Los jugadores de la selección española andaban con la mosca detrás de la oreja. La ausencia de Fernando Hierro en el viaje a Lituania, con la que había montada por el césped, confirmó sus sospechas de que las cosas estaban cruzadas. Dos semanas después, el director deportivo de la Federación anunciaba que el próximo 30 de junio cesa en sus funciones. El anuncio, aunque no les cogió de nuevas, sí ha caído como un jarro de agua fría entre los jugadores de la selección.
La sintonía entre casi todos los campeones del mundo y el director deportivo era total. A la cabeza, el bloque principal de la selección: los jugadores del Barcelona. La marcha de Hierro ha sido una puya especialmente dolorosa para Xavi y Puyol.
En el director deportivo, los jugadores habían encontrado un apoyo permanente. Siempre que ha habido lesiones, Hierro ha estado pendiente de la recuperación, su labor en la entrada de Navas en el equipo fue crucial... Ahora se preguntan si su salida va a afectar a la estructura creada tras la llegada de Hierro.