Sigue siendo humilde: "Los
que me conocen saben bien que no he cambiado. Soy un privilegiado por
todo lo que me está pasando y es una satisfacción que la gente me
reconozca y valore mi trabajo".
Aprende mucho en Barcelona:
"Te enseñan unos valores y un estilo de vida, para que lo apliques no
sólo dentro del campo, sino también fuera. Eso es algo que te ayuda a
madurar y que muy pocos equipos del mundo te pueden ofrecer".
Tres años inolvidables:
"Pertenecer a uno de los mejores equipos del planeta, jugar en la
Selección, compartir vestuario con estrellas de nivel mundial, es algo
muy bonito y que te ayuda a ganar. Estoy muy contento de cómo han salido
las cosas".
Nunca olvidará la final de Wembley:
"Nunca había jugado una final de titular, y si encima ayudas marcando
un gol es algo maravilloso, algo que no olvidas y que hace que te
sientas realizado".
Le abre las puertas a Cesc: "Es un grandísimo jugador, al que conocemos de la Selección. Es un líder en su equipo y ojalá pudiera venir".