contrariado, respondió: "¿Que me pierdo muchos partidos? No diga eso, presi. ¿Cuántos partidos se pierden otros jugadores?" Fin de la conversación.
Y este rifirrafe no es el primero. Más bien al contrario, es la gota que colma el vaso. La segunda parte de la negociación para la renovación de Pepe viene torcida desde el primer día. ¿Por qué? Porque el jugador no perdona al club que se echase para atrás cuando se lesionó de gravedad en Valencia una vez que el acuerdo estaba a falta sólo de la firma. Esa decisión ha condicionado buena parte de la negociación y de las pretensiones económicas del jugador una vez que las conversaciones se retomaron cuando el jugador se recuperó.
El jugador se ve fuera
El caso es que a año y medio de que el contrato de Pepe llegue a su fin, el Madrid no piensa renovarle y el jugador ya se ha hecho a la idea de que no va a seguir. Incluso, no ha dudado en trasladar al vestuario de Valdebebas su pesimismo. "Me va a dar mucha pena irme del Madrid y dejar este club", se le ha escuchado decir. Y no una vez, sino varias. El jugador es consciente de que la negociación está estancada. El club no va a ceder y él tampoco está dispuesto a hacerlo. Y así es imposible alcanzar un acuerdo.
Cada uno defiende su postura y a día de hoy son inamovibles. El jugador tiene claro que está pidiendo lo que se merece y mucho menos de lo que otros clubes le han puesto sobre la mesa. Al parecer, el City le ha mareado con un ofertón de los suyos y Pepe no está dispuesto a perder casi la mitad de lo que ganaría en el conjunto inglés. Luego están las inevitables y siempre presentes comparaciones con otros compañeros de vestuario. Pepe quiere colarse en el tercer escalón salarial, sólo por detrás de Cristiano, Kaká, Casillas, Benzema y?Xabi Alonso, entre otros, y de ahí no se baja, y nunca mejor dicho.
Luego está lo que piensa el Real Madrid. En el club creen que deportivamente el equipo está bien cubierto en el caso de que Pepe abandone el equipo. La clave está en Sergio Ramos, al que ven como el mejor sustituto posible para el central. Sería el relevo perfecto y sólo habría que reforzar el lateral derecho. Luego, con Carvalho, Garay y Albiol consideran que tienen perfectamente cubierto el centro de la defensa, al menos para un par de temporadas.
Con la situación tan tensa, a pesar de que al jugador le queda de contrato lo que resta de esta temporada y la que viene, no es descartable que pudiese salir el próximo verano si algún equipo viene con una oferta importante. De lo contrario, Pepe sería agente libre en enero de 2012 y la situación entonces sería límite, casi imposible de solucionar por ambas partes
sera buen central pero sus actitudes en el campo y los partidos que se pierde dejan muchio que desear para pedir lo que pide