MARCA recopila los testimonios de los campeones del mundo, lo que vivieron durante aquel mes mágico en Sudáfrica y lo que sintieron en las horas previas y posteriores a la final. Ese mes en el que dejamos de ser una selección más para entrar en el selecto club de los campeones del Mundo.
Xavi: El cérebro de Terrassa fue, una vez más, clave en el triunfo de la selección. Todo giró alrededor de él. El juego de toque empezaba y finalizaba en él. "Fue clave no renunciar a nuestra forma de jugar, a nuestro estilo, por mucho que empezáramos mal. Del Bosque no dudó y el equipo tampoco", dice el barcelonista, que ya se cree que es campeón del mundo. "Veía a Alemania, a los italianos y pensaba que nunca seríamos como ellos. ¡A los brasileños les miraba como si fueran de otro planeta! Pensé que nunca íbamos a llegar a ellos. Además,ganamos jugando bien, tratando a la pelota con cariño, dejando atrás la historia de la furia".
Xabi Alonso[/b]: El mediocentro donostiarra fue protagonista en la final, entre otras cosas, por recibir probablemente la patada más dura de todo el campeonato. Sus palabras confirman la extrema dureza de la acción de De Jong, que le puso los tacos en el pecho. "Me impresionó verla juego por televisión. En el campo me di cuenta, pero al verla después tantas veces repetida y con tomas súper lentas vi que era mucho más agresiva y violenta de lo que me pareció en el campo. Ha sido la patada que más me ha dolido en toda mi vida. Pensaba que me había partido algo por el dolor que tenía".
Javi Martínez: El centrocampista del Athletic no disfrutó de muchos minutos, pero disfrutó como el que más. Ayudó cuando fue requerido, aportando su recorrido, trabajo y buen toque (eso parece innegociable en esta selección). Javi Martínez tiene aún una promesa que cumplir. Antes del Mundial osó escribir y encerrar en un sobre un papel en el que prometía que si ganaba el Mundial se lanzaba en paracaídas "con el pelo teñido de fosforito y en pelotas". Cumplida la primera parte de la apuesta, queda la segunda:[b] "La voy a cumplir, pero sólo lo de tirarme".
Cesc: Poco acostumbrado a ser suplente, Cesc pasó algunos malos ratos, pero siempre estaban sus compañeros para arroparle: "Como en la Eurocopa, tu momento va a llegar", le decían. Y llegó. Porque ni Iniesta ni nadie olvidará que fue el capitán del Arsenal quien dio el pase del gol con el que España se proclamó campeona. "No era una elección complicada porque Andrés estaba solo", cuenta Cesc. Para el centrocampista 'gunner', ganar un Mundial es algo único. "Pasará el tiempo, los años, los jugadores y quedará que fuimos campeones del mundo. Lo que vivimos es para siempre".
Silva: El canario fue uno de los futbolistas que probablemente peor lo pasó. Fue titular en el primer partido, contra Suiza, y tras la inesperada derrota no volvió a aparecer hasta la final, en la que disputó los últimos nueve minutos. Es decir, jugó el primer y el último encuentro. El centrocampista del City no ha hablado demasiado desde entonces sobre el Mundial, pero tiene algo claro: "El estilo de la selección gusta a todo el mundo". Silva es uno de los preferidos por sus compañeros. Por ejemplo, por Iniesta y Villa. "Es uno de mis jugadores favoritos", dice el manchego. "La noticia no es que Silva haga un buen partido, lo es cuando no lo hace", relata el 'Guaje'.
Jesús Navas: El extremo sevillano es uno de los privilegiados que formó parte de la jugada del gol. La jugada comenzó con una cabalgada suya por la parte derecha, aunque después se enredó y poca gente se acuerde de ese comienzo. "La jugada me la sé de memoria. El gol lo veo casi todos los días. Es muy especial que la gente te recuerde que estabas en la jugada", explica el jugador del Sevilla. Hay jugadores que no han visto la final entera, pero no es el caso de Navas. "Me he puesto delante de la tele muchas veces, y seguiré haciéndolo durante mucho tiempo". El de Los Palacios, además, no recuerda lo que le dijo Del Bosque antes de entrar por Pedro en la final porque estaba como loco por jugar: "No me acuerdo mucho de qué me dijo. Estaba deseando entrar".
Xavi: El cérebro de Terrassa fue, una vez más, clave en el triunfo de la selección. Todo giró alrededor de él. El juego de toque empezaba y finalizaba en él. "Fue clave no renunciar a nuestra forma de jugar, a nuestro estilo, por mucho que empezáramos mal. Del Bosque no dudó y el equipo tampoco", dice el barcelonista, que ya se cree que es campeón del mundo. "Veía a Alemania, a los italianos y pensaba que nunca seríamos como ellos. ¡A los brasileños les miraba como si fueran de otro planeta! Pensé que nunca íbamos a llegar a ellos. Además,ganamos jugando bien, tratando a la pelota con cariño, dejando atrás la historia de la furia".
Xabi Alonso[/b]: El mediocentro donostiarra fue protagonista en la final, entre otras cosas, por recibir probablemente la patada más dura de todo el campeonato. Sus palabras confirman la extrema dureza de la acción de De Jong, que le puso los tacos en el pecho. "Me impresionó verla juego por televisión. En el campo me di cuenta, pero al verla después tantas veces repetida y con tomas súper lentas vi que era mucho más agresiva y violenta de lo que me pareció en el campo. Ha sido la patada que más me ha dolido en toda mi vida. Pensaba que me había partido algo por el dolor que tenía".
Javi Martínez: El centrocampista del Athletic no disfrutó de muchos minutos, pero disfrutó como el que más. Ayudó cuando fue requerido, aportando su recorrido, trabajo y buen toque (eso parece innegociable en esta selección). Javi Martínez tiene aún una promesa que cumplir. Antes del Mundial osó escribir y encerrar en un sobre un papel en el que prometía que si ganaba el Mundial se lanzaba en paracaídas "con el pelo teñido de fosforito y en pelotas". Cumplida la primera parte de la apuesta, queda la segunda:[b] "La voy a cumplir, pero sólo lo de tirarme".
Cesc: Poco acostumbrado a ser suplente, Cesc pasó algunos malos ratos, pero siempre estaban sus compañeros para arroparle: "Como en la Eurocopa, tu momento va a llegar", le decían. Y llegó. Porque ni Iniesta ni nadie olvidará que fue el capitán del Arsenal quien dio el pase del gol con el que España se proclamó campeona. "No era una elección complicada porque Andrés estaba solo", cuenta Cesc. Para el centrocampista 'gunner', ganar un Mundial es algo único. "Pasará el tiempo, los años, los jugadores y quedará que fuimos campeones del mundo. Lo que vivimos es para siempre".
Silva: El canario fue uno de los futbolistas que probablemente peor lo pasó. Fue titular en el primer partido, contra Suiza, y tras la inesperada derrota no volvió a aparecer hasta la final, en la que disputó los últimos nueve minutos. Es decir, jugó el primer y el último encuentro. El centrocampista del City no ha hablado demasiado desde entonces sobre el Mundial, pero tiene algo claro: "El estilo de la selección gusta a todo el mundo". Silva es uno de los preferidos por sus compañeros. Por ejemplo, por Iniesta y Villa. "Es uno de mis jugadores favoritos", dice el manchego. "La noticia no es que Silva haga un buen partido, lo es cuando no lo hace", relata el 'Guaje'.
Jesús Navas: El extremo sevillano es uno de los privilegiados que formó parte de la jugada del gol. La jugada comenzó con una cabalgada suya por la parte derecha, aunque después se enredó y poca gente se acuerde de ese comienzo. "La jugada me la sé de memoria. El gol lo veo casi todos los días. Es muy especial que la gente te recuerde que estabas en la jugada", explica el jugador del Sevilla. Hay jugadores que no han visto la final entera, pero no es el caso de Navas. "Me he puesto delante de la tele muchas veces, y seguiré haciéndolo durante mucho tiempo". El de Los Palacios, además, no recuerda lo que le dijo Del Bosque antes de entrar por Pedro en la final porque estaba como loco por jugar: "No me acuerdo mucho de qué me dijo. Estaba deseando entrar".